No parece tener grandes cambios estéticos y los rumores apuntan a que será un upgrade de equipamiento de la generación R35, parece que el Nissan GT-R será otro gran coche de ensueño que apunta a que desaparecerá el próximo año del mercado japonés al igual que hizo en nuestro mercado por un tema de regulación de emisiones. Desde el imperio del sol naciente nos llega esta nueva tanda de rumorología sobre el siguiente paso del GT-R antes de que se despida de la producción de conducción para pasar a ser un coche eléctrico.
En esencia el nuevo GT-R mantendrá la misma estética agresiva que el lavado de cara de 2024 y los cambios estarán más enfocados al rendimiento y exclusividad del coche. Si lo pensamos fríamente, para qué invertir en el exterior si ya es un coche espectacular, ¿no?
La historia que habla por sí sola
El Nissan GT-R, también conocido como «Godzilla», es un ícono en nuestro mundo y en nuestros sueños. Su historia se remonta a la década de 1960, cuando Nissan comenzó a desarrollar vehículos de alto rendimiento bajo la marca Skyline. Sin embargo, fue en 1989 cuando el GT-R ganó fama mundial con el lanzamiento del Skyline GT-R R32. Equipado con tracción en las cuatro ruedas y un motor turboalimentado, este modelo dominó las pistas de carreras y las calles, ganándose el respeto de los entusiastas del automovilismo en todo el mundo.
A lo largo de las décadas siguientes, el GT-R evolucionó constantemente, ganando en potencia, tecnología y prestigio. En 2007, Nissan lanzó la versión R35 del GT-R, que marcó un nuevo episodia en la reputada historia de este automóvil con su avanzada tecnología y su rendimiento de locura. Con un motor V6 twin-turbo y tracción en las cuatro ruedas, el GT-R R35 se convirtió en un referente en términos de aceleración, manejo y velocidad, todos queríamos uno y todas las películas de coches tenían uno.
Desde entonces, el GT-R ha seguido evolucionando con actualizaciones periódicas que han mejorado aún más su rendimiento y su capacidad de manejo. Además de su éxito en las pistas de carreras, el GT-R también ha ganado un lugar en la cultura popular, gracias en parte a su aparición en videojuegos, películas y programas de televisión. En 2025 posiblemente tengamos que decir adiós en la distancia a este coche, que más que un coche, es un sueño hecho realidad.
El último baile
En la última iteración del GT-R, el foco está puesto en la perfección de los detalles. Las versiones Premium Edition T-Spec y Track Edition ahora reciben un tratamiento de rendimiento mejorado incluyendo anillos de pistón, bielas y cigüeñales de peso equilibrado de alta precisión, una característica que antes solo se encontraba en la Nismo Special Edition. Este refinamiento es más que una mejora técnica; es un tributo a la dedicación de los artesanos detrás del volante de todas estas generaciones.
Estos componentes internos optimizados no solo prometen revoluciones más rápidas y una aceleración del turbo, sino que llevan consigo una historia de artesanía y dedicación, es muy romántico si lo piensas. Cada motor lleva placas de aluminio especiales que exhiben el nombre del ingeniero que trabajó en él, junto con placas doradas que adornan su compartimiento, destacando la meticulosidad y la maestría que va en la creación de cada unidad.
Bajo el capó bailará el motor de 3.8 litros V6 biturbo, un motor que ha sido refinado para alcanzar nuevas alturas de potencia y rendimiento. Con 565 CV (421 kW / 573 PS) en el GT-R estándar y 600 CV (447 kW / 608 PS) en la versión Nismo, este ingenio mecánico es la culminación y el homenaje a décadas de experiencia y desarrollo continuo.
El legado del Nissan GT-R 2025 continúa con su disponibilidad para reservar exclusivamente en Japón a unos precios que se estima comiecen en ¥14,443,000 (89.000€) para el GT-R Pure Edition y que puedan llegar a ¥30,613,000 (190.000€) para el exclusivo GT-R Nismo Special Edition. Aunque los detalles sobre la producción siguen siendo un misterio, los rumores sugieren que la disponibilidad del Nissan GT-R 2025 podría limitarse a 1.500 unidades, añadiendo un aura de exclusividad a este icono del motor.
Si esto de las 1.500 unidades se lleva a la práctica tendremos que hablar en unos años de exclusivas subastas en Sotheby´s sobre los últimos Godzillas que habitaron la tierra. Igual que soñamos hoy, soñaremos entonces.
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