Siempre ha habido muchas dudas sobre el futuro del automóvil puramente deportivo. Es una cuestión complicada, pues la normativa de emisiones se estrecha en torno a los vehículos de combustión más contaminantes y, al mismo tiempo, hay mucho debate sobre si los eléctricos pueden ser realmente deportivos. Ahora parece casi seguro que nos tendremos que acostumbrar versiones prestacionales de los coches en esa clave. De hecho, podríamos decir que el futuro de Audi RS está más que asegurado con la electrificación.
Es lo que se puede extraer de una entrevista reciente a Sebastian Grams, director de Audi Sport. Comenzó hablando sobre la fecha de caducidad que tiene la combustión para ellos. No dudó al decir que para el 2030 todos sus coches estarán electrificados, así que los que están por salir serán los últimos puristas. Sin embargo, la conversión será paulatina. Pues habrá también híbridos enchufables de alto rendimiento que estarán a caballo entre la combustión y la electricidad mura.
Sin embargo, la cuestión que más preocupa en esta transformación es el aumento de peso que conlleva la adición de los sistemas de propulsión eléctricos y las baterías. Puso como ejemplo el reparto de esos pesos en el Audi RS e-tron GT y que todavía tienen mucho que aprender en el camino para mejorar el rendimiento. De lo que no hay duda es de la aceptación que tienen los crossover en la marca de los cuatro aros y en el resto. Por eso, Grams también dejó claro que habrá más SUV de Audi RS con electrificación. No pretenden que haya de todas las carrocerías, pero el número aumentará.
Hablando de deportividad, era imposible no tratar el futuro de sus modelos más pasionales. Sobre el sucesor del Audi R8, dijo que estaban buscando opciones para hacer algo que estuviera a la altura y se ciñese a las necesidades actuales. Sobre el icónico Audi TT tampoco dió detalles significativos más allá de alabar la edición de despedida. Terminó hablando de su irrupción en la Fórmula 1 y de cómo podrían ganar visibilidad y cierta experiencia gracias a esta competición, que no le quitará presupuesto a los vehículos de producción.
Fuente: Autocar