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Mario Nogales

BMW X1 xDrive30e, prueba contacto con el híbrido enchufable tope de gama

¿Cuántas citas necesitas para enamorarte de alguien? He tenido la suerte de tener dos encuentros con el nuevo BMW X1 y empiezo a sentir cosas. El primero fue en estático, simplemente para ver cómo había cambiado el SUV compacto de la marca alemana. En el segundo me puse a los mandos de la versión de acceso a la gama, que me sorprendió por su buen comportamiento.

Ahora llegan las versiones electrificadas con etiqueta CERO del último X1, que son dos híbridos enchufables que parten desde 55.050 euros y el esperado eléctrico iX1desde 56.400 euros. No es la primera vez que este modelo tiene versiones híbridas enchufables, pero sí que es primicia la versión eléctrica.

Es un movimiento lógico si tenemos en cuenta que es el modelo de acceso a la gama SUV y también que es el X más vendido de todos. Lleva ya más de 2,7 millones de unidades vendidas a nivel mundial a través de sus dos generaciones anteriores y ahora la tercera se refuerza y ofrece mejoras inéditas hasta la fecha. Y ahora vamos a centrarnos principalmente en los modelos más limpios de la gama.

Exterior

A nivel estético no vamos a descubrir nada nuevo. El aspecto del BMW X1 ya lo hemos repasado en los anteriores contactos y lo cierto es que los electrificados no tienen demasiadas diferencias. Si estuviéramos con el iX1 sí que podríamos decir que se distingue por sus acentos de color azul o por unas llantas específicas, pero en el caso del híbrido enchufable tope de gama no hay tanta diferenciación. De hecho, apenas podemos decir que se trata de esa versión por su toma de carga en la aleta delantera izquierda y por sus credenciales en el portón.

Las claves en el diseño del X1 serían su nueva parrilla de riñones con un diseño más cuadrado para ganar esa verticalidad vista en otros modelos de la marca. Cuenta con tecnología de aerodinámica activa y las aberturas integradas en el mismo marco, que puede ser negro o cromado en función del acabado. También son nuevos los faros, que pueden llegar tecnología Matrix LED adaptativa, o los paragolpes que son más prominentes y afilados. Como buen todocamino, podemos ver algunas protecciones en los bajos de la parte delantera y de la trasera.

Aunque el BMW X1 también quiere ser distinguido y por eso vemos los tiradores de las puertas enrasados en la carrocería o unas llantas que van desde las 17 hasta las 20 pulgadas. Las barras de techo pasan a un segundo plano, mientras que la zaga destaca por su horizontalidad. Tiene un spoiler de techo bastante marcado y los pilotos traseros LED adoptan un nuevo diseño que se entromete ligeramente en el lateral. Como decíamos, en el híbrido enchufable tenemos el acceso al depósito en el lado derecho y la toma de carga la parte delantera, justo en la aleta izquierda.

Las dimensiones del X1 han crecido bastante en todas las cotas. Tenemos una longitud de 4.500 mm (53 mm más que su predecesor), con una anchura de 1.845 mm (+24 mm) y una altura de 1.642 mm (+44 mm). También aumenta la distancia entre ejes 22 mm para llegar hasta los 2.690 mm y hay un mayor ancho de vías en 31 mm. Por otro lado, sorprende que su coeficiente aerodinámico se haya reducido hasta quedar en unos nada despreciables 0.26 Cx.

Interior

Ya lo dije la primera vez que lo vi y ahora me reafirmo: el interior del BMW X1 es uno de los mejores de su segmento. El motivo es la generosa actualización que ha recibido en todos los aspectos. Si comenzamos por el tecnológico, lo cierto es que todas las miradas se centran en el sistema multimedia BMW Curved Display. Así es como se conoce a esa disposición de las dos pantallas en el mismo marco de forma horizontal. La instrumentación digital tiene 10,25 pulgadas, mientras que la pantalla táctil central es de 10,7 pulgadas, aunque lo que realmente destaca es su funcionamiento. 

