El número de fallecidos en carretera el pasado año acabó con 13 años de descensos de víctimas. El balance se cerró con al menos 1.160 muertos en el asfalto, 29 más que en 2015. Cierto es que las cifras hay que analizarlas mejor, que no se tienen en cuenta los kilómetros recorridos (en 2016 hubo 392 millones de desplazamientos, un 5% más que en 2015, gracias a la mejoría económica y los precios bajos de la gasolina el pasado ejercicio tienen que ver en ello) y que se está muy lejos de las cifras de, por ejemplo, el año 2003, cuando se contabilizaron 5.399 víctimas mortales.
El caso es que la DGT no se duerme en los laureles y el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha presentado ante la Comisión de Seguridad Vial y Movilidad Sostenible una serie de medidas que pretenten implicar a muchos más organismos en la seguridad vial. Algunas todavía deben ser aprobadas, pero el cambio de perspectiva para reducir la siniestralidad resulta interesantes:
1. Adelantamientos más seguros
Es importante saber cómo adelantar correctamente. Pero también puede hacerse mucho en este sentido desde el lado de las infraestructuras. Se pretende analizar los tramos de carretera convencional con mayor siniestralidad para, a partir de ahí, pintar líneas continuas dobles en zonas críticas e incluso balizas de separación. En principio se prevé actuar en 1.000 km, con un presupuesto de 800.000 euros y el apoyo del Ministerio de Fomento.
2. Delimitaciones del carril con guías sonoras
Los datos indican que 2015 fallecieron un total de 971 personas en vías convencionales. De ellas, 451 perdieron la vida en accidentes con salida de vía y colisiones frontales. De ahí que a partir de ya vayamos a encontrarnos muchas más bandas rugosas en los bordes de la calzada y, como te contamos, también en el eje de la misma.
Esta medida cuenta con 5 millones de euros de presupuesto y ya se ha comenzado a actuar en 3.000 km de carreteras. Las cifras esgrimidas por el ministro no dejan lugar a la duda: el riesgo de salida de vía se reduce un 67 % y el riesgo de colisión frontal, en un 29 %.
3. Cruces inteligentes
Hay un montón de cruces en España, sobre todo en carreteras poco transitadas, que los conductores no respetan. Pero eso no implica que no exista el peligro, sobre todo si un coche se acerca… y el conductor no lo ve. La respuesta llega de mano de la tecnología: cuando se aproxime un vehículo al cruce, se activa un panel luminoso para advertir de su presencia y de este modo alerte a otros conductores. Esta medida comenzará a implementarse en 45 cruces identificados como peligrosos y contará con 2,4 millones de euros de presupuesto.
4. Más avisos de velocidad
Se pretende acabar con la idea del afán recaudatorio de la DGT. De ahí que a partir de ahora vayamos a ver más radares pedagógicos (como el de la imagen superior, en Cataluña), que en lugar de multar advierten de la velocidad a la que se va e indica si se cumple o no con la ley. Se invertirá un millón de euros en colocar 250 en puntos clave (accesos a poblaciones, curvas cerradas…)
5. Radares en lugares clave
El objetivo (ojalá se cumpla) es instalar radares en función de la siniestralidad existente por exceso de velocidad. En principio se instalarán 60 nuevos radares fijos en esos tramos, con una inversión de 1,5 millones de euros.
Ojo, esto no implicará que no se persiga el exceso de velocidad, sino que se advierta de otros modos. Un ejemplo es mostrar la matrícula del vehículo que sobrepase la velocidad máxima permitida, a modo de escarnio público (ya se hace en Andalucía y Cataluña). En un principio los veremos en 15 tramos (100.000 euros de inversión). Y si alguno sobrepasa por un amplio margen los límites… podrán enviarse esos datos a la Guardia Civil.
Radares móviles «identificados»
Cualquier conductor ha visto que, ante la presencia de un radar móvil, se pisa el freno…. y se genera una situación peligrosa. ¿Cómo evitar eso? Pues advirtiendo de la presencia de los radares móviles. ¿Cómo? Todavía no se ha definido, pero imaginamos que habrá advertencias que el tramo por el que se circula está siendo vigilado (o es susceptible de estarlo). Se dedicarán nada menos que 1,5 millones de euros a esta medida.
