España ha aumentado en 2,3 puntos su valoración en el indicador global de electromovilidad durante el segundo semestre de 2021. Para la medición se valora la penetración de vehículos electrificados y la instalación de infraestructuras de recarga de acceso público, y nuestro país ya ha alcanzado una puntuación total de 23,1 puntos sobre 100. Eso parecen buenas noticias, de no ser porque España aumenta su brecha con respecto al resto de Europa y mantiene las últimas posiciones del ranking del conjunto de los países analizados.
Así, la media del continente crece seis puntos, hasta una valoración de 51,6. Esta situación ha provocado que la distancia frente al resto del continente haya aumentado hasta 28,5 puntos en el último trimestre. En líneas generales, el crecimiento de dicha electromovilidad española viene marcado principalmente por la evolución del mercado, donde siguen subiendo las ventas pese al entorno de baja demanda. El plan MOVES III ya se está poniendo en marcha en algunas comunidades, lo que está sirviendo de impulso y será más patente en el último cuatrimestre.
En el ranking nacional, hay que destacar el fuerte crecimiento de las Islas Canarias y Navarra, hasta una valoración de 24,1 puntos. Estas cifras se deben en gran parte del incremento de las ventas de vehículos electrificados a lo largo del último trimestre. Al igual que estas regiones, en Madrid, las Islas Baleares y en Cataluña obtienen una puntuación por encima de los medios nacionales y encabezan el indicador global de electromovilidad de España. En contraposición, destaca Asturias, donde parece que la apuesta por la electrificación completa no convence.
En el último trimestre, España ha fijado un puntaje de 37,8 puntos, que supone un aumento de casi cuatro puntos con respecto al anterior. Pero aún con este destacado crecimiento, España todavía sigue demostrando un ritmo en la entrada de vehículos electrificados inferior al de los demás países europeos. La media del continente mejora en 10,8 puntos, colocándose con una valoración general de 84,5 puntos, muy lejos de nuestra media nacional. Esta situación refleja un ritmo de crecimiento muy diferente entre España y los países del entorno europeo.
Aunque se han multiplicado por cuatro las ventas de vehículos electrificados en España, en el segundo trimestre en comparación con 2019 (periodo pre-COVID), España aún se posiciona en los últimos puestos del ranking europeo, tan solo por encima de Hungría y de República Checa. Por tanto, España se distancia de los referentes en Europa, como es Noruega (+31,7 puntos) o los Países Bajos (+7,8 puntos) así como de países competidores de nuestro entorno, véanse los casos de Portugal o Francia con una valoración de 84,1 y 88,8 puntos, respectivamente.
En el contexto nacional, todas las CC. AA. logran una mejoría al compararlo con el trimestre anterior. El progresivo aumento de las ventas de vehículos electrificados en comparación con la fuerte caída del mercado global es el factor principal que explica este aumento. Las Islas Canarias se lleva la plata con más de siete puntos de incremento de su valoración, solo detrás de la Comunidad de Madrid, que obtiene una valoración de 55,4 puntos. Junto con esta pareja, únicamente las Baleares (39,6 puntos) y Cataluña (39,2 puntos) superan la media del país.
Sin embargo, lo que sigue siendo una tarea pendiente es la disponibilidad de una red de carga que dé respuesta a las necesidades del creciente parque electrificado. Con un leve crecimiento de siete décimas, la valoración general de España se sitúa en 8,3 puntos. Esta puntación hace descender a España con respecto al barómetro del trimestre previo, estando en la penúltima posición del ranking europeo (solo por delante de República Checa). Por su parte, la media del conjunto de los países europeos crece un punto y medio, hasta alcanzar una valoración general de 18,8 sobre 100, 10 puntos por encima de la puntuación obtenida por España.
Porque, a nivel de infraestructura, nuestro país cuenta con 11.847 puntos de recarga a lo largo de todo el territorio. Esto supone un crecimiento de apenas 330 nuevos puntos de recarga en el segundo trimestre de 2021. Este aumento se produce, principalmente, en la franja de entre 50 y 150 kW (96 % de 50 kW). Aunque la infraestructura siga progresando poco a poco, el nivel de desarrollo sigue siendo lento y vinculado a niveles de potencia bajos, donde el 86 % de la red actual de acceso público ofrece hasta 22 kW y tres horas de recarga, en el mejor de los casos.
“La electrificación del transporte es una herramienta fundamental para alcanzar los objetivos de descarbonización marcados por la Unión Europea y con los que nos hemos comprometido. Los últimos datos de este barómetro reflejan que se está trabajando, pero no con la suficiente agilidad y eficacia para que la electromovilidad sea la primera opción de los usuarios. El sector ya pone en el mercado una amplia oferta, pero falta ampliar la demanda”, destacó José López-Tafall, director general de Asociación Española de Fabricantes de Automóviles (ANFAC).
“Para ello, y pese al efecto positivo de planes de ayuda como el MOVES III o el recientemente anunciado Plan Cambia 360 en la ciudad de Madrid, es cada vez más urgente establecer una red de infraestructura de recarga de acceso público, tanto en ciudades como en corredores, que permitan al usuario tener la confianza suficiente en su compra de un coche electrificado. Tenemos un exigente objetivo de reducción de emisiones que, para alcanzarlo, será necesario multiplicar por 30 la actual red de puntos de recarga durante la próxima década”, añade.
Fuente: ANFAC