Si la semana pasada analizábamos el nuevo y superlativo Mercedes Clase E 63 AMG, llega el turno ahora de conocer en profundidad la versión más potente de la berlina de línea deportiva de la gama, el Mercedes CLS. Las cifras de prestaciones que alcanza asustan. La marca de la estrella ha decidido dar un golpe sobre la mesa en forma de números mareantes para las versiones AMG de sus modelos… que ya miran por el retrovisor a las alternativas de sus vecinos germanos de Audi y BMW (que tendrán que ponerse las pilas).
Lo primero que mira alguien en cualquier preparación AMG son las prestaciones. El propulsor V8 biturbo recibe muchas mejoras. Mantiene sus 4.461 cc y ahora la friloera de 557 CV de potencia, 32 CV más que el anterior Clase CLS 63 AMG de 2011 (que rendía 525 CV, aunque con el Performance Package la potencia alcanzaba los 555 CV). El par máximo se queda en 720 Nm entre las 1.750 y las 5.250 revoluciones por minuto.
Una gran novedad es que ahora puede optarse por la tracción total en este modelo (distribuye el par motor en una proporción de 33% al eje delantero y 67% al eje trasero). El Mercedes CLS 63 AMG 4MATIC, que así se llama, apuesta así por la seguridad cuando el firme se vuelve más resbaladizo. Y como decían en Superratón, aquella serie de dibujos animados… «No se vayan todavía, aún hay más». Porque hay un tercer escalón de potencia, el Mercedes CLS 63 AMG 4MATIC S-MODEL cuya potencia sube hasta los 585 CV. Por supuesto, todas estas motorizaciones estaán presentes en el CLS Shooting Brake, la carrocería familiar cuya versión 63 AMG conocíamos el pasado verano.
A pesar de que pesa prácticamente dos toneladas y media, los consumos de esta nueva generación de superberlinas deportivas es bastante contenido, ya que se queda en 9,8 litros/100 kilómetros (10,1 litros en el Shooting Brake y 10,4 litros del S-Model). Las emisiones de CO2 van desde los 231 gramos de CO2 por km del CLS 63 AMG hasta los 248 g/km del CLS 63 AMG 4MATIC S Shooting Brake. Tan limpio que el CLS AMG cumplirá con la normativa de emisiones Euro VI por vez primera.
El Mercedes Clase CLS 63 AMG 4MATIC S MODEL acelera de 0 a 100 km/h en 3,6 segundos, a la par del Mercedes SLS AMG Black Series. La carrocería familiar, el Shooting Brake, apenas necesita una décima más (3,7 segundos), pero dos décimas menos que el Audi RS6 Avant, el gran rival que tendrá en un mercado con el que muchos soñamos… Los CLS 63 AMG y CLS Shooting Brake 63 AMG se conforman con «apenas» 4,2 y 4,3 segundos respectivamente.
Para distinguir al rey de reyes de esta fabulosa trilogía, el Mercedes CLS 63 AMG S-MODEL, habrá que fijarse en sus pinzas de freno rojas, y la placa con la S en la tapa del maletero, además del emblema AMG.
En su interior, el S-Model cuenta con costuras en contraste gris en los asientos deportivos AMG, cuyos reposacabezas incorporan exclusivos emblemas en relieve. Las costuras se repiten En los paneles centrales de las puertas, los reposabrazos y la consola central. Los cinturones de seguridad tienen detalles plateados, para contrastar con el interior negro.
El cuadro de instrumentos AMG con un nuevo diseño cuenta con un logo S AMG logo en el velocímetro, que llega a los 320 km/h, y donde también hay aplicaciones rojas. El volante también está tapizado en piel de nappa y su parte inferior ha sido rebajada. Los listones de umbral están iluminados en blanco.
Los CLS 63 AMG 4×2 y 4×4 estarán a la venta en abril, mientras que para el S-Model habrá que esperar hasta junio. Los precios todavía se desconocen.
Fuente: Mercedes
Galería de fotos: