Como un medio relativamente barato de acceder al club de propietarios de la firma del cavallino rampante y ser partícipe de la vida del rock n’roll, este es quizás el coche perfecto para hacerlo: un Ferrari 308 GTS QV de 1984, una vez propiedad del famoso músico estadounidense James Newell Osterberg, Jr., más conocido por su nombre artístico Iggy Pop. El coche está en buenas condiciones, arranca y funciona sin problemas, pero podría necesitar un poco más de atención por parte de su nuevo dueño.
Pero al igual que ocurre con otros muchos vehículos, su punto fuerte es la asociación con una celebridad; véanse los casos del Delahaye 175 Cabriolet de Elton John o el Mercedes-Benz S600 (C140) de Michael Jordan. Y es que este es el mismo Ferrari que el “Padrino del Punk”, compró cuando se mudó a Miami, Florida, a finales de los 80. El propio Pop hablaría de ello algunos años más tarde en una entrevista de la revista GQ. “Era un coche maravilloso. Siempre que quería desahogarme, corría con él por las autopistas. Conduje la mierda fuera de ese vehículo”, dijo.
Construido en 1984 como un modelo de 1985, el 308 GTS QV pintado en Chiaro Blue fue comprado por la estrella de la música en 1998 en un concesionario de vehículos de ocasión (se desconoce su historia temprana). En la misma publicación de la revista enfocada en la moda, el estilo y la cultura masculina, se recuerda que alguien llamado John Malkovich figuraba como el propietario anterior del susodicho. Pop nunca se enteró ni se molestó en comprobar si era el mismo Malkovich que el actor, pero señaló que era “un nombre muy inusual” ya solo por ser una mera coincidencia.
Lamentablemente, Pop vendió el 308 GTS QV en 2002 después de tener un enfrentamiento con la policía mientras iba a 100 mph (161 km/h). Pensó que le pasaría algo terrible si no se deshacía del coche. Sin embargo, más tarde compró un Ferrari más nuevo, probablemente porque perdió su montura. Como sabemos, las nuevas generaciones tienen todo tipo de asistencias electrónicas que realmente pueden obstaculizar la sensación de disfrutar de una experiencia verdaderamente conectada con el vehículo. Por esa razón, el de Michigan todavía añora este equino azulado.
Lo curioso es que fácilmente podría lanzarse y comprarlo de nuevo con su poder financiero, pero por alguna razón, probablemente, no lo hará. Este Ferrari 308 GTS QV permaneció en Florida bajo el amparo de varios coleccionistas hasta 2016, cuando fue comprado por el vendedor actual y enviado a Reino Unido. Es uno de los 2.809 ejemplares fabricados con el volante a la izquierda, y ha recibido varias actualizaciones a lo largo de los años. Y si bien su odómetro marca 99.779 kilómetros, cierto es que el exterior presenta ciertas imperfecciones, pero nada importante.
La casa de subastas H & H Auctioneers se encargó de que este bello coupé ochentero encontrase un nuevo dueño. La buena noticia es que se estimaba que el deportivo italiano se vendiera entre 20.000 y 30.000 libras esterlinas (21.600-32.400 euros), algo que sí que se puede decir que es “asequible” tratándose de un Ferrari que encima perteneció a una entidad conocida en todo el mundo. La mala noticia es que fue acogido en otro hogar el pasado 16 de septiembre de 2020 por un precio de 40.500 libras (44.350 euros, aprox.), así que ya no es posible comprarlo, pero se puede ver en fotos.
Fuente: H&H Auctioneers
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