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emisiones CO2 contaminacion
Luis Ramos Penabad

Los eléctricos no se impondrán prohibiendo los coches de combustión

Cada cierto tiempo nos llegan noticias de países que ponen fecha al fin de la venta de coches de combustión interna. En España se habló de que 2040 (tal y como veíamos en nuestra noticia sobre el futuro del diésel). Y en Francia ya hay una ley que establece también en ese año el punto y final. Pero normas como esas, y otras, van en la dirección contraria a las normas comunitarias.

Todo comenzó con una pregunta del Parlamento danés (otro país que tamnbién ha puesto fecha de caducidad a los coches de combustión). Y desde Bruselas han recibido una respuesta tajante: lo que es legal en Europa, no puede ser abolido en un país unilateralmente.

Así pues, leyes de este tipo atentarían contra la normativa comunitaria, según palabras de la comisaria europea de Industria y Mercado Interior, Elzbieta Bienkowska, recogidas por Europa Press. El marco normativo para los vehículos a motor se estableció hace más de una década, en septiembre de 2007 (Directiva 2007/46/CE del Parlamento Europeo), con el objetivo de reducir las barreras al comercio y ofrecer a los fabricantes mayor seguridad jurídica y en los procesos de homologación.

Una cosa es la venta… y otra muy diferente que en ciertas zonas se restrinja el acceso a coches contaminantes. Y otra también muy diferente que los motores de gasolina y diésel. Prohibiciones tan genéricas irían en contra de una norma superior. Así que anuncios como en de Baleares, que quiere prohibir matricular nuevos vehículos diésel desde 2025, y gasolina desde 2035 son papel mojado.

Otra cosa sería que la Unión Europea lanzase una propuesta de ese calado. ¿Es posible? Sí. ¿Luchará la industria automovilística porque no se produzca? Que no te quepa duda. Pero ojo, que ya hay un arma del mismo calado que la prohibición para que vayan desapareciendo: las normas anticontaminación. Si la gama de un fabricante ha de emitir menos de 95 g/km de CO2 en 2021 (15 meses), no queda otra que apostar, y muy fuerte, por híbridos, híbridos enchufables y coches eléctricos.

Y luego la normativa de emisiones se va endureciendo. En 2030 las emisiones de CO2 en coches nuevos deben ser un 37,5% inferiores a las de 2021, algo que, de facto, jubila al motor de combustión tradicional,  La comisaria lo sabe y de ahí que dijese que «la era de los motores diésel y gasolina terminará antes de lo que pensamos por razones climáticas, medioambientales y de competitividad».

¿Qué falta para acabar de impulsar los modelos electrificados sin que haya traumas? Pues más infraestructura de recarga y que los precios se acerquen a los de los modelos de combustión. Así nadie los echará de menos, pasando a ser objetos de disfrute.

Fuente: Europa Press

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