Antes de verano tuve la oportunidad de conocer en persona a la tercera generación del BMW X1. Fue en estático y estaba acompañado por la principal novedad de la gama, por la versión eléctrica iX1. En esa ocasión me quedé con las ganas de poder conducirlo y poder comprobar el alcance real de su actualización. Ahora por fin nos ponemos al volante del nuevo BMW X1, que ya acepta reservas desde 40.900 euros, para contarte todos sus detalles.
Si hay un modelo que sea importante para la marca alemana, ese es el SUV compacto que estamos probando. Se trata del que supone el acceso a la gama de los todocaminos y también el más barato de cuantos ofrece BMW. Eso se traduce en que también sea el X más vendido de todos y probablemente de los más equilibrados. Con este cambio generacional se anuncian novedades en todos los frentes, con una estética renovada, una tecnología más completa y una gama mecánica con nuevas opciones:
Exterior
El apartado estético ya lo analizamos cuando estuvimos conociendo a los BMW X1 e iX1 en estático, así que lo vamos a repasar a grandes rasgos. Lo primero es que su diseño es totalmente reconocible, bastante similar al del resto de modelos de la gama. Lo hace mediante una parrilla de riñones prácticamente cuadrada, que va marcada por líneas cromadas o negras en función del acabado y cuenta con tecnología de aerodinámica activa.
También son nuevos los faros con tecnología Matrix LED adaptativa, así como un parachoques que ofrece una mayor robustez mediante las protecciones de los bajos. Eso se repite en varios puntos de la carrocería, aunque con el paquete M Sport se ofrece más deportividad a través de paragolpes específicos. Convencen detalles como los tiradores de las puertas enrasados para favorecer el coeficiente aerodinámico. Por otro lado, las llantas van desde las 17 hasta las 20 pulgadas, un tamaño que todavía no había aparecido en este BMW X1.
Se mantienen unas barras de techo bastante discretas y en la zaga vemos como se mantiene la esencia del modelo. Es la zona que más recuerda a su antecesor, aunque con algunos cambios notables. Se nota a través de esa luna más estrena, con los llamativos pilotos LED que estrenan firma lumínica o con una especie de difusor más prominente en la parte inferior.
El crecimiento en los coches con el paso de los años es evidente y el X1 no se queda atrás. Es prácticamente igual que un X3 de primera generación y vemos que ha aumentado sus medidas en todas las cotas. Ahora se queda con 4,5 metros de largo, con 1,84 metros de ancho y con 1,64 metros de alto; lo que se traduce en 53 mm más en la longitud, 24 mm más en la anchura y 44 mm más en la altura. La distancia entre ejes también se amplía hasta los 2,69 metros.
Interior
El habitáculo del BMW X1 evoluciona notablemente y suma novedades que ya hemos ido viendo en otros modelos de la gama. Lo más llamativo es el BMW Curved Display, esa combinación de pantallas en el mismo marco curvo que ya vimos en el Serie 2 Active Tourer. Está formado por una pantalla táctil principal de 10,7 pulgadas que va en línea con la instrumentación digital de 10,25 pulgadas y emplea el último sistema BMW iDrive para asegurar un funcionamiento a la altura.
Llama la atención el nuevo diseño de la consola central y el generoso hueco que deja o el completo equipamiento de serie que trae. Vienen por defecto detalles como el sistema de navegación con BMW Maps, el volante deportivo de cuero, el climatizador automático inteligente bi-zona, el sensor de lluvia con activación automática de los faros, así como cuatro puertos USB-C o dos tomas de corriente de 12V.
Viéndolo y tocándolo en persona, la verdad es que convence bastante el nivel de calidad interior del BMW X1. Se nota que es un modelo premium, pues los acabados son robustos y los materiales empleados tienen un tacto notable. Destacar el cuero de la tapicería o las molduras de madera del salpicadero, además del volante o del recubrimiento de la consola central. No termina de convencer el Piano Black en la zona de las pantallas.
El aumento en dimensiones se va a traducir en un interior más habitable, sobre todo en las plazas traseras. La segunda fila de asientos opcionalmente puede ser una banqueta con desplazamiento longitudinal que se mueve 13 cm para jugar con el espacio. Los respaldos de los asientos traseros están divididos en disposición 40:20:40 de serie.
Maletero
El maletero es uno de los puntos fuertes del BMW X1. Consigue sacar una ventaja de 35 litros a su antecesor para quedarse en nada menos que 540 litros de capacidad. Es una cantidad que está por encima de la media y que, además, queda muy bien aprovechada gracias a unas formas muy regulares. También vemos como hay iluminación en esta superficie, ganchos para fijar la carga y puede beneficiarse de un portón de apertura eléctrica.
Bajo el piso del maletero hay un hueco para albergar objetos pequeños y también aparece la posibilidad de abatir los asientos traseros en tres partes (40:20:40). En este caso nos quedaremos con una superficie totalmente plana y una capacidad que llega hasta los 1.640 litros, una cifra muy destacada para tratarse de un SUV compacto.
Motor
La gama mecánica es probablemente el punto más novedoso en el BMW X1 2023. Experimenta una revolución total al abrazar la electrificación y ofrecer versiones aptas para todo tipo de necesidades. En su lanzamiento al mercado solamente estarán las dos más tradicionales de combustión. Por un lado, aparece el gasolina X1 sDrive18i, que es el modelo de acceso con un motor de tres cilindros y 1.5 litros que entrega 136 CV a las ruedas delanteras. Le sigue el diésel X1 sDrive18d con sus cuatro cilindros y 2.0 litros para llegar hasta los 150 CV de potencia. Habrá más versiones de combustión con los xDrive20i y xDrive20d.
