El BMW ICE Concept hizo su debut durante la primera mitad del siglo XXI, cuando la idea de un SUV con rasgos de coupé no estaba siquiera entre las opciones de cualquier ciudadano. Sin embargo, la firma alemana ya comenzó a tantear esta idea años atrás, especialmente al ver que el X5, su primer todocamino, fue todo un éxito tras su lanzamiento en 1999. Fue, a todas luces, el precursor del X6 y el X4 que tenemos hoy.
Fue desarrollado en 2004 y combina el tren motriz de un X5 con el interior de un Z4, más algunos pequeños asientos traseros, convirtiéndose en una especie de modelo coupé 2 + 2. En este caso, la denominación “ICE” no representa lo que crees. Porque, aunque este coche estaba propulsado por un motor de combustión interna, el acrónimo significa “Ingeniería de Concepto Integrado”. Según la marca, este fue la base de otro modelo, el X Coupe Concept (2001), un SUV con dos puertas que, en realidad, solo servía de exhibición.
A diferencia de este último, el ICE Concept nunca salió a la luz. ¿Y te acuerdas de los diseños de BMW en esa época? A pesar del controvertido lenguaje de diseño de Chris Bangle, que derivó en modelos con tantos enemigos como defensores, hubo algunas cosas aún más salvajes entre bastidores que, actualmente, hasta nos parecen bellas en perspectiva. Y es que el ICE Concept es un crossover en el sentido más verdadero de la palabra, que combina una carrocería coupé y el chasis y la altura de conducción de un todoterreno.
La parte delantera, ciertamente se ve bastante polarizante con sus riñones ovalados y luces circulares gemelas colocadas en un parachoques sin forma. Pero la temática se vuelve más interesante a medida que uno mueves hacia atrás. Curiosamente, la mayor parte del diseño del ICE Concept se formó en el centro de diseño de BMW en California. La compañía bávara quería obtener diferentes opiniones de los diseñadores que sabían más sobre el estilo de vida de Malibú, y el resultado fue el que ves en pantalla, peculiar.
La característica más ingeniosa del prototipo viene referida a su parte trasera, que se puede acomodar a una variedad de formas para alojar la carga, como, por ejemplo, unas bicicletas de montaña, o simplemente para proporcionar habitáculo más conectado con el aire libre. El BMW ICE Concept también cuenta con faros en en los espejos retrovisores laterales, algo con lo que muchos conceptos de “estilo de vida activo” se meten pero que, pocos modelos de producción (como el Toyota FJ Cruiser) acaban llevando al mercado.
No hay explicación en el vídeo que hay encima de estas líneas de por qué BMW decidió no llevar este extraño híbrido al mercado. Pero, en 2007, la compañía lanzó el X6, por lo que suponemos que perdió frente a un crossover deportivo de cinco puertas más convencional que no necesitaba una puerta del maletero de origami para acomodar un par de bicicletas. El tiempo, al final, le terminado dando la razón, y ya son prácticamente todos los fabricantes los que ofrecen un SUV de líneas suaves y orgánicas en sus gamas.
Fuente: BMW
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