La rapidez del sistema es envidiable, lo mismo que sus destacados gráficos. No es el más simple, aunque los menús se entienden con facilidad y el usuario se familiarizará con él rápidamente. La pega es que aglutina demasiadas funciones, incluyendo la climatización. También tiene ventajas como una conectividad destacada gracias a Apple CarPlay y Android Auto sin cable. Incluso se cuenta con una superficie de carga inalámbrica en la consola central donde se puede poner el teléfono móvil en posición vertical y asegurado por una pinza. 

Otro punto donde se diferencia de la competencia el BMW X1 es en la calidad que ofrece. Aquí se nota a la legua que proviene de una marca premium y le saca bastante diferencia a los rivales generalistas. Todos los acabados son buenos, no hay Piano Black en la consola, solo alrededor de las pantallas. Tampoco aparecen otros plásticos de mal tacto que podría haber en otros coches. Por el contrario, destacan la tapicería de cuero, ese volante tan bien resuelto e incluso las molduras iluminadas de este modelo.

La habitabilidad del BMW X1 es muy buena para tratarse de un SUV compacto. Las plazas delanteras no tienen ninguna pega, mientras que las traseras son destacadas. Presentan un buen espacio para las piernas y también para la cabeza. La banqueta con desplazamiento longitudinal era el punto más destacado en este aspecto, pues ofrecía la posibilidad de mover hacia delante hasta 13 centímetros los asientos. Una pena que no se pueda montar en los electrificados. Por suerte, cuenta con climatización en estas plazas y con tomas USB.

Maletero

El maletero era uno de los puntos que más crecía en la tercera generación del BMW X1. En las versiones de combustión alcanza los 540 litros, que son 35 más que el anterior y le ayudan a estar claramente por encima de la media. Sin embargo, en las versiones electrificadas la capacidad se reduce por la posición de las baterías. Tanto en las versiones híbridas enchufables como en el eléctrico iX1 se queda en 490 litros, lo cuál no está nada mal para coches de estas características. 

Otra cuestión que suma puntos al maletero del X1 es que tenga iluminación o ganchos para fijar la carga. Por no hablar del hueco bajo el piso que es perfecto para llevar los cables de carga tanto en el eléctrico como en los híbridos enchufables. Los asientos se pueden abatir en tres partes (40:20:40) en este ejemplar y dejarían una superficie plana de hasta 1.495 litros, algo alejado de los 1.640 litros que tienen los de combustión.

Motor

La gama mecánica del BMW X1 es más completa que nunca. Destaca sobre todo la llegada del iX1 eléctrico con sus 313 CV y más de 400 kilómetros de autonomía gracias a su batería de 64,7 kWh. También hay que prestar atención a los híbridos enchufables, que son los xDrive25e y xDrive30e. Ambos comparten configuración con motor de tres cilindros delantero ligado a un bloque eléctrico trasero. En el primero se llega a los 245 CV, mientras que el segundo es el tope de gama gracias a sus destacados 326 CV de potencia. Usando la batería de 14,2 kWh consiguen una autonomía eléctrica de hasta 92 kilómetros.

Ya hicimos un repaso a los motores más tradicionales, que consisten en dos versiones de gasolina y dos diésel. El acceso a la gama lo pone el sDrive18i con 136 CV, que va seguido por el sDrive 20i de 170 CV. Ambos son de tracción delantera, aunque en los diésel tenemos uno de cada, con el sDrive18d con 150 CV y el xDrive20d con 163 CV. Curiosamente, ya no quedan versiones manuales de este modelo, pues todos ellos van ligados a transmisiones automáticas.

Comportamiento

Hoy estamos realizando un contacto con todas las versiones electrificadas, pero nos vamos a centrar en las sensaciones que nos ha transmitido el híbrido enchufable más potente. Estamos al volante del X1 xDrive30e con sus 326 CV y 477 Nm de par. En primer lugar, decir que esa potencia proviene de la unión de un motor de combustión de tres cilindros que tenemos bajo el capó y un motor eléctrico trasero de 130 kW. Con esa configuración se consigue la tracción total, que es algo común en todos los de etiqueta CERO. También lo es la transmisión automática, en este caso una Steptronic de siete velocidades.

