Hace ya casi dos años anunciábamos que la venta de coches de gasolina superaba a los diésel por primera vez desde 2009. Algunos escándalos como el Dieselgate sumados a las restricciones y a la preocupación por las emisiones de NOx hicieron que la tendencia se revirtiera por completo. Eso ha tenido consecuencias evidentes, ya vimos como creció un 30,7 % la recaudación del impuesto de matriculación y ahora vemos como crecen un 1,6 % las emisiones de CO2 en Europa.
Ese dato sale de un estudio reciente de la Agencia Europea del Medio Ambiente (EEA), en el que se advirtió que se alcanzaban los 120,4 g/km de CO2 de media entre los turismos matriculados en el continente en 2018. Se trata de una subida de 2 g/km respecto a 2017 y coincide directamente con el aumento en las ventas de coches de gasolina. Ya van dos años consecutivos con aumentos en estas emisiones, mientras que entre 2010 y 2016 siempre se había ido reduciendo (22 g/km en esos seis años).
Haciendo balance, en 2018 se vendieron unos 8,5 millones de turismos de gasolina (+11,7 % respecto a 2017), mientras que se llegaba a los 5,4 millones de turismos diésel (-18 %). Por otro lado, también la consultora JATO Dynamics alertaba de esta situación hace unos meses. Su análisis arrojaba cifras similares y mencionaba que también estaba relacionado con el aumento de ventas de SUV, vehículos que por fisionomía tienden a tener mayores emisiones de CO2.
Y todo ello con el límite de los 95 g/km fijado para 2021, algo que lleva aprobado varios años. Los fabricantes que superen esa media entre sus turismos tendrán que hacer frente a severas multas si no cumplen con ese objetivo. Con la tendencia actual es bastante probable que muchos fabricantes no lleguen a esas cifras y por supuesto también tendrán complicado llegar al objetivo de 2030. Veremos si la Unión Europea termina replanteando el sistema o si los fabricantes hacen algún tipo de magia par alcanzarlos.
Fuente: Europa Press