El Mercedes Clase E es uno de los modelos que tiene una familia más amplia en la marca alemana. A la carrocería clásica de berlina se suman la familiar Estate, la de tres puertas Coupé, la descapotable Cabrio o la aventurera All-Terrain. Esta generación fue presentada en 2016 y destacaba principalmente por su avanzada tecnología y seguridad. De hecho fue el primero de producción en obtener licencia de pruebas para conducción autónoma en Nevada (Estados Unidos).
El Clase E fue el primero en alcanzar esta nueva dimensión en cuanto a asistencias a la conducción y ahora sus sistemas se han implementado y mejorado en el nuevo Mercedes Clase S, buque insignia de la marca. Los objetivos son muy claros: facilitar al conductor la tarea de la conducción, reconocer peligros y evitar accidentes o reducir su gravedad advirtiendo a tiempo, asistiendo en la reacción e interviniendo en caso necesario con medidas de seguridad individuales y adaptadas a cada situación.
Ahí es donde entra en juego el Intelligent Drive, un conjunto de sistemas de seguridad que convierten al Clase E en uno de los referentes del mercado. La información es recopilada por elementos como sensores, radares o las cámaras del parabrisas (estereoscópica y de 360º). Todos los datos son analizados y procesados para actuar en caso de peligro. Como estos sistemas no conviene probarlos en carretera abierta por seguridad, ahora hemos podido probarlos a fondo en circuito.
Intelligent Drive de serie
Por suerte, toda la Clase E de Mercedes cuenta con algunos de estos sistemas de serie. El ejemplo principal es el servofreno de emergencia activo, que utiliza el radar frontal del coche y ha sido mejorado. Analiza la distancia y la velocidad del vehículo que nos precede de forma constante funcionando entre los 7 y los 250 km/h en caso de coches en movimiento o entre los 7 y 80 km/h en coches parados o peatones.
Lo primero que hace es este sistema en caso de un riesgo potencial de colisión es avisar al conductor mediando señales acústicas a la vez que calcula la fuerza de frenado para evitar el impacto. Si la persona reacciona pisando el freno, el sistema ayuda intensificando dicha frenada si fuera necesario. Si el conductor no reacciona y el riesgo sigue aumentando, el coche llega a hacerse cargo de la situación y es capaz de frenar de forma autónoma.
Nos advierten de que no es infalible, es posible que no consiga evitar siempre la colisión, pero sí que reduce la gravedad de la misma. Tras varios intentos probando estos sistemas con las réplicas del vehículo y del peatón parados en circuito, nos sorprende su efectividad. Si no se sobrepasan los 60 km/h se consigue evitar el impacto, quedando el coche a unos pocos centímetros del objeto. Eso sí, si damos una orden que contradiga al coche (si aceleramos cuando el sistema ha empezado a trabajar), esta función se desactivará.
Además del servofreno de emergencia activo, hay otros sistemas que vienen de serie en el Mercedes Clase E. Hablamos de la frenada adaptativa con asistente de viento lateral, del Tempomat (control de crucero adaptativo), el Attention Assist (detecta el agotamiento o la distracción del conductor) o el Pre-Safe (sistema preventivo de protección de los ocupantes). También habrá muchas más cosas de forma opcional.
Intelligent Drive nextLevel (opcional)
En la lista de extras de los Mercedes Clase E están otros sistemas de asistencia a la conducción como el Drive Pilot. Con él se puede acceder a una conducción semi-autónoma, pues es capaz de llevar a cabo varias tareas. Cuenta con piloto automático de dirección, tolerancia ampliada de la advertencia hands-off (te avisa a los 30 segundos sin estar con las manos en el volante) y asistente activo de parada de emergencia (si no se ponen las manos tras múltiples señales ópticas y sonoras piensa que el conductor se ha dormido, activa las luces de emergencia y frena progresivamente).
Por si fuera poco, con el piloto automático de distancia Distronic es capaz de mantener la distancia de seguridad respecto al vehículo que precede y se adapta a la velocidad de la vía con el piloto automático de velocidad límite que se conecta al Comand Online. Cuenta con detector activo del cambio de carril para que con solo tocar el intermitente más de dos segundos el coche cambie de carril (en vías de varios carriles entre 80 y 180 km/h).
Con este paquete opcional se suma el servofreno de emergencia activo con función para cruces, una función avanzada que le da un plus de seguridad. Con ella el coche es capaz de detectar el tráfico transversal en movimiento mediante sus sensores de radar y la cámara estereoscópica y actuar en consecuencia. Lo probamos con una réplica de coche que se movía a través de una pasarela y es capaz de evitar el impacto deteniendo el coche hasta una velocidad máxima de 70 km/h. Aún así, el sistema está activo entre los 7 y 250 km/h para intentar mitigar el impacto.
Otro de los sistemas que estrena el Mercedes Clase E es el asistente de maniobra evasiva. Con él, el coche se prepara ante un obstáculo y nos ayuda si hay que hacer una maniobra de emergencia para evitar el impacto. Lo hace adaptando la dureza de la dirección y guiando al conductor mediante impulsos para que haga la maniobra correctamente. En ningún caso se hace de forma autónoma, tiene que ser la persona quien tenga la iniciativa.
De forma opcional también está disponible el piloto automático para aparcar a distancia. Con ayuda del Parktronic y de la cámara de 360º el coche es capaz de encontrar una plaza adecuada sin necesidad de poner el intermitente. Una vez detectada, el coche da la opción de hacer la maniobra de forma automática con el conductor dentro o fuera del vehículo. Si se decide hacerla a distancia hay que salir del coche con la llave y el smartphone en mano.
Bastará con abrir la aplicación de Mercedes y mantenerse cerca del coche. Con el dedo hay que hacer círculos de forma constante para autorizar la maniobra, si dejamos de tocar la pantalla del móvil el coche se parará. Lo probamos y la única desventaja es que en algunos casos el aparcamiento tarda más que si lo hiciéramos de forma manual. También es capaz de sacar el vehículo de la plaza sin tener que montar en él.
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