El grupo Volvo inicia un proyecto piloto junto con la administración de transporte sueca y la administración de carreteras públicas noruegas basado en la comunicación «cloud» (o en la «nube») para hacer más segura la conducción. Su funcionamiento es sencillo: cuando el coche detecte una placa de hielo, éste emitiría en tiempo real un aviso por vía telefónica.
De esta manera se comunicaría un mensaje que sería usado para avisar a los coches cercanos indicándoles donde está el peligro al mismo tiempo que contribuye a hacer más eficiente el mantenimiento invernal de las carreteras por parte del estado. También ayudaría a adaptar el nivel de seguridad del coche basándose en la velocidad que lleve el vehículo o la dureza de la suspensión.
«El proyecto es uno de los ejemplos prácticos en los que los vehículos se pueden comunicar por medio de una red. Esto contribuye a hacer más seguro el tráfico de coches» según comenta Erik Israelsson, líder del proyecto ITS (Sistema de Transporte Inteligente, en inglés). «Tenemos 50 coches en las carreteras y el próximo invierno nuestra flota aumentará considerablemente. Nuestro propósito es hacer que la tecnología esté disponible para nuestros usuarios dentro de unos años». Este 2014 ya han comenzado también sus experimentos con conducción autónoma y esperan tener cien coches sin conductor entre el tráfico en 2017.
«Cuando el administrador de la carretera tenga acceso a esa información proveniente de varios coches, la persona puede decidir que recursos utilizar para hacer el mantenimiento de la carretera más efectiva. Podría reducir la cantidad de sal cuando no se necesite y minimizar el impacto medioambiental» argumenta Erik Israelsson.
El grupo Volvo está invirtiendo e iniciando alianzas estratégicas para desarrollar el sistema «cloud» basado en solucionar problemas en la carretera. Esto parece indicar que se intentarán solventar más problemas aparte de las placas de hielo. El desarrollo de este sofisticado sistema de comunicación vía móvil forma parte de ofrecer a los usuarios una experiencia totalmente distinta. El objetivo: acabar con los accidentes en 2020.
«Esto es solamente el principio, en el futuro incrementaremos el intercambio de información vital entre los coches. Hay mucho potencial en este área como regular el tráfico o una conducción más agradable. Este sistema lo estamos desarrollando para que no haya fallecidos o se produzcan accidentes de tráfico en nuestros coches hacia el año 2020″.
Como hemos comprobado durante los últimos años, la marca sueca sigue siendo el adalid en cuanto a seguridad automovilística. Desde que regaló al mundo la patente del cinturón de seguridad de tres puntos, a sus últimas investigaciones en detección y protección de ciclistas y de aparcamiento autónomo.
Fuente: Volvo