¿Qué pasaría si Infiniti diseñase un coche con la única intención de incordiar a los sedanes de alto rendimiento de los que tanto presumen Mercedes Benz, Audi y BMW? El resultado podría ser el Infiniti Q50 Eau Rouge Concept que la marca ha presentado en el Salón de Detroit 2014.
El coche, todavía con el apellido «concept» se basa claramente en el nuevo Infiniti Q50. Pero ojo, que hablamos del estilo general, ya que de los detalles del Eau Rouge lo diferencian claramente. Es más bajo y ancho y cuenta con unos paragolpes de nuevo diseño, unas llantas forjadas de 21 pulgadas de diámetro, un alerón trasero sobredimensionado y un sistema de escape deportivo con dos salidas.
Además, diversos elementos de la carrocería están realizados en fibra de carbono para aligerar el peso del vehículo. Es el caso de los faldones laterales, el techo, las carcasas de los retrovisores exteriores, la parte inferior del paragolpes delantero o el difusor aerodinámico trasero (que por cierto, integra una luz de freno de estilo F1. De hecho, Eau Rouge es una de las curvas más famosas del cirucito belga de Spa- Francorchamps).
Según Infiniti, algunos elementos aerodinámicos están inspirados en los monoplazas de Fórmula 1 de la escudería Red Bull Racing, con quien ha colaborado para el desarrollo de este prototipo.
En el interior, también se han recubierto de fibra de carbono de color rojo algunos elementos, como los paneles de las puertas o parte de la consola central. El volante también es distinto y está recubierto de piel vuelta.
No hay datos acerca del motor pero Johan de Nysschen, presidente de Infiniti, apuntaba alto: «Si fabricásemos este coche, yo esperaría que contase con más de 500 CV de potencia y más de 800 Nm de par máximo. Creo que nuestros ingenieros han estado esperando por un proyecto como este».
Puede parecer una bravuconada, pero no lo vemos así. El Q50 es el primer modelo de la nueva Infiniti, una marca en proceso de reinventarse. Quiere marcar distancia entre la anterior Infiniti y su empreza matriz (Nissan), fabricando automóviles realmente premium. Y el Q50 es el primero. Su reputación entre los consumidores americanos está mejorando y ahora necesita que la idea cale en Europa. Por eso necesita un Eurofighter, un modelo que le de prestigio, que sea capaz de amedrentar a los buques insignia que lucen las siglas AMG, M y RS.
Cierto, eso son palabras mayores. Actualmente, el Q50 está disponible en dos versiones: un híbrido (gasolina y eléctrico) de 364 CV y un diésel, de 170 CV. No se trata de tener un modelo prestacional para ganar volumen de ventas, sino de hacer ver que son capaces de hacer un coche realmente excepcional. Por eso decimos que lo fabriquen. No por nosotros (que también), sino porque lo necesitan en esta nueva etapa. Deben llamar la atención, más allá de participar en la Fórmula 1.
¿Qué debería tener bajo el capó un hipotético Infiniti Q50 Eau Rouge de producción? El motor de Godzilla, el Nissan GT-R sería demasiado difícil de encajar en un sedán del tamaño del Q50, así que podríamos esperar un V6 o un V8 de aspiración natural. O puede que los ingenieros opten por algún diseño de Daimler AG, dueña de Mercedes y que tienen una alianza con Renault Nissan. Pero dejémonos de hablar. Señores de Infiniti, fabríquenlo ya.
Fuente: Infiniti
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