Las cajas de cambio manuales están condenadas a la extinción en esta era de la electrificación. Incluso las automáticas, puesto que un vehículo movido por un motor eléctrico, realmente, no necesita de una caja de cambios al uso. Afortunadamente, todavía estamos, como poco, a una década de la verdadera muerte del motor de combustión interna, y eso significa más tiempo para explorar las alegrías de una caja de cambios manual.
Tenemos algunos ejemplos en marcas como Toyota y su división de lujo Lexus, quienes quieren que sintamos la diversión de cambiar de marcha en un eléctrico a pesar de que no es necesario por su condición. Pero, hasta entonces, los cambios manuales siguen perfeccionándose. BMW prometió no hace mucho que sus modelos M ofrecerían un cambio manual a lo largo de los próximos años. Ahora, han salido nuevas patentes que vislumbran cómo mejorará aún más el sistema. ¿Cómo? Te preguntarás.
Permítenos establecer una escena: es fin de semana, estás en tu circuito predilecto y, después de semanas de charlas con tu amigo en su M4, has traído tu M3 a la pista para demostrar que tienes el coche más rápido y que eres el mejor piloto. Calientas los neumáticos, avanzas poco a poco hacia la línea y te preparas. Poner primera, sueltas el embrague y clavas la salida. Coges el pomo, introduces segunda, mantienes el pie a tabla, y tratas de mantener el coche en línea recta. Al entrar en tercera, ves los faros del M4 justo detrás.
Miras hacia el tacómetro, ves que se acerca la línea roja y te preparas para meter la siguiente marcha. El cambio debería estar ya en cuarta, pero sueltas el pedal de embrague y escuchas un “clac” junto con un millón de ruidos mecánicos desgarradores mientras sale humo y vapor del capó. Al mismo tiempo, ahora tienes un logotipo de BMW en la frente y un trauma en el pecho por el cinturón de seguridad. ¿Qué ha sucedido? Metiste segunda, no cuarta, y ahora tu caja de cambios y tu motor son confeti de metal.
Por ridículo que pueda parecer el escenario desde la comodidad de nuestra imaginación, esta es una posibilidad muy real que puede afectar incluso al conductor más experimentado con un manual, algo a lo BMW quiere poner fin. En los nuevos documentos presentados ante la Oficina Alemana de Patentes y Marcas (DPMA), BMW describe un sistema donde los canales entre engranajes son guiados y equipados con una unidad de bloqueo similar al de marcha atrás que muchos coches montan. Todo con el fin de no equivocarse de marcha.
En este caso, la unidad de bloqueo se puede mover a una posición de inmovilización en toda la gama de relaciones. El sistema propone un mecanismo con un sensor que pueda detectar en qué marcha está la transmisión y a qué velocidad se mueve el cigüeñal. Alternativamente, el sistema podría determinar la viabilidad de un cambio descendente en función de la velocidad del eje motriz o de la velocidad del coche y, al igual que en una transmisión automática o de doble embrague, evitará una reducción inapropiada.
Básicamente, el sistema bloquearía todas las marchas que causarían daños al vehículo cuando circulase en un régimen inapropiado para esa relación, y las volverá a abrir cuando sea seguro hacerlo. En principio, se parece mucho a un sistema de ajuste de revoluciones (rev-matching). Los fabricantes ya han incorporado el sincronizado automático de revoluciones para facilitar la vida de los cambios manuales modernos, con el beneficio adicional de un concepto de bloqueo de marcha atrás típico, o al menos una unidad de bloqueo similar.
Con esto, es imposible hacer girar demasiado la caja de cambios o el motor, y la única marcha que puede seleccionar es la siguiente (o las que están por encima). Cuando la nueva transmisión de BMW llegue a producción, incluso los conductores de modelos con cambio manual más ineptos pueden evitar el desastre total y una increíble vergüenza.
Fuente: DPMA