El centro Toyota Research Institute (Instituto de Investigación de Toyota, alias TRI) ha colaborado con la Universidad de Stanford para crear tecnología de conducción que ayude a prevenir accidentes. Parte de esta tecnología es la maniobra avanzada de un vehículo sin la intervención humana y, aparentemente, con algunos ajustes en ese software, es bastante sencillo hacer que un GR Supra haga drifting indefinidamente bajo el control de un ordenador; O al menos hacen que parezca fácil.
Creado en 2015 en Estados Unidos, con oficinas en Los Altos, California, Ann Arbor, Michigan y Cambridge, Massachusetts, el centro Toyota Research Institute tiene como objetivo desarrollar la seguridad activa de los vehículos y tecnologías de conducción automatizada, robótica y otras aplicaciones inteligentes a las necesidades humanas. Guiados por el Dr. Gill Pratt, los integrantes del TRI utilizan la inteligencia artificial (IA) para beneficiar a la sociedad y mejorar la vida humana creando un futuro donde todos tengan la libertad de moverse, involucrarse y explorar.
El TRI también está utilizando la experiencia de ingenieril de Toyota en los deportes del motor. La división Toyota Racing Development (TRD) en Norteamérica está proporcionando valiosos conocimientos técnicos y experienciales en este ámbito, incluyendo el derrapaje controlado. Por separado, el TRI también está trabajando con el Equipo de Control de Dinámica de Vehículos de Toyota Motor Corporation (TMC), con sede en Japón, con la idea de aplicar la gestión electrónica del drifting controlado para futuros vehículos de la casa, como ya han hecho otras marcas.
“Cada día, hay accidentes mortales de vehículos que resultan de situaciones extremas donde la mayoría de los conductores necesitarían habilidades sobrehumanas para evitar una colisión”, afirma Pratt. “En ocasiones, para evitar un accidente los conductores necesitan hacer maniobras que están más allá de sus habilidades. A través de este proyecto, TRI quiere aprender de algunos de los conductores más cualificados del mundo para crear sofisticados algoritmos de control que amplifiquen las habilidades de conducción humana y mantengan a las personas seguras”.
De hecho, los accidentes automovilísticos causan cerca de 1,25 millones de víctimas mortales al año en todo el mundo. El objetivo de Toyota es reducir ese número hasta cero. Mientras que la mayoría de los accidentes ocurren en situaciones mundanas, en otros casos, aquel que va tras el volante puede necesitar hacer maniobras que lleven su vehículo al límite. Cuando se enfrentan a carreteras mojadas o resbaladizas, por ejemplo, los pilotos profesionales pueden optar por la opción de “deslizar” el coche a conciencia, aumentando la seguridad y controlando la situación.
La idea aquí es aprender de los pilotos profesionales que hacen esto por un trabajo. Aunque Toyota admite que la mayor parte de la conducción no requiere de una habilidad sobrehumana, cuando uno vuela por una carretera a 100 km/h, los obstáculos o incidentes inesperados pueden requerir reflejos sobrehumanos. Y, por mucho que nos duela, los superordenadores los tienen. Sin embargo, lo que no tienen los microchips y placas son los “instintos” que ayudan a mantener a cada conductor profesional fuera de esas situaciones de peligro, al menos casi por completo.
“Desde 2008, nuestro laboratorio se ha inspirado en los pilotos reales de coches de carreras para el diseño de algoritmos que permiten a los vehículos con cierto grado de conducción autónoma gestionar las emergencias más complejas”, comentó el profesor Chris Gerdes, del Laboratorio de Diseño Dinámico de la Universidad de Stanford. “A través de esta investigación, tenemos la oportunidad de aplicar estas ideas acercándolas al objetivo de salvar vidas en las carreteras”, añade en el comunicado de prensa.
Esta no es la primera vez que la Universidad de Stanford da la vuelta a la cuadra cuando se trata de hacer autos coches se desplazan solos. En 2019, nos hicimos eco de un DeLorean autodirigido que recibió el nombre de MARTY para una Gymkhana. Claramente, han adaptado esa tecnología en este Toyota GR Supra. Recuerda que la teoría aquí es que el control del coche, combinado con la velocidad del superordenador, puede prevenir accidentes de tráfico antes una situación donde la zaga se pueda ir por completo, como puede ser en una superficie húmeda o helada.
Si estás interesado en este tema, puedes leer más sobre el estudio en el artículo “Opening New Dimensions: Vehicle Motion Planning and Control using Brakes while Drifting” (“Abriendo nuevas dimensiones: planificación y control del movimiento del vehículo usando los frenos mientras se derrapa”, en español) publicado por la Universidad de Stanford.
Fuente: Toyota
Galería de fotos: