Probablemente lo que más preocupe al comprador de un coche eléctrico sea cómo aguantará su batería el paso de los kilómetros. Ya hemos mencionado la necesidad de un agente externo que de un diagnóstico independiente para aclarar el valor que tienen este tipo de vehículos en el mercado de segunda mano. Y ahora nos llega una prueba a largo plazo que analiza uno de los eléctricos más vendidos y cómo queda la salud de su batería tras 100.000 kilómetros. Lo cierto es que los datos sorprenden…
El Volkswagen ID.3 ha sido el ejemplar testado, uno de los eléctricos más populares en el continente europea y un coche que ha pasado por nuestras manos. Utilizaron la variante ID.3 Pro S con acabado Tour, que tiene un precio en Alemania de 48.550 euros. Se trata de una versión bastante alta de gama gracias a sus 204 CV de potencia y esa batería de 77 kWh que le permite alcanzar una autonomía eléctrica de 525 kilómetros. El caso es que ese vehículo ha sido utilizado de forma intensiva por ingenieros del Centro Tecnológico de Landsberg para completar los 100.000 kilómetros en apenas dos años y medio.
Dejando de lado su comportamiento o los fallos de software (que fueron solucionados el año pasado), dejaron claro que se podían alcanzar los 400 kilómetros de autonomía real sin forzar demasiado y que su rendimiento con temperaturas bajo cero era satisfactorio. Con la actualización su velocidad de carga aumentó hasta 160 kW y es más estable, aunque en climas fríos tarda más en cargar. Sin embargo, lo más positivos es que tras 100.000 kilómetros no ha tenido problemas reseñables.
En esos dos años y medio se le ha realizado un mantenimiento, con un coste de unos 500 euros. Es menos que un vehículo de combustión que habría necesitado tres. El ID.3 tuvo un eje de transmisión defectuoso que fue cambiado a los 55.000 kilómetros bajo la garantía de Volkswagen. Y lo más importante es que después de los 100.000 kilómetros mantiene una salud de la batería del 93 %, un valor elevado y que está por encima del 74 % que es lo que entra en la garantía de la batería de la marca (si está por debajo la cambiarían).
Se le hizo un diagnóstico independiente con la ayuda de Aviloo y fue realizada en varias ocasiones. Se detectó una capacidad neta inicial de 74 kWh, que son 3 kWh menos de lo que declara el fabricante debido a que hay una especie de reserva para cuando se queda a 0 kilómetros de autonomía. Ha habido pérdidas mínimas de carga y descarga y tampoco se han visto diferencias notables entre el diagnóstico independiente respecto al de Volkswagen. Seguirán probando este ID.3 para volver a comprobar a los 160.000 kilómetros, que es cuando finaliza la garantía de la batería.
Fuente: ADAC