Parece que en la actualidad no hay hueco para aquellos motores grandes que nos entusiasmaban hace unos años. La estricta normativa de emisiones están llevando a que las mecánicas reduzcan sus cilindradas o que se pasen a la electrificación para sobrevivir. Por eso el motor V12 de Mercedes-AMG podría tener los días contados, concretamente cuando finalice el ciclo comercial del actual Mercedes-AMG S 65, que está disponible en varias carrocerías.
Ese podría ser el último modelo en montar el superlativo V12 biturbo de 6.0 litros que rinde 630 CV en este caso. Lo confirmaba Tobias Moers, máximo responsable de AMG, en unas declaraciones durante el pasado Salón de París. Los de Affalterbach parecen haber tirado la toalla con el doce cilindros, sin embargo, su apuesta se mantiene firme con el V8. Parece que esta mecánica todavía tiene recorrido y será la protagonista en los vehículos más deportivos y prestacionales.
El actual V8 biturbo de 4.0 litros que se utiliza en distintos modelos y versiones de la marca de la estrella es considerable como un bloque bastante eficiente. Para adaptarse a los duros tiempos que están por venir podría combinarse con un sistema eléctrico para alargar su ciclo vital. Con esa solución tan socorrida en la actualidad se conseguiría rebajar sus emisiones y consumos con el objetivo de adaptarse a las estrictas normativas.
Ya se habla de una primera aplicación de este sistema híbrido con el motor V8 en el Mercedes-AMG GT 4 puertas. Con una pequeña mecánica eléctrica la potencia del conjunto podría superar los 800 CV y ofrecer unas prestaciones de auténtico superdeportivo. Aunque todavía es pronto para dar más detalles, de hecho, el propio Moers tampoco se atreve con las predicciones. El directivo afirmó que las estrategias se van ajustando continuamente y que no miran más allá de un plazo de cinco años.
Fuente: Go Auto