A la hora de valorar los coches eléctricos la principal vara de medir no es su potencia o prestaciones, sino su autonomía, la distancia que serán capaces de recorrer sin tener que volver a recargarse en un enchufe… operación que, hoy por hoy, no resulta tan rápida como repostar en una gasolinera.
Poco a poco la tecnología debería ir mejorando. No tan rápido como, por ejemplo, van las innovacciones electrónicas, no te vamos a engañar, y te ponemos como ejemplo los coches híbridos, que apenas han mejorado desde que en 2004 se lanzó el Prius original… salvo si se le instalan más caras y pesadas baterías.
500 km de autonomía haría obsoletos a los híbridos enchufables
Mejorar la autonomía, al tiempo que se reduce el precio de las baterías son los dos grandes caballos de batalla de la industria y el freno que impide la explosión de ventas de los eléctricos. Los fabricantes que tienen vehículos eléctricos en su gama se defienden argumentando que un 95% de los desplazamientos son menores a 100 km y sus coches son más que suficiente. Cierto… pero el público manda y quiere más. ¿Cuánto? La cifra de 500 km parece óptima (como el Tesla Model S que probamos). Y todo el mundo coincide que modelos así llegarán en 2020.
Uno de los que asegura que para finales de la década, los coches eléctricos será capaces de recorrer más de 500 kilómetros con una sola carga es el jefe de motores del grupo Volkswagen, el Dr Heinz-Jakob Neusser. Esto posicionaría a los eléctricos por delante de los híbridos enchufables, el paso previo y la gran apuesta actual, y de los coches con pila de hidrógeno.
El directivo de Volkswagen ejemplifica la evolución que tendrán las baterías con el ejemplo del e-Up eléctrico. En 2008 comenzó su programa de pruebas con baterías de una densidad energética de apenas 25-28 amperios hora (Ah) y ahora monta celdas de 36-37Ah. Hoy se trabaja con baterías de hasta 60Ah.
Baterías con nueva química, según Heinz-Jakob Neusser, además de mejores autonomías, alargará la vida útil de las baterías más larga. Y no sólo eso, pues el paso lógico a continuación debería ser poder cargar en un menor espacio de tiempo. Se habla de que, por los actuales 3.6 kW de los puntos de recarga públicos, se esperan potencias de 50, 80 o hasta 90 kW para satisfacer a los usuarios.
¿Soportaría la actual red eléctrica esa mayor demanda? Depende de los coches eléctricos que se vendan. Si estas predicciones se cumplen, con autonomías superiores a 500 km y precios más competitivos, deberían pensar cómo mejorarla de aquí a un lustro, pues parece que los ingredientes del despegue para el coche eléctrico ya están en el horno.
Vía: Motoring