Fue ayer cuando el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, anunciaba que su plan de ayudas a la compra de vehículos, planteado la semana pasada, no se pondrá en marcha por falta de recursos: “Por más que nos gustaría plantear un plan de esta naturaleza, hoy la situación de los recursos disponibles por parte del Gobierno no lo hacen posible”, aseguraba el ministro ante los micrófonos de RNE. Visto lo visto, el parque automovilístico español seguirá envejeciendo a pasos agigantados.
Pero no cabe duda que el sector del automóvil necesita una ayuda, sea del tipo que sea. Las ventas no dejan de bajar (pese al repunte fantasma de agosto, por la subida del IVA en septiembre). Pero no solo la compra. El uso del coche es cada vez más caro debido al alza imparable de los combustibles, que puede ser mayor en enero porque acaban las ayudas a los biocombustibles con que se mezclan los derivados del petróleo.
El ministo parece que ha pensado en ello. Considera «inasumible» la subida de los precios de los combustibles y adelanta que, entre las medidas que estudia el Gobierno relacionadas con el sector, figura «la posibilidad de liberalizar la instalación de estaciones de servicio en autopistas, autovías y grandes superficies comerciales».
«Es inasumible que cuando una economía está en recesión porque está bajando la actividad económica y todos los sectores están asumiendo ajustes haya un sector donde los precios, en vez de ajustarse, estén subiendo», afirmó el ministro en declaraciones Antena 3.
Junto al Ministerio de Economía y Competitividad han pedido a la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) un informe que explique por qué el margen comercial de las estaciones de servicio es «superior para el mismo producto al de otros países europeos». Incluso las gasolineras denunciabam hace poco la falta de competencia entre estaciones de servicio.
El Ejecutivo «no puede intervenir en la fijación de precios, pero sí estudia la adopción de medidas selectivas para que este sector también asuma una parte del ajuste, porque no se puede asumir que cuatro o cino décimas de los incrementos del IPC vengan de ahí», continuó.
Soria explicó además que, de los tres componentes del precio de las gasolinas, que son el coste del combustible, los impuestos y el margen comercial, el primer es «casi similar» en toda Europa, mientras que la fiscalidad es más baja que en la media comunitaria. «Donde en España hay una diferencia es el margen comercial», advirtió el ministro, quien además descartó una bajada en los impuestos de los combustibles, para cumplir con el objetivo de reducir el déficit público.
Fuentes: Antena 3, RNE
Foto: cc JM Fernandez, Ministerio de Industria