6. Cinturón de seguridad
Resulta sorprendente que existan conductores (y pasajeros) que no se pongan el cinturón de seguridad en todo momento. Si eres uno de ellos, te recomendamos ver este vídeo. Y si no te convence, debes saber que habrá a partir de ahora 200 cámaras más para vigilar su uso. ¿Dónde estarán? Su ubicación será pública y se informará en la página de la DGT.
No todo será multar. También habrá muchas más señales para recordar que el uso del cinturón de seguridad es obligatorio. Es escalofriante conocer el dato que el 23 % de los fallecidos en carretera no lo utilizaban cuando se produjo su siniestro.
7. Puntos negros mejor definidos
A quienes acostumbramos a leer (y escribir) sobre seguridad vial nos hierve la sangre cuando vemos los informes sobre tramos peligrosos. Por su número… y porque siempre son los mismos. Ahora se va a emplear una nueva metodología para determinarlos (actualizando periódicamente los datos de los siniestros que sucedan), más acorde con el sistema que emplean otros países europeos. No tiene sentido tampoco, a nuestro entender, encontrarnos en la lista tramos de cientos de kilómetros. Sabemos que se señalizarán 1.200 tramos, con un presupuesto de 600.000 euros.
Al hilo de esto, el Ministerio del Interior anunció también que los agentes de Tráfico de la Guardia Civil serán reordenados, una vez que se determine cuándo y dónde hay que reforzar el servicio.
8. Ciclistas más seguros
Se baraja crear un Plan Estatal sobre la bicicleta (que podría tener repercusiones legislativas, como el uso de un carné para ciclistas). Por ahora la cosa se queda en crear rutas ciclistas seguras, ampliando las señales en tramos muy empleados por bicicletas, con limitaciones de velocidad en días y horas concretas. Se actuará de inicio en 49 tramos, que recibirán 200.000 euros de inversión. Mientras tanto, recordamos nuestros consejos de seguridad para ciclistas y también para conductores.
9. Campañas de sensibilización
En principio, pivotará sobre tres ejes:
- Campaña de sensibilización sobre distracciones: Es el principal factor de riesgo, sobre todo desde que el móvil se incoporó a la conducción. Habrá tres piezas audiovisuales.
- Campaña de sensibilización con testimonios reales: Funcionó muy bien en Cataluña dar voz a las víctimas de tráfico en sus campañas, más enfocados a la concienciación que al dramatismo puro y duro de antaño.
- Plan Estatal de Educación Vial: Se contará con todas las Administraciones, públicas y privadas, para fomentar la educación desde la base, las escuelas. Tan sólo se habla de «nuevas metodologías, sin concretar más.
- Guía de buenas prácticas: Tal y como manda la Comisión Europea en materia de Seguridad Vial, los ayuntamientos contarán con elementos para mejorar su seguridad vial. Muy bonito todo, pero por ahora sin dotación presupuestaria.
10. Mejoras en clave política
El ministro promete revisar la actual estrategia sobre Seguridad Vial, evaluando qué funciona y no. Para ello se trabajará en tres caminos:
- Ley de Seguridad Vial: Se habla desde hace tiempo de la reforma de la Ley de Seguridad Vial… que nunca llega. La idea es consensuar los cambios con todos los grupos parlamentarios.
- Consejo Superior de Tráfico: este órgano consultivo, creado en 2003, debería retomar su actividad. Su primer trabajo es esbozar el Plan Estatal de la bicicleta.
- Pacto de Estado: Por fin se advierte que la seguridad vial no depende exclusivamente de la DGT. Es necesaria una coordinación eficaz con Fomento, Educación, Industria, Sanidad… algo que ocurre ya en otros países.
Estas actuaciones suman 11,7 millones de euros. Ahora toca trabajar sobre estas propuestas, sobre todo las menos definidas… y que las ideas (algunas muy buenas y esperadas) no se las lleve el viento.
Fuente: DGT, Motorpasión