Más allá de los cambios en el diseño de sus vehículos que capitanea el nuevo Volvo XC90, la marca sueca trabaja en mejorar su familia de motores Drive-E. La compañía, que estrenará en el nuevo SUV el nuevo 2.0 Turbo de 320 CV ha decidido ver hasta dónde era capaz de llegar con este propulsor. «No era suficiente», tal y como aseguraba Peter Mertens (vicepresidente primero de Investigación y Desarrollo del grupo Volvo Car), sino solamente un punto de partida.
Ahora acabamos de conocer el resultado. De este motor gasolina de cuatro cilindros y sólo 2 litros, Volvo ha conseguido extraer la friolera de 450 CV. Lo mejor, que Volvo asegura que esta tecnología no tardará en llegar al mercado. Veamos cómo se consigue tamaño rendimiento de un motor de tan pequeño cubicaje.
Los motores Volvo Drive-E. se caracterizan por conseguir mayor mayor rendimiento con pequeñas cilindradas, garcias al empleo de un turbo que lo sobrealimenta y, que a su vez, disminuya las emisiones de gases. Este nuevo motor Drive-E, todavía en fase de pruebas. mantiene la capacidad de 2.0 litros y los cuatro cilindros, pero en este caso es capaz de generar 450 CV gracias a un sistema de triple propulsión (Triple Boost Technology). Para poner en contexto al lector, se trata básicamente de un sistema biturbo lineal, es decir, dos turbos de tamaño reducido que entran al mismo tiempo, con la diferencia de que este, incorpora un turbo eléctrico (un elemento que ya hemos visto en prototipos como el Audi A6 TDI concept y el Audi RS5 TDI concept o en el KIA Optia T-Hybrid Concept). Este nuevo componente evita el lag, la falta de potencia en las bajas revoluciones por la que pecan los motores turboalimentados. Con él, Volvo logra un motor con una gráfica de potencia más compensada y lineal, aumentando el rendimiento y eficiencia.
Este motor incorpora las típicas mejoras que se realizan a los motores de gasolina cuando se busca el incremento de la potencia. Eso incluye un filtro de aire menos restrictivo, que permite la entrada de un mayor flujo de aire a las aspas del turbo, así como el uso de una cinta térmica para los colectores de escape, que mantienen el calor en el interior de los tubos, obteniendo así una fluidez más dinámica de los gases. Son tecnologías que, generalmente no se suelen encontrar en los motores de gasolina a la venta.
El gran reto que tiene que superar la compañía sueca es la fiabilidad y el consumo. Por el momento sabemos que el motor va alimentado con una bomba de gasolina dual que funciona a una presión de 250 bares, (con esos niveles de presión es porque requiere una buena inyección de gasolina). Por tanto, el tema de consumos se tendrá que ver.
Mucho más importante todavía es la fiabilidad. Un tema complejo en el que están trabajando, por lo que aún no se ha lanzado de manera oficial el motor. Cuanto más comprimas un motor y más presión generen los turbos, la mecánica irá más forzada. Deben conseguir que el motor sea capaz de recorrer miles de kilómetros sin que se vea afectado el rendimiento del mismo.
Sin lugar a dudas, Volvo nos sorprenderá con su tecnología que permita un motor de respuesta rápida. Estaremos atentos a sus progresos para que su consumo sea comedido y . Para ver mejor el rendimiento del nuevo corazón Drive-E, os dejamos un vídeo que explica detalladamente el funcionamiento del mismo.
Fuente: Volvo