El plan de la Comisión Europea (CE) de permitir solo los vehículos eléctricos por baterías (BEV) y pila de combustible (FCEV) en el mercado europeo a partir de 2035 ha sido un dramático giro de los acontecimientos para la industria automotriz y los consumidores. Esto ha obligado a que los fabricantes adopten medidas drásticas para financiar el cambio hacia la electrificación total de sus gamas, abandonando el desarrollo del motor de combustión interna.
Esto último ha sido motivo de crítica por parte de un grupo de ingenieros mecánicos expertos de la Asociación de Industria de Ingeniería Mecánica (VDMA), un grupo de empresas alemanas y europeas con sede en Frankfurt. Esta defiende que los combustibles fósiles son el problema, no la tecnología de las mecánicas de combustión interna. Argumenta que el plan de la Unión Europea (UE) pondría en riesgo 160.000 puestos de trabajo en el Viejo Continente y pondría en peligro la fuerza industrial del mismo.
Karl Haeusgen, presidente de la VDMA, declaró: “En lugar de prohibir efectivamente el motor de combustión limitando todas las emisiones del tubo de escape a cero, se deben utilizar todas las opciones de conducción respetuosas con el medioambiente. El motor de combustión interna alimentado por eFuels verdes y neutros en CO2 sigue siendo un complemento necesario para la electrificación del transporte por carretera. Después de todo, el problema no es el motor, sino los combustibles fósiles utilizados hasta la fecha”.
El plan de la Comisión Europea para perseguir la buscada eliminación gradual de las mecánicas de combustión interna se está discutiendo actualmente en los comités del Parlamento de la UE. Casualidad o no, esta noticia llega tras el lanzamiento del nuevo programa de evaluación Green NCAP, el cual buscará demostrar que algunos de los coches eléctricos más voluminosos pueden no ser tan ecológicos como se pensaba anteriormente.
Marcas como Porsche han invertido grandes cantidades de dinero en combustibles sintéticos y biocombustibles, aunque es justo decir que algunas otras investigaciones han puesto en duda su ecología práctica. Sea como fuere, la VDMA ve en riesgo la fuerza industrial de Europa con una eliminación rápida y legal del motor de combustión interna. “La UE renunciaría a su papel de liderazgo tecnológico e industrial en el motor térmico en favor de otras áreas adheridas a la apertura tecnológica”, enfatiza Hartmut Rauen, director general adjunto de VDMA.
“Una mayor diversidad de tecnologías de propulsión climáticamente neutras, por otro lado, reduce la dependencia de las escasas importaciones de materias primas y aumenta la resiliencia económica”, añade. Además, la escalabilidad de las aplicaciones automotrices del eFuel es necesaria para habilitar tecnologías de conducción respetuosas con el clima en otras aplicaciones, como maquinaria de construcción, maquinaria agrícola, vehículos municipales o el sector del transporte.
“Incluso en la flota existente, no será posible sin eFuels. Por lo tanto, apoyamos una implementación abierta a la tecnología de la regulación de la flota que incluya un mecanismo de crédito voluntario para combustibles sostenibles y renovables. Dicho mecanismo está sobre la mesa y podría implementarse rápidamente como parte del proceso legislativo Fit-for-55”, concluye Rauen.
Fuente: VDMA