Los Ferrari America era los vehículos de serie de la marca italina más rápidos y potentes de la década de la época. Entre ellos destacaba, por sus prestaciones, el Ferrari 375 America, capaz de superar los 257 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en menos de siete segundos, cifras sobresalientes para los estándares de la época.
Se fabricaron apenas 12 unidades de la serie 375 del America. Ocho coupes con con carrocería de Pinin Farina (que luego pasaría a llamarse Pininfarina) y otros tres cupés con carrocería de Vignale, del que ya te contamos su historia. Pero lo que pocos conocían era que existió un Ferrari 375 America Vignale Cabriolet. carrozado también por Vignale, Enzo Ferrari lo vendió en persona a Bianca Colizzi, hija del director de cine italiano Giuseppe Colizzi.
El entonces joven e incipiente fabricante de automóviles italiano ideó la serie Ferrari America para atraer al mercado estadounidense. En la década de 1950, buscaban vehículos grandes con motores prodigiosos. Eso les dio Enzo. El 375 America estaba propulsado por el motor Lampredi V12 de «bloque grande» que utilizaban los Fórmula 1 de Ferrari y en sus coches de gama alta. El V12 de 4.522 cc de cubicaje. De ahí el nombre, por el desplazamiento de cada cilindro (376,8 cc que se redondearon a 375).
Entregaba 300 CV a 6.300 rpm, una cifra asombrosa para la época. La potencia se enviaba al eje trasero a través de una transmisión manual sincronizada. Al pedir su automóvil, la gente podía elegir entre una variedad de relaciones de transmisión final, dependiendo de si deseaban más aceleración o una conducción más relajada en carretera, a revoluciones más bajas.
El motor Lampredi fue el rey de la década de 1950. Se utilizaron en todos los coches hasta el 400 Superamerica de 1959, momento en el que se utilizó el Colombo V12 de menor cilindrada. Entre ellos, este Ferrari 375 America Vignale Cabriolet de línea majestuosa. Fabricado en 1954, salió de fábrica con con carrocería negra, con el interior en el mismo color y capota de tela color canela. Luego, con la misma pintura negra, se tapizó el interior en el cuero morado actual.
Destaca por ser el uno de los tres descapotables de bloque grande (con motores de 4.5 litros o más) construidos por Ferrari en la época. Y aún así, fue apartcado en un almacén un año después de su compra. Por suerte Luigi Musso, futuro piloto de fábrica de la Scuderia Ferrari lo vio y advirtió de su existencia a un ejecutivo de la aerolínea TWA, que pudo comprarlo y conducirlo en Italia un par de años, incluso en Monza.
Su dueño actual lo tiene desde hace más de 20 años y, si ahora nos hemos acrodado de este coche único es porque ha decidio ponerlo en venta. En la subasta que se celebró este pasado fin de semana de en Monterrey, California, pagaron por él 7.595.000 dólares. Una cifra acorde con lo especial del coche.
Fuente: RM Sotheby´s
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