Este modelo tan especial tiene una historia muy curiosa, ya que a sus 127 años de edad, es considerado«el vehículo más antiguo del mundo, aún en funcionamiento».
En el año 1881, el joven Conde de Dion, estaba buscando entre las diversas tiendas parisinas unos regalos con los que agasajar a los invitados de un baile que había organizado. De repente en la tienda de juguetes Giroux, en el Boulevard des Italiens, se topó con una máquina de vapor, impecablemente realizada, y casi inmediatamente preguntó por el artesano que la había construido. En la parte trasera de la tienda se encontró con Georges Bouton y Charles-Armand Trepardoux, los autores de tan magnífico ejemplar.
Estos humildes “jugueteros” apenas ganaban siete francos al día a base de construir maquetas de barcos, con motores de vapor e instrumentos científicos. El Conde de Dion les ofreció pagarles diez francos al día si trabajaban para él, construyendo un motor de vapor de mayores dimensiones que sirviera para mover un carro de caballos. Aceptaron su propuesta.
Bouton y Trepardoux se trasladaron a trabajar a un edificio abandonado en la Rue Pergolese, cerca de la avenida de la Grande Armée, en pleno centro de la industria “bicicletera” de París. Pero, el principal problema radicaba en que las calderas que existían hasta ese momento eran demasiado grandes (movían locomotoras y barcos) para ensamblarlas en un carruaje.
Así que tuvieron que ingeniárselas para montar un motor de vapor en un triciclo y posteriormente construir un cuadriciclo (año 1883). Tenía transmisión por correa y la dirección a la rueda trasera (lo cual constituía un serio inconveniente) además, el combustible líquido empleado era muy propenso a incendiarse de forma repentina. Por si esto fuera poco, la gran caldera vertical, hacía que pareciese una especie de cafetera con ruedas, por lo que era necesario rediseñar todo el conjunto. Un año más tarde, tras varias pruebas, consiguieron alcanzar una disposición mucho más práctica, que es la que presenta el vehículo que será subastado en Hershey.
Apodado “La Marquise” (“La Marquesa”), en honor a la madre del Conde de Dion, este cuadriciclo era mucho más compacto y disponía ya de dirección a las ruedas delanteras. El vehículo de Dion puede presumir, además, de ser el primer coche familiar, a pesar de su tamaño compacto, de sólo tres metros de largo, y de ser relativamente ligero (unas 2.100 libras, unos 952,54 kg). Sin embargo, tiene cuatro ruedas, cuatro asientos (de ahí la denominación “Dos-A-Dos”), y puede ser conducido por una sola persona.
El avance mecánico que permitió la construcción de “La Marquise” fue el nuevo diseño de su caldera, que era mucho más corta, dispuesta en forma de anillos concéntricos, y que transmitía su fuerza a las ruedas traseras a través de dos motores situados debajo del suelo del vehículo. El agua necesaria para producir el vapor era transportada en un depósito de acero bajo el asiento, con una capacidad de 40 galones (151,4 litros), que era suficiente para recorrer unas 20 millas (32,2 km).
La caldera vertical estaba situada por delante del piloto y rodeada por un bunker, que mantenía el fuego alimentado con carbón a través de unas tolvas situadas en el fondo, eliminando la necesidad de avivarlo. Una bomba manual suministraba agua a la caldera en un primer momento, hasta que la presión alcanzaba el nivel de trabajo, de unos 170 psi (unos 11,72 bar), y los motores auxiliares comenzaban a bombear y el agua llegaba de forma automática.
Conduciendo “La Marquise”, Bouton participó en “la primera carrera de automóviles” en el año 1887 (era el único vehículo participante), a un promedio de 16 mph (unos 25,7 km/h), en un recorrido de algo más de 32 km, entre París y Versalles, alcanzando velocidades punta de hasta 37 mph (59,5 km/h). Al año siguiente fue de Dion el que realizó este mismo recorrido, logrando una media de 18 mph (28.9 km/h).
El Conde de Dion mantuvo en su poder el vehículo hasta el año 1906, cuando finalmente lo vendió al oficial del ejército francés Henri Doriol. La familia Doriol fue su propietaria durante más de 80 años, pero nunca lo puso en funcionamiento, entre otras cosas porque le faltaban todas las tuberías de cobre (utilizadas durante el periodo bélico de 1914). Doriol exhibió “La Marquise” en el Gran Salón Grenoble, en Suiza, en el año 1925, donde fue galardonado con un Diploma de Honor especial.
Henri Doriol y su hijo trataron de restaurar el cuadriciclo durante años, pero finalmente se dieron por vencidos y decidieron venderlo en una subasta en París, en el año 1987, donde fue adquirido (incompleto y sin funcionar) por Tim Moore, un miembro del “British Veteran Car Club”. Tras numerosas investigaciones logró descubrir un modelo similar (del año 1890) en un museo cerca de Le Mans, donde estuvo trabajando más de un año para tratar de copiar las piezas desaparecidas. También sustituyó las maderas deterioradas, los metales oxidados y rescató las llantas de radios y los neumáticos de goma maciza.
Después de conseguir poner en “orden de marcha” el vehículo, Moore participó en diversas competiciones para vehículos de vapor, como la “London-to-Brighton” (en cuatro ocasiones). También participó en el Centenario de 1996, donde se reunieron 661 de los 850 vehículos, anteriores a 1905, que quedan en todo el mundo.
“La Marquise” ha ganado numerosos galardones, como el “National Steam Heritage Premier Award” del Reino Unido, en el año 1991; un doble premio en Pebble Beach en el año 1997 («U1 steam class» y «Automobile Quarterly Historian’s Trophy»); en Goodwood en el año 1999, el «Pre-Century Steam Cars»; y el «Louis Vuitton Concours» en el Royal Hurlingham Club de Londres en 1996.
Curiosamente, las dos últimas veces que este cuadriciclo se ha subastado, ha sido porque sus propietarios (tanto Henri Doriol como Tim Moore) no querían “dividir” el vehículo entre sus descendientes o tener que decidir a quién dejárselo y a quién no. Según las propias palabras de Moore, en el año 2007: «No se puede cortar por la mitad…”
Un último dato: el precio estimado de salida en la subasta de Hershey estará comprendido entre los 2 y 2,5 millones de dólares.
Os mostramos un vídeo de este auténtico precursor de la automoción moderna:
Vía: Gizmag
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