Cada cierto tiempo aparece una marca dispuesta a hacerse con uno de los récords más preciados del mundo del motor: el de tener al vehículo de producción más rápido sobre la faz de la tierra. Ese territorio es territorio vetado para la mayoría de fabricantes, allí se codean Bugatti, Koenigsegg o Hennessey. Aunque parece que un nuevo contrincante entrará al ring en el Salón de Ginebra, hablamos del Corbellati Missile.
Una familia italiana que se ha dedicado a la joyería en las últimas décadas se ha propuesto lanzar un vehículo de lo más sorprendente y capaz de batirse con los más rápidos. En términos de diseño será muy diferente, pues seguirá una estética mucho más clásica de lo que estamos acostumbrados, inspirada fuertemente por los modelos de competición italianos (como Ferrari o Alfa Romeo) de las décadas de los 60.
Aunque lo más destacable del Corbellati Missile es su motor situado en posición central. Se trata de un enorme V8 biturbo de 9.0 litros. Efectivamente, no es una errata, esta mecánica se convertiría en una de las más grandes en una época en la que abunda el downsizing. Más grande que el V10 de 8.4 litros del Viper o que el W16 de 8.0 litros del Chiron. Ese enorme motor desarrollaría unos 1.800 CV, que pasarían a las ruedas traseras a través de una transmisión de seis velocidades y un diferencial autoblocante.
El objetivo es alcanzar una velocidad máxima cercana a los 500 km/h. Veremos si son capaces de lograr traspasar esa barrera. De momento nos faltan por saber muchos datos más como el peso final. el Corbellati Missile está hecho íntegramente en fibra de carbono (monocasco y carrocería) y mide 4,67 metros de largo. Para conseguir parar toda esa potencia montará frenos carbocerámicos de 394 milímetros en las cuatro ruedas.
Fuente: Corbellati
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