Parece que aún fue ayer, pero hace ya un par de años que el Audi Virtual Cockpit está en el mercado. Lo estrenó la tercera generación del Audi TT Coupé y ahora forma parte ya de buena parte de la gama del fabricante de los cuatro aros.
Hemos podido ver su comportamiento ejemplar en varios modelos, más concretamente en la prueba del Audi A4 Avant y en la prueba del Audi Q7. Además de ellos, ya pueden equiparlo el A5 Coupé, el Audi R8, el A4 y el TT Roadster. Los últimos en incorporarlo son el nuevo Audi A3 2016, y el recientemente presentado Audi Q2 (y más que llegarán). En los modelos más deportivos forma parte del equipamiento de serie.
Si todavía no conoces el sistema Audi virtual cockpit, se trata de un cuadro de instrumentos totalmente digital. La información se muestra en un display TFT de 12,3 pulgadas con 1.440 x 540 píxeles de resolución. Gracias a un procesador gráfico de Nvidia (te sonará de los videojuegos), se consigue una excelente nitidez. Cuenta con cuatro núcleos y una frecuencia de ciclo superior a 1 GHz, por lo que es capaz de generar gráficos animados en 3D (realiza hasta 8.000 millones de operaciones de cálculo por segundo).
Puede parecer demasiado, pero Audi nos cuenta que para que la aguja del cuentarrevoluciones pueda moverse con fluidez y precisión se recalcula su posición hasta 60 fotogramas por segundo. Solamente así parece que se está viendo una instrumentación convencional analógica. También los pasos entre listas y menús se han pensado para ser lo más realistas posibles.
Una instrumentación digital cuenta con ventajas. La más llamativa, sin duda, las posibilidades de configuración. Pulsando una tecla en el volante multifunción se cambia lo que ve el conductor, para no tener que desviar la vista:
- Vista clásica: los relojes se presentan con un tamaño y disposición similar al de la instrumentación analógica de cualquier modelo de la firma.
- Modo Infotainmet: en el centro de la pantalla aparece el mapa de navegación o las listas de los menús Teléfono, Audio y Radio, mientras que velocímetro y cuentarrevoluciones ocupan la parte inferior, a los lados.
Pero hay más, ya que existen modelos con modos adicionales para mostrar información. Es el casi del modo deportivo del Audi TTS, con un enorme cuentarrevoluciones central dominando la imagen mientras un anillo interior ofrece la velocidad con cifras digitales. En el Audi R8, además, existe también el modo performance con un indicador luminoso que indica si se alcanza el régimen máximo de giro del motor.
Además, existen funciones adicionales como la indicación de la presión de sobrealimentación en el Audi TTS, los indicadores de potencia y par y el medidor de fuerzas G en el Audi R8 o las informaciones sobre el flujo de energía y el estado de carga de la batería en el Audi Q7 e-tron, con pantallas específicas con estadísticas de ahorro de combustible y visualizaciones gráficas con la autonomía eléctrica. Y en el Audi TT con la cámara de visión trasera, el Audi virtual cockpit muestra una imagen de la zona posterior del vehículo y el ángulo de giro de la dirección, facilitando las maniobras.
El Audi virtual cockpit tiene un precio que oscila entre los 365 y los 735 euros, según modelos. Eso sí, todos deben llevar Audi Navegación plus y al volante multifunción plus y puedes encontrarlo en algunos de los paquetes opcionales.
Fuente: Audi
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