Desde el primer momento destaca el refinamiento del sistema, en el que apenas se notan las transiciones entre las mecánicas. Aunque lo cierto es que eso depende en gran medida del modo de conducción que esté seleccionado. Como en otros modelos, por defecto comienza con un Personal, que es adaptable y alterna la gasolina y la electricidad. También hay un Sport o un Efficiency, mientras que sorprenden otros como el Digital Art. 

Lo hemos estado conduciendo en una ruta bastante variada y nos hemos dado cuenta de lo realmente eficiente que es. Homologa hasta 88 kilómetros de autonomía eléctrica, aunque en la práctica una cifra más realista sería rondar los 65 kilómetros, que no está nada más para un híbrido enchufable de estas características. Después siempre se podría recargar la batería, algo que se realiza en dos horas y media en una toma de 7,4 kW. Es una velocidad no demasiado elevada, una de las pocas pegas que tiene este ejemplar. Porque el BMW X1 xDrive30e es un coche realmente completo que se puede adaptar a todo tipo de situaciones. 

En la mayoría, destacan la comodidad y el confort en marcha. Se ve que tiene un chasis aplomado y capaz de aguantar lo que le echen. Su comportamiento es muy destacado gracias a su esquema de suspensiones, con un eje delantero tipo McPherson y una trasera de paralelogramo deformable. Incluso la dirección se ve más natural que en otros coches, y eso que su grado de asistencia sigue siendo elevado.

Terminamos la prueba del X1 tope de gama sorprendidos por el comportamiento y también sorprendidos por ver su ficha técnica. Ya hemos hablado de lo eficiente que puede llegar a ser, pero también es un coche que corre mucho. Acelera de 0 a 100 km/h en 5,6 segundos y sorprende por sus recuperaciones. De hecho, por su agilidad hay muchas veces que se nos olvida que estamos conduciendo un coche de casi dos toneladas, concretamente de 1.935 kg de peso. Al fin y al cabo, la marca ha sabido transmitir sus valores incluso en un todocamino híbrido enchufable.

Opinión coches.com

El BMW X1 es de los coches más redondos que hemos probado en los últimos tiempos. Parece tener todo lo que podría buscar un usuario en los tiempos que corren. Con eso nos referimos a que es un SUV, algo clave actualmente, y además uno realmente atractivo. También tiene una tecnología muy avanzada, sumada a una calidad por encima de la media. Encima ahora llegan al mercado las versiones altamente electrificadas con la etiqueta CERO y una conducción muy BMW. De hecho, el híbrido enchufable tope de gama nos ha dejado un sabor de boca muy bueno, la única pega es que no está al alcance de todo el mundo. 

Los precios de los X1 híbridos enchufables y del eléctrico están por encima de los 50.000 euros. De hecho, en el xDrive30e que hemos probado se parte de 58.050 euros, que pueden llegar a ser bastante más con una configuración un poco trabajada. Es cierto que se pueden acoger a las ayudas del Plan Moves III, pero queda claro que son modelos premium y que muchos seguirán suspirando mientras los ven de lejos. Otros podrán acercarse un poquito gracias a las ofertas que tenemos en Coches.com, donde están los mejores precios de VN, financiación o renting.

BMW X1 xDrive30e
7.9Nota
Lo mejor
  • Estética más atractiva
  • Interior tecnológico y de calidad
  • Desempeño de los electrificados
Lo peor
  • Peso alto para un SUV compacto
  • Velocidad de carga
  • Precio elevado
Diseño8.5
Habitabilidad8
Acabados8.5
Maletero7.5
Equipamiento8
Motor8
Comportamiento8
Calidad Precio7

Galería de fotos:

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