El segmento de los utilitarios ha sido uno de los que más se ha tenido que adaptar en los últimos tiempos. Sus ventas iban cayendo en detrimento de los SUV pequeños y eso les ha obligado a ser un poco más grandes, a que tengan que tener un diseño diferenciado y a adaptar su gama mecánica. Todas esas premisas han sido llevadas a cabo por el Hyundai i20 que probamos esta semana y que busca ser una referencia en el segmento.
Se trata de un modelo que lleva desde 2008 en el mercado y que acaba de estrenar su tercera generación. Desde el principio funcionó bien a nivel a nivel comercial, lleva vendidas cerca de un millón de unidades en Europa, de las cuáles 75.000 han llegado a nuestro país. Con la nueva generación se despide de la carrocería coupé de tres puertas y del i20 Active con aspecto de crossover, ahora todo se centra en este cinco puertas que tiene mucho que ofrecernos
Exterior
Lo primero que decíamos que habíamos notado en el segmento de los utilitarios era el aumento en sus dimensiones. En el Hyundai i20 ha sido ligero entre la segunda y esta tercera generación. Tenemos una longitud de 4.040 mm (apenas 5 mm más), una anchura de 1.750 mm (son 30 mm más) y una altura de 1.450 mm (24 mm menos). La distancia entre ejes crece 10 mm y alcanza los 2.580 mm.
La evolución es mucho más clara en el apartado del diseño. El nuevo Hyundai i20 es un coche desarrollado por y para Europa, así que estrena la filosofía Sensuous Sportiness que estará presente en otros modelos nuevos como también el nuevo Hyundai Tucson. En el utilitario destaca por este frontal que rezuma carácter. La parrilla ahora es mucho más ancha y va colocada en una posición más baja. Tiene un patrón llamativo e integra a unos faros rasgados con tecnología LED.
Este ejemplar se puede elegir en 10 colores, pudiendo en algunos casos contar con la carrocería bitono. Tenemos de esta forma el techo y los pilares en color negro, elementos que van a juego con detalles como los retrovisores, las molduras de los antiniebla o el splitter delantero en el mismo color. Si nos seguimos moviendo por el lateral también llaman la atención las llantas de 16 pulgadas (17 pulgadas opcionalmente) o la pequeña antena de techo.
Probablemente la zaga sea la vista que más llamará la atención en el Hyundai i20. Comienza por un pequeño spoiler de techo que queda ligado a este pilar C tan característico. Pero la palma se la llevan estos pilotos traseros triangulares que van unidos por el centro. La parte superior va en negro para disimular con la luna y ya por debajo tenemos un paragolpes que queda rