Tras la vuelta de las vacaciones de verano de la mayoría de usuarios, toca hacer balance de la siniestralidad vial. El objetivo es que la cifra de muertos vaya descendiendo año tras año hasta llegar a ser cero, algo difícil, pero afrontable según los expertos. Sin embargo, este verano de 2022 no ha sido nada positivo en este aspecto. Se salda con un total de 225 víctimas mortales en accidentes de tráfico en los meses de julio y agosto, lo que significa que se supera al año anterior y también al año de antes de la pandemia.
En el año 2021 el verano se saldó con 191 muertos, una cifra más reducida debido a que hubo menos desplazamientos al tener todavía la pandemia bien presente. Es más justo comparar con el año 2019, antes de que el Covid apareciese en nuestras vidas. En ese ejercicio hubo 215 víctimas, es decir, 10 menos que este año 2022 en el que se ha reanudado la normalidad en los viajes. Es, por lo tanto, un dato bastante negativo si tenemos en cuenta que han aumentado un 4,65 % los muertos al tiempo que aumentaban un 2,42 % los desplazamientos.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha dejado claro que «es un mal dato» y que «un solo muerto en carretera es un precio que no podemos ni debemos asumir». Parecía que se iba controlando la siniestralidad en las carreteras, pero era un espejismo dibujado por la pandemia y sus restricciones. 2020 fue el mejor año de la historia en este sentido, pues dejó la cifra más baja de fallecidos que se haya registrado. Pero volvemos a una tendencia alcista que hay que atajar. No tardarán en llegar las medidas.
De los 225 muertos, 173 fallecieron en carreteras convencionales y los 52 restantes en autopistas y autovías. Sigue siendo ese el tipo de vía más peligrosa, mientras que la salida de la carretera es la que más víctimas registra (91 personas), seguida de la colisión frontal (52 fallecidos). También hay que echar un vistazo al perfil de las víctimas, habiendo 58 motoristas y 19 peatones en esta trágica lista. El único dato positivo que se podría sacar de este balance de siniestralidad es que en el verano de 2022 hubo un 11 % menos de heridos con hospitalizaciones en accidentes.