La llegada del Honda ZR-V es una de las más importantes que ha tenido la marca japonesa en los últimos tiempos. Sirve para llenar de un plumazo el hueco que quedaba entre los HR-V y CR-V, completando una gama SUV que podía quedarse algo escueta si la comparábamos con la de otras marcas. Siguiendo la filosofía actual de Honda, el crossover compacto solamente está disponible en formato híbrido. Muchos lo preguntaréis, pero todavía no puedo resolveros la duda: los precios serán anunciados el próximo mes de julio.
El significado del nombre de este modelo quiere decir “Z Runabout Vehicle”. Es un homenaje a la Generación Z y hace referencia a su tamaño contenido. Lo cierto es que es un ejemplar que ya lleva tiempo en el mercado, pues salió en Japón a finales de 2022. Ahora comienza su gira europea, un mercado en el que han puesto mucha esperanza. Las primeras unidades llegarán antes de que acabe el año, concretamente en otoño, aunque ya lo hemos probado y podemos contarte todos sus detalles.
Exterior
El diseño del Honda ZR-V es bastante equilibrado. Eso quiere decir que mantiene las líneas principales de la marca en los últimos tiempos y que también introduce algunas novedades estéticas que le hacen despuntar. La principal aparece en el frontal con una parrilla trapezoidal con listones verticales. No tiene marco y está rodeada por el logotipo de Honda en la parte superior y por la matrícula en la parte inferior. En esa zona baja hay un paragolpes que hace algo de contraste, pero que no tiene grandes tomas de aire ni aristas.
Los faros de este modelo son bastante estilizados y tienen tecnología LED de serie. Como suele pasar en los crossover, todos los bajos van cubiertos de plástico negro para enfatizar su robustez. Las llantas pueden ser de hasta 18 pulgadas y también hay algunas con un acabado bitono bastante atractivo. La paleta de colores del ZR-V está compuesta por hasta cinco tonos, algunos tan llamativos como el que estamos probando
Otra vista destacada es la lateral, sobre todo por esa forma redondeada que adopta el pilar C. Luego en la zaga también predominan las líneas curvas, incluidas en los pilotos traseros LED, que sorprendentemente no están unidos por el centro. Están partidos por un portón bastante limpio y que solamente tiene las inscripciones del modelo. Queda rematado por una especie de difusor en contraste que incluye una moldura cromada para recoger dos salidas de escape, algo que sorprende bastante teniendo en cuenta que es un modelo electrificado.
Como decíamos, el Honda ZR-V aterriza en el segmento C-SUV con unas dimensiones considerables. Con sus 4.568 mm de longitud queda justo entre los 4.340 mm del HR-V y los 4.600 mm del CR-V. Además, tiene una anchura de 1.840 mm y una altura de 1.620 mm. La distancia entre ejes es de 2.655 mm para asegurar un espacio interior que esté al nivel de lo esperado.
Interior
Al entrar al habitáculo del Honda ZR-V por primera vez llama la atención que todavía se mantengan bastantes botones. Mientras que otros rivales apuestan por una digitalización total y el uso de pantallas, aquí vemos un poco más de cordura. Es cierto que tenemos una gran pantalla táctil de 9 pulgadas que es la misma que tenemos en el Civic.
Lleva el último sistema multimedia de la marca, que destaca por la facilidad de uso, con menús muy claros e intuitivos. Además, tiene una ruleta y algunos botones de acceso directo para simplificar la vida del usuario. No falta tampoco la conectividad con Apple CarPlay y Android Auto.
Aunque eso no quiere decir que se quede atrás en términos de tecnología. Desde el puesto de conducción se puede ver una instrumentación digital de 10,2 pulgadas que ofrece unos gráficos muy destacados. La información que muestra es realmente completa y se incluyen algunos gráficos de flujo de energía del tren motriz híbrido.
Se controla a través de un volante multifunción con un tacto muy destacado, a la altura de lo que se espera del conjunto. Mencionar también la visibilidad que ofrece este modelo en todas las direcciones gracias al salpicadero plano o al detalle de tener los retrovisores montados en las puertas.
La distribución del habitáculo del Honda ZR-V también convence. Tiene un diseño elegante y bien resuelto, sobre todo con las salidas del aire y la consola central. De hecho, los controles de la climatización, con sus ruletas y botones parecen más de un coche premium por el tacto que ofrecen.
La consola central queda despejada y permite tener carga inalámbrica para smartphones, sin embargo, no termina de convencer el selector del cambio, que es demasiado minimalista. La calidad está por encima de la media gracias a materiales que son agradables al tacto y acabados con buenas terminaciones.
El espacio disponible en las plazas traseras del Honda ZR-V entra dentro de lo esperado en un SUV compacto. Hay un espacio generoso para las piernas y bastante correcto para el techo. Solamente podríamos sacarle la pega de la anchura y de que la plaza central carezca de forma y tenga un túnel de transmisión surcándola.
También me acuerdo con cierta añoranza de los Honda Magic Seats que ya no están llegando a los nuevos modelos. Aunque por suerte se mantienen las salidas de aire para la segunda fila, tomas USB y este reposabrazos que puede salir de la plaza central.
Maletero
En un SUV compacto que solamente está disponible en formato híbrido es normal que el maletero no vaya a destacar demasiado. En el Honda ZR-V tenemos una capacidad de 380 litros, que están ligeramente por debajo de otros rivales que son puramente de combustión. Por suerte, cuenta con una boca de carga amplia y que no queda a una altura demasiado elevada.
