La empresa británica Young Drive ha creado un prototipo de coche para que los niños de 5 a 10 años aprendan a conducir. El prototipo se llamará FireFly y será un vehículo completamente eléctrico y con dos plazas.
FireFly tendrá muchas de las cualidades y accesorios de los coches reales: frenos hidráulicos, faros traseros, intermitentes, suspensión independiente. Young Drive lo advierte ya desde su web: FireFly no es un juguete.
Las verdaderas diferencia de FireFly con un coche real son el tamaño y la potencia, datos que podemos comprender teniendo en cuenta el tipo de conductor al que va dirigido. El motor tiene una velocidad limitada a 16 km/h en su modo de «experiencia», aunque también contara con un modo de «seguridad» cuando sea utilizado en la vida real con conductores entre 5 y 10 años y la velocidad será limitada a la mitad.
El modo «seguro» también cuenta con otra característica: El coche frenará de manera automática en el momento que se encuentre con un objeto ya sea conduciendo de frente o marcha atrás. Esto no estará disponible en el modo «experimentado» de conducción.
Además, los padres del niño podrán tener un control remoto con el que detener el vehículo cuando este a más de 120 metros. Esta opción estará disponible tanto en el modelo»seguro»como en el modelo «experimentado».
El motor contará con dos baterías gemelas de hasta 12v, lo que permitirá que el coche funcione sin ningún tipo de alimentación durante 9 horas. El coche contará con una pantalla simulando una tablet que indicará la velocidad del coche y la duración de la batería.
Young Drive ofrece también una serie de variaciones en cuanto al diseño del coche incluyendo color, asientos tapizados en cuero, manejo del volante, indicadores de presión de las ruedas inalámbricos y un sistema de audio.
El prototipo estará disponible a partir de 2017 y será puesto en el mercado con un precio de 5.750 dólares.
Fuente: Young Drive
Vía: New Atlas