El pasado fin de semana, el Ministerio de Agricultura colgó en su página web el Plan nacional de calidad del aire y protección de la atmósfera 2013-2016. Se da un paso importante, el de reconocer los «niveles de contaminación preocupantes para la salud humana”… y abre el camino a penalizar fiscalmente a los coches más sucios.
El único camino posible es reformando el impuesto de circulación, basándose en el principio de “quien contamina, paga”. Hoy en día, el impuesto de circulación grava en función de la potencia fiscal de los motores. El ministerio quiere que se pague según el grado de contaminación que emiten los vehículos (dióxido de carbono, óxidos de nitrógeno y partículas). Y claro, ahí entran de lleno muchos coches diésel (sobre todo los antiguos), los más peligrosos para la salud.
No es la primera vez que se se intenta algo parecido. EL anterior gobierno socialista presentó el Plan de calidad del aire en 2011, que pretendía igualar fiscalidad del diésel y la gasolina. El ministro Arias Cañete se lo cargó (para adecuarlo)… aunque incluso dentro de su partido Gallardón propuso penalizar el diésel. No fue escuchado por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), que es clave en este asunto ya que son los municipios quienes recaudan el impuesto.
Quizá por eso se están haciendo cuentas, para que “ningún Ayuntamiento pierda ingresos por aplicar el nuevo impuesto”. Además de «castigar» a los coches diésel los vehículos más antiguos, que contaminan más, deberían pagar acorde con sus emisiones. El borrador, en exposicón pública y que admite presentar objecciones hasta el día 4 de marzo, propone fijar un tipo impositivo mínimo y otro máximo para que las ciudades tengan margen de maniobra, ya que, como puedes ver en el mapa, la contaminación no es en absoluto equiparable en un lugar o en otro. El plan, además de incluir estudios de contaminación en Secundaria incluye estos puntos:
- Limitar o prohibir la entrada de coches sucios. Según el plan, fueron las Administraciones locales las que solicitaron al Gobierno que modificara “el marco legal para poder actuar de forma armonizada y coordinada ante episodios de contaminación, limitando o prohibiendo la entrada de los vehículos más contaminadores”. El ministerio quiere determinar qué es un episodio de contaminación y qué medidas se pueden tomar. El País señala que también podría haber limitación a la circulación de taxis en vacío y restricción a vehículos comerciales y de reparto. Hace un tiempo vimos las soluciones de otras ciudades a los altos niveles de polución.
- Zonas de bajas emisiones en las ciudades. Ya existen en otros países como Alemania o Italia, donde sólo se puede circular si el vehículo cumple unas determinadas características de emisiones. La idea es crear un marco normativo estatal, que indique cómo designarlas y señalizarlas, para empezar a aplicarse en 2015.
- Etiquetas de colores. El Gobierno tiene previsto identificar con pegatinas de colores a los vehículos según su grado de contaminación Habrá seis categorías. Incialmente se pensó en cuatro colores de pegatinas en función de emisiones, parece que finalmente serán seis categorías. Y los más sucios tendrán el acceso restringido en 2015. El sistema de colores, y el régimen sancionador en caso de infracción, se regulará mediante una normativa específica.
- Reducir la velocidad a la entrada de las ciudades. El plan habla de “coronas de velocidad” para regular la velocidad en las áreas metropolitanas y entornos de las ciudades en 2015. En función de la proximidad a la ciudad, habrá tramos de 120, 100, 90, 80 y 70 km/h. Exige modificar el Reglamento General de Circulación. No se ha dicho nada por ahora de los planes de
Fuentes: Ministerio de Agricultura, El País
Foto: cc Flickr