Este modelo también es práctico por detalles como la partición de la carga, la bandeja retráctil o el hueco bajo el piso. Como es habitual, siempre se podrían abatir los asientos traseros en dos partes (60:40) para quedarnos con una superficie plana y una capacidad máxima de 1.312 litros, que serían 1.291 litros en el caso de llevar el sistema de sonido con subwoofer
Motor
Aunque no lo habíamos dicho hasta el momento, era un secreto a voces que el Honda ZR-V compartía plataforma con el mítico Civic. Eso también se traduce en ofrecer la misma gama mecánica, que está limitada a una única versión bautizada como e:HEV. Se alimenta de un sistema de propulsión híbrido que le hace ser merecedor de la etiqueta ECO de la DGT y que tiene bondades muy interesantes. Está formado por un motor de gasolina de ciclo Atkinson de cuatro cilindros y 2.0 litros que va ligado a dos motores eléctricos y a una PCU, que es la unidad de control de potencia.
Siguiendo este esquema, podemos ver que el ZR-V e:HEV ofrece los mismos 184 CV y 315 Nm de par que vimos en el Civic. En este caso también habría que añadir al conjunto una batería de iones de litio de 1,05 kWh que está formada por 72 celdas. No tiene una capacidad muy grande, pero durante la prueba dinámica veremos que es suficiente para lograr una eficiencia ejemplar. Si miramos su ficha técnica vemos una aceleración de 0 a 100 km/h en 8,0 segundos y una velocidad máxima de 173 km/h.
Comportamiento
Si algo llama la atención durante los primeros kilómetros junto al Honda ZR-V es la suavidad que se consigue durante la marcha. Se ve que los japoneses dan mucha importancia a ese aspecto y han conseguido reducir un gran porcentaje de los ruidos y las vibraciones que llegan al habitáculo. Incluso el sonido aerodinámico no es demasiado molesto para tratarse de un crossover con una altura considerable. Aunque lo más destacado en este Honda ZR-V sería la suavidad y refinamiento con los que se comporta el sistema de propulsión híbrido, que hace transiciones imperceptibles entre los diferentes motores.
A nivel técnico, el funcionamiento que plantea Honda es realmente inteligente. La mayor parte del tiempo es el motor eléctrico de 184 CV el encargado de mover las ruedas. Mientras tanto, el motor de combustión puede servir como apoyo si fuera necesario o simplemente como generador de energía gracias a su gran eficiencia. Serviría para accionar el motor eléctrico de menores.
Como decíamos, el usuario solamente se tiene que preocupar de conducir. Es el propio coche el que se encarga de ir alternando entre los modos de conducción de forma inteligente. La mayor parte del tiempo nos estamos moviendo en el modo Hybrid, que es cuando el motor de combustión entra en acción de forma puntual para generar energía que pasa al bloque eléctrico, que se encarga de mover el eje delantero.
Cuando hay menor demanda de potencia, cuando pisamos la ciudad, es fácil ver un modo puramente eléctrico en el que se apaga la combustión y se rueda con la energía almacenada en la batería. El modo Engine es cuando el motor de gasolina es el que mueve las ruedas, algo que pasa a velocidades de crucero constantes, cuando es más eficiente.
Sin embargo, el usuario sí que puede cambiar algunos detalles en la configuración del coche. Están disponibles los modos de conducción más tradicionales para elegir entre Eco, Normal, Sport y Snow. Se modifican algunos parámetros del vehículo, pero no podemos esperar un cambio radical en su conducta.
A nivel de chasis me recuerda gratamente al comportamiento del Civic. Eso es una buenísima noticia y quiere decir que, a pesar de sus condiciones de crossover, tiene un tacto muy equilibrado. A pesar de esa mayor altura de la carrocería y de un peso superior (está en 1.639 kg) lo cierto es que se disimulan muy bien los balanceos y resulta bastante ágil. Eso se consigue gracias a su esquema de suspensiones de tipo McPherson para el eje delantero y multibrazo para el trasero.
Para terminar con el apartado dinámico, decir que la dirección de este ejemplar tiene un tacto más natural que la mayoría de sus rivales. Sigue estando bastante asistida, pero informa bastante bien de lo que pasa en las ruedas. Durante esta toma de contacto no podemos dar datos concretos sobre su consumo. Homologaba 5,7 l/100km y unas emisiones de CO2 de 130 g/km. Todo apunta a que conseguirá ser bastante eficiente en un uso más extendido y que sus consumos podrían rondar los 6,5 litros.
Opinión coches.com
En los tiempos que corren, el lanzamiento de cualquier SUV suele ser un acierto. Y si encima hablamos de uno con un tamaño compacto, un sistema de propulsión híbrido muy trabajado y una puesta a punto bastante dinámica; probablemente lo tenga todo para triunfar. El Honda ZR-V ha demostrado estar a la altura de las circunstancias con un crossover que no lo parece cuando lo conduces.
En 2018, los SUV concentraban el 40 % de las ventas, pero en estos cinco años la tendencia no ha hecho más que crecer y para este año se espera que supere el 60 %. Honda quiere aprovechar ese movimiento con el ZR-V, que completa la gama crossover y que lo hace con una electrificación ejemplar. Veremos si su precio no es demasiado exagerado y le ayuda a la marca a aumentar sus ventas.
- Equipamiento completo
- Refinamiento del sistema híbrido
- Comportamiento de turismo
- Maletero algo justo
- Solamente una versión
- El precio estará por encima de la media
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