Si hay un material que lo promete casi todo, ese es el grafeno. Y la última de sus casi infinitas aplicaciones llega desde Reino Unido, donde están intentando fortalecer materiales de construcción como el hormigón y el asfalto.
No es una idea en el aire, sino que ya se han puesto manos a la obra, usándola al volver a asfaltar una carretera, en concreto un tramo de la autopista A1.
El grafeno está compuesto por una serie átomos de carbono dispuestos en un patrón en forma de panal. Por eso ofrece una resistencia y flexibilidad increíbles. Al incorporarlo en materiales como el asfalto, los científicos esperan desarrollar carreteras que duren mucho más y cuesten menos de mantener. No es mala idea, sabiendo que en España nos quieren hacer pagar por usar las carreteras.
No es una idea original británica, ya que en 2017 un par de empresas italianas ya habían desarrollado un material asfáltico con algo de grafeno, intentando que se ablandase con temperaturas altas o agrietar cuando hace frío. Sin embargo, ahora los ingleses harán algo diferente. Su proyecto consiste en afregar grafeno «crudo» en tres millas (4,8 km) en el norte de la A1. Y luego, sobre ella, aplicar el asfalto.
Las pruebas de laboratorio, en la Universidad de Manchester, han sido un éxito y ahora se verá cómo se comporta en el mundo real. Dentro de muy poco, el 3 de noviembre, se completa la repavimentación y a partir de ahí se va a monotorizar para ver cuánto se prolonga la vida útil de la carretera.
Fuente: National Highways