El freno de mano manual está desapareciendo, y es un hecho inevitable. Tan solo el 30% de los vehículos nuevos que se venden actualmente ofrecen la posibilidad de contar con este dispositivo mecánico. Algunos fabricantes como Jaguar, Land Rover, Lexus, Mercedes o Porsche, directamente lo han eliminado completamente de toda su gama.
Dentro de unos años, los frenos de mano manuales se unirán a los reproductores de casetes (y de CD en breves), ventanillas de accionamiento manual o las llaves de contacto. Tan solo sabremos de ellos porque pasarán a la historia. La sensación de agarrar fuerte la palanca y tirar fuerte hacia arriba se acabó. Parece que es un elemento demasiado arcaico para los tiempos que corren, donde lo electrónico ha desplazado a lo mecánico.
Los últimos sistemas constan de un simple interruptor o botón que activa un par de pequeños motores conectados a los frenos traseros, y un símbolo en el cuadro de instrumentos indica cuándo se han aplicado. La mayoría de los frenos de mano eléctricos se desconectan automáticamente cuando se acelera. Incluso muchos de ellos ofrecen una función de asistencia de arranque en pendiente como un beneficio de seguridad adicional.
El estudio realizado por CarGurus ha tenido en cuenta a 32 fabricantes para demostrar su hipótesis. En él se expone el gran descenso que ha sufrido el freno de mano manual en los vehículos nuevos. En 2018, el 37% de ellos lo equipaban o, al menos, lo ofrecían como opción. Si la tendencia del mercado sigue en el mismo o plan, o aumenta, en menos de un lustro habremos dejado de ver este elemento tan tradicional.
Si echamos un vistazo a algunos de los coches más populares en las carreteras europeas, podemos observar que del segmento D al F ya no hay frenos de mano manuales, y al segmento C poco le queda. Modelos el Volkswagen Golf, el Ford Focus, el Mercedes Clase A, el Tesla Model 3, el Volkswagen T-Roc o en el Tiguan ya ni siquiera lo ofrecen en sus gamas de acceso. Tan solo Suzukiy Dacia hacen gala de una palanca manual en toda su gama.
Es oficial, la muerte del freno de mano se acerca cuando los fabricantes cambian a frenos de estacionamiento electrónicos en grandes cantidades. “Han pasado rápidamente de ser una novedad a lo que nuestra investigación muestra que ahora es la norma” ha manifestado Chris Knapman, editor de CarGurus. “Dentro de los próximos años, esperamos que la cantidad de coches en venta con frenos de mano tradicionales disminuya aún más, probablemente solo en un número selecto de modelos de nicho”.
“Los frenos de estacionamiento electrónicos también son más fáciles de instalar que sus equivalentes manuales, y reemplazar una palanca por un simple botón libera más espacio en el interior de un automóvil. Útil quizás para un portavasos, dos”. Por el contrario, también quitará emoción a la conducción. Ya no habrá oportunidades para hacer un giro de 180º para impresionar a los colegas, será cosa del pasado.
Además, los dispositivos electrónicos ya han demostrado que son de una fiabilidad más dudosa que los mecánicos. Volkswagen llamó a revisión a 134.000 vehículos en 2017 en Reino Unido por problemas en su freno de mano eléctrico. El mismo año, Tesla reclamó a 53.000 coches a nivel mundial por el mismo problema, y otros fabricantes como Toyota o Audi tampoco se han librado de las fallas.
Fuente: Auto Express