El 50 aniversario de BMW M está dando para mucho. Además de estrenar un nuevo logotipo, la firma bávara está llevando a cabo todo tipo de acciones especiales para celebrar el medio siglo de su división deportiva. Sin embargo, nada puede igualar el lanzamiento del BMW 3.0 CSL 2023, una reinterpretación moderna del mítico deportivo de los años 70. No había mejor forma de recuperar esa denominación que con un vehículo biplaza muy purista, un ejemplar que pone el disfrute al volante por encima de cualquier otro aspecto.
Y esta vez llega a producción de verdad. Ya en 2015 nos pusieron los dientes largos con el BMW 3.0 CSL Hommage R, un prototipo que nunca pasaría de ser un ejercicio de diseño. Sin embargo, el nuevo es una edición limitada a 50 unidades (no podía ser de otra forma), que ocuparán su hueco en el garaje de unos cuantos afortunados. Quiere dar sentido a las siglas que forman su nombre y es que CSL viene de «Coupé, Sport, Leichtbau» o, lo que es lo mismo: coupé, deportivo y ligero.
Y comparte algunas claves estilísticas con el prototipo de hace unos años. La librea es la misma, con una decoración que contiene los colores originales de BMW Motorsport GmbH. El coupé tiene rayas uniformes en azul, morado y rojo sobre un fondo blanco; el Alpine White que es la base de su carrocería. Las llantas forjadas de 20 pulgadas delante y 21 pulgadas detrás tienen cierre central y van pintadas en dorado, al estilo de los años 70. Los neumáticos tienen grabado el número 50 en el flanco, a juego con el que vemos en las puertas.
En cuanto al diseño del nuevo BMW 3.0 CSL, tiene algunos guiños al pasado muy característicos. Comienza con la parrilla de riñones de la marca, que tiene una posición bastante vertical y una rejilla con patrón de diamante. En el faldón delantero aparecen unas tomas de aire que recuerdan al de los 70 y, en contrapartida, estrena unos faros BMW Laser Light de color amarillo que son tomados del M4 GT3 de competición. Para albergar las nuevas llantas, los pasos de rueda han sido rediseñados y ensanchados.
Y la zaga del BMW 3.0 CSL tampoco va a pasar desapercibida. Sus líneas de coupé vienen acentuadas por la curva Hofmeister y el logotipo del aniversario en el pilar C. La caída del techo va condicionada no por uno, sino por dos alerones. El superior es un deflector de aire más pequeño, mientras que el alerón principal parte de la sección lateral para retomar ese aspecto característico de «Batmóvil». Por debajo, encontramos los pilotos traseros con una firma lumínica propio, además de un generoso difusor trasero en carbono que acoge las cuatro salidas del sistema de escape.
Una de las premisas de este ejemplar era la ligereza, tomando como referencia los 1.270 kilogramos del original y su relación peso/potencia de 6,2 kg/CV. Para conseguir que no se vaya a la parra se hace un uso extensivo de plástico reforzado con fibra de carbono (CFRP) en casi todas las zonas de la carrocería (techo, capó, tapa de maletero, difusor, alerón…) y en algunas del chasis. El escape está hecho de titanio (4,3 kg más ligero) y en el interior también vemos algunos componentes ligeros para que este modelo se quede en 1.624 kg, prácticamente lo mismo que el BMW M4 CSL del que parte.
El habitáculo del BMW 3.0 CSL es biplaza, se han suprimido los asientos traseros y en su lugar hay hueco para los cascos. Está cargado de carbono y se ha reducido los aislantes acústicos para mejorar el peso. Destacan los asientos M de fibra de carbono, muy radicales y solamente configurables en altura e inclinación del asiento tornillos de tres etapas en un taller. La tapicería es de Alcántara negro, con costuras en contraste y la palanca de cambios en blanco. No pueden faltar unas molduras de carbono con el número de la edición limitada.
Otro detalle a tener en cuenta es lo que hay bajo su capó. Se trata del ya característico seis cilindros en línea turbo de 3.0 litros que recibe una puesta a punto específica para mejorar su potencia. En el BMW 3.0 CSL llega hasta los 560 CV y 550 Nm de par, un pasito por encima de los actuales M de seis cilindros y muy alejado de los 206 CV del modelo original de los 70. Aunque lo que de verdad enamora de este coche es que lleve la caja de cambios manual de seis velocidades como única opción.
Es de los detalles más puristas del BMW 3.0 CSL y destaca por conseguir el máximo placer de conducción gracias a un tacto exquisito. Este ejemplar es de propulsión y cuenta con el diferencial M activo para optimizar la tracción en el eje trasero. El chasis también cuenta con algunas peculiaridades, pues tiene un eje delantero de doble muelle y un eje trasero de cinco brazos con una puesta a punto específica. Recibe amortiguadores adaptativos controlados electrónicamente, además de otras bondades como la dirección electromecánica M Servotronic y los frenos M carbonocerámicos.
Lo cierto es que no se dan detalles sobre las prestaciones del BMW 3.0 CSL, pero no es lo más importante del modelo. Se trata de un ejemplar que destaca por pureza y por exclusividad, un guiño al pasado que no todos los fabricantes se podrían permitir. Con esa mejorada relación de 2,9 kg/CV y el resto de detalles, quiere cautivar a sus 50 afortunados propietarios, que seguramente estén ya asignados. ¿Su precio? Se habla de tarifas alrededor de los 750.000 euros, aunque no hay confirmación oficial por el momento.
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