También hay dos variantes híbridas enchufables de este BMW X1 para beneficiarse de la etiqueta CERO. El X1 xDrive25e cuenta con un motor de gasolina de tres cilindros en el eje delantero junto a un motor eléctrico trasero y una batería para formar este sistema de propulsión. Entrega una potencia combinada de 245 CV y su autonomía eléctrica estará entre los 78 y los 89 kilómetros. El X1 xDrive30e mantiene ese mismo esquema y la tracción total, aunque con un aumento de potencia hasta los 326 CV y unas prestaciones interesantes.
Comportamiento
Nos ponemos al volante de la versión de acceso a la gama, el gasolina sDrive 18i. Con el motor de tres cilindros y 136 CV de potencia vemos un nivel de potencia suficiente. Es ideal para quien necesite moverse por ciudad en su día a día, aunque podría quedarse algo justo para aquellos usuarios que quieran utilizarlo para viajes largos y más cargados. Es un tracción delantera y no tiene más opciones. Más adelante llegarán los xDrive20 para dar esa opción y el puntito extra de potencia que podrían necesitar algunos. Por no hablar de los híbridos enchufables que también tienen esa parte de serie.
Dicho esto, el comportamiento de este motor de tres cilindros tiene nubes y claros. Su refinamiento es inferior a la de versiones de cuatro cilindros y eso se nota principalmente en frío y en parado. Por suerte, la insonorización del habitáculo es notable y este llega muy filtrado. La parte buena es que tiene una respuesta muy lineal y aprovechable, sobre todo en la zona media del cuentarrevoluciones.
Si echamos un vistazo a la ficha técnica, no podemos tirar cohetes. Ya adelantábamos que el X1 sDrive18i tendría unas prestaciones poco destacadas y vemos una aceleración de 0 a 100 km/h en 9,2 segundos. Prefiere sobresalir por eficiencia, incluso sin sistema Mild Hybrid ni etiqueta ECO de la DGT. Aunque durante el contacto no pudimos sacar conclusiones sobre el consumo, todo parece apuntar a que se mantendrá dentro de lo establecido, rondando los 7,5 litros en uso mixto.
Este modelo solamente puede escogerse con la transmisión automática Steptronic de serie. Opcionalmente se ofrece una versión un poco más deportiva que incluye levas en el volante. Tiene la función Boost manteniendo la leva izquierda pulsada para ofrecer el máximo potencial del vehículo. Sin embargo, el que probamos nosotros de serie no lo tenía y no pudimos beneficiarnos de esa mayor conexión con el vehículo mientras que lo conducimos. Si que es cierto que tiene un modo Low para ir con una marcha menos y sacar más rendimiento, pero no marca la diferencia.
Antes había tres modos de conducción convencionales entre los “My Modes” de la marca. Ahora se actualizan con nuevas opciones, dejando claro que no solamente afectan al comportamiento del vehículo, sino también al ambiente que se respira en el interior. A los ya habituales Efficiente, Sport y Personal; se suman los Relax, Expressive y Digital Art para tener una oferta que satisfaga a los clientes en cualquier tipo de situación a la que se enfrenten.
Desde el primer momento se nota un mejor refinamiento en marcha. Apenas suena ni hay ruidos aerodinámicos y es que el X1 ha mejorado mucho en este aspecto. Tiene un coeficiente aerodinámico de 0,26 Cd, el más bajo de los SUV de la gama gracias a detalles como la parrilla activa. También por su diseño fluido con las manecillas enrasadas en la carrocería.
A nivel de chasis se esperaban grandes cosas de este BMW X1 y lo cierto es que no decepciona. Tiene una puesta a punto muy equilibrada, con el punto intermedio entre comodidad y deportividad, incluso con la suspensión de serie. Pero es que además, ofrece una suspensión adaptativa opcional para reducir la altura del vehículo en 15mm y ofrecer una respuesta más precisa. Con los amortiguadores con dureza variable mejora el comportamiento dinámico y ayuda a reducir las inercias y los balanceos. En definitiva, un SUV compacto que va a ser difícil que sea superado en este aspecto.
Opinión coches.com
Desde su llegada al mercado en 2009, el BMW X1 se ha convertido en un auténtico referente entre los SUV compactos premium. Lleva acumuladas 2,7 millones de unidades vendidas en este tiempo y con la tercera todo apunta a que esta cifra crecerá considerablemente. El motivo principal es que ha mejorado en casi todos los aspectos, siendo más tecnológico, estando mejor equipado y ofreciendo más versiones. A nivel dinámico lo cierto es que cumple todas las expectativas y ahora nos quedamos con ganas de probar su versión eléctrica.
El precio del BMW X1 parte de 40.900 euros en su versión de acceso, lo cuál consideramos que está más o menos en la media del segmento. Aunque hay que tener en cuenta que con una configuración generosa se puede superar la barrera de los 50.000 euros con cierta facilidad. También hay que tener en cuenta que el BMW iX1 eléctrico parte de 54.900 euros, una tarifa más elevada. Por suerte, siempre se puede recurrir a páginas como coches.com para obtener las mejores ofertas de vehículo nuevo, renting o financiación.
- Estética más atractiva
- Interior tecnológico y de calidad
- Gama mecánica muy completa
- El de acceso se queda algo justo
- Levas que no vienen de serie
- Precio con extras
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