La historia del BMW M3 es la de uno de los grandes mitos del automovilismo europeo. Y ahora llega un nuevo capítulo de esta berlina de altas prestaciones, el BMW M3 2021. La versión más prestacional y deportiva del Serie 3 2019 llega en marzo de 2021 toda vez que su producción arranca a finales de 2020 con dos versiones de 480 y 510 CV de potencia (este último el M3 Competition).
El motor es el principal protagonista de esta variante, que por primera vez en su historia contará con un M3 Touring (realizado sobre el familiar), además del coupé M4 (separado en la anterior generación con la llegada del Serie 4). Bajo el capó cuenta con un bloque 3.0 gasolina turbo de seis cilindros en línea con dos niveles de potencia:
- M3: Cuenta con 480 CV de potencia. Acelera de 0 a 100 kilómetros/hora en 4,2 segundos con un consumo combinado de 10,8 l / 100 km. Se asocia a un cambio manual de seis relaciones.
- M3 Competition: Potencia elevada a 510 CV y 650 Nm de par. Alcanza los 100 km/h desde parado en 3,9 segundos, con un consumo de 10,2 l/100 km. En este caso cuenta con la transmisión automática de ocho marchas M Steptronic con Drivelogic, que permite usar el cambio de manera manual, con levas en el volante.
En ambos casos se ha limitado la velocidad máxima a 250 km/h, si bien existe la posibilidad de aumentarla hasta los 290 km/h con el paquete opcional M Drivers Package. Ambos entregan la potencia a las ruedas traseras, pero (y esto es nuevo), a partir de verano podrá elegirse con la tracción integral M xDrive.
Un dato interesante de este tipo de vehículos es el peso. El modelo «base» pesa 1.705 kilos, cifra que alcanza los 1.730 kilos en el M3 Competition. Si se adquiere el M Race Track Package, reduce el peso en 25 kilos gracias a los frenos carbocerámicos M Carbon, llantas M de aleación ligera y asientos tipo bucket también de fibra de carbono.
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De serie, la suspensión M es adaptativa y controlada electrónicamente. A pesar de ser un coche de clara orientación deportiva no renuncia a ser usado a diario de manera confortable. El conductor puede seleccionar el reglaje Road o el Sport. Y con el M Drive Professional también puede contar con un modo Track (suma cronómetro M, tracción de control M y un análisis de drift).
Todo este arsenal mecánico tiene reflejo en el exterior. Es 85 mm más largo (4,79 metros) y 75 mm más ancho (1,90 metros) que el coche del que deriva. Cuenta con paragolpes específicos y, sobre todo, una parrilla vertical, que recuerda a la empleada por los BMW en sus inicios y que no resulta una sorpresa pues es la que emplea el Serie 4 adelantó el Concept i4.
Detrás destaca el spoiler en la parte alta y el difusor en la baja, donde cuenta con cuatro salidas de escape, dos en cada extremo. El techo es de fibra de carbono y presume de branquias M y extensiones en los laterales. Hay un color exclusivo para la carrocería y el paquete opcional M Carbon consigue que se vea más la fibra de carbono.
El interior también rezuma deportividad. Desde el BMW Live Cockpit Professional (cuadro de instrumentos digital) y la pantalla táctil en el salpicadero. Los asientos son deportivos y con sello M, acabados en cuero (ventidados opcionales y pueden ser buckets de fibra de carbono como decíamos). Entre ellos está el comando iDrive y botones físicos para controlar parámetros específicos del vehículo. No falta el volante grueso habitual de los BMW M, con botones M1 y M2 que varían los reglajes del coche.
A pesar de ser un coche pensado para el disfrute de la conducción, cuenta con ayudas a la conducción de primer nivel. Desde avisos de colisión frontal y salida de carril, lectura de señales de tráfico o asistente de aparcamiento. Con el Driving Assistant Professional gana asistente de dirección y mantenimiento de carril, navegación activa, asistente de salida de carril, ayuda al aparcamiento con ayuda en la marcha atrás, BMW Drive Recorder o el Head-up Display con el sello M.
Fuente: BMW
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