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M. Pardo

Road Movies: Vivir es fácil con los ojos cerrados

Parece increíble que en el momento de mayor dificultad para hacer y ver cine en España, para la cultura en general, estemos viviendo una especie de «etapa dorada» en nuestro país. El público llena las salas donde se proyectan «películas españolas» y rompemos récords de taquilla, empezamos a enorgullecernos del éxito de nuestros profesionales en el extranjero y, es más, tenemos a los críticos muy contentos.

Y no sólo por Ocho apellidos vascos. Tenemos ahí La Isla Mínima o Magical Girl, por citar solo algunas de este año. En lo que se refiere a Road Movies, también tenemos para escoger. Esta semana hablamos de Vivir es fácil con los ojos cerrados, la última película de David Trueba que ganó seis premios Goya y representó a España en los Óscar. No llegó. Pero da igual, porque merece la pena ver esta historia que, como Güeros o Easy Rider nos sitúa muy bien en el contexto social donde se desarrollan las historias y sus personajes, como el coche o la moto, acaban haciendo un viaje más largo que el cuentakilómetros.

FICHA TÉCNICA

Estreno31 de octubre de 2013
Duración108 minutos
DirectoresDavid Trueba
GuiónDavid Trueba
PaísEspaña
RepartoJavier Cámara, Natalia de Molina, Francesc Colomer, Jorge Sanz…
Más información: IMDB

Antonio (Javier Cámara), fan incondicional de los Beatles, es un profesor de inglés de un pequeño colegio de Albacete que utiliza las canciones del cuarteto para enseñar es idioma a sus alumnos. Estamos en el año 1966 cuando el maestro se entera de que John Lennon está en Almería rodando Cómo gané la guerra, a las órdenes de Richard Lester. Así que decide coger su coche y viajar al desierto para conocerlo y hacerle una peculiar petición.

Por el camino se le une Belén (Natalia de Molina), una joven de 20 años embarazada y asustada que dice que va al sur por poner un destino, y Juanjo (Francesc Colomer), un adolescente de 16 años que se ha fugado de casa tras un enfrentamiento con su padre (Jorge Sanz), el típico padre del régimen franquista: conservador, controlador y machista.

Vivir es fácil con los ojos cerrados («Living is easy with eyes closed») es una de las primeras estrofas de Strawberry Fields Forever, esa canción de los Beatles que Lennon comenzó a escribir durante el rodaje en Almería pensando en los recuerdos de su infancia. Se trataba de una época clave para el grupo, cuando algunos empezaron a probar el LSD y Lennon a plantearse dejar la música definitivamente para dedicarse a la actuación.

Antonio está inspirado en Juan Carrión Gañán, un profesor de inglés que viajó en 1966 a Almería para conocer a John Lennon. Un señor de 90 años que hoy sigue dando clase a niños de siete en la academia que fundó hace más de cincuenta años en Murcia. Dos historias como punto de partida y dos historias que nos hablan de nostalgia.

Sin embargo, la película de Trueba no va de nostalgia, es una comedia. Con humor agridulce, eso sí, porque nos pone un espejo de aquellos años en la actualidad. La relación de este trío protagonista se forja por las carreteras del franquismo y son tres seres anómalos, fallos de un organismo bien estructurado: el profesor idealista, una chica que quiere decidir por si misma y un adolescente que cuestiona a su padre. Y quizás son personajes que nos podemos encontrar hoy. Para ellos, como aquella sociedad, sería más fácil vivir con los ojos cerrados. A pesar de lo que pueda intuir, no es una película que cae en el cliché o en la sensiblería, sino que es bastante sutil en su discurso y eso le da el aura emotiva que tiene toda la historia.

Y seis premios Goya. Aunque a David Trueba el gran éxtio y reconocimiento le vino con Vivir no es fácil con los ojos cerrados a los 44 años, lo cierto es que el hermano de Fernando Trueba no es un recién llegado, ni mucho menos. Antes de acabar Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid ya había escrito el guión de la película Emilio Martín Lázaro Amo tu cama rica y canciones para Rosa Léon. En estos años ha escrito series de televisión como ¿qué fue de Jorge Sanz?, películas, La buena vida, o el documental Balseros, que llegó a los Óscars.

El coche

Como no podía ser de otra manera, el cuarto protagonista tenía que ser un SEAT. Antonio, Belén y Juanjo viajan en un SEAT 850 verde con matrícula de Logroño. ¿Por qué? «porque me preguntaron los de producción y yo tenía dos razones para ese LO: Javier Cámara y Rafael Azcona», justifica el director. Javier Cámara porque hace un trabajo que le llevó al Goya, y Rafael Azcona porque es uno de los principales referentes para los guionistas de nuestro país, suyos son los guiones de algunas de las mejores películas de la historia del cine español, como El Pisito, Plácido, El verdugo o Belle Époque, la película que le valió al hermano de David, Fernando Trueba, el Óscar a Mejor Película de Habla no Inglesa en 1994.

El 850 es quizás la mejor opción para esta película porque es un espejo muy reconocible de las familias de clase media de los sesenta. Ese mismo año, 1966, comenzó la fabricación del 850 en España. Hasta ese momento había sido importado por FIAT, en cuyo 850 está basado la versión española. Un coche que consigue que nos sintamos parte del viaje estos tres soñadores.

No te pierdas el tráiler de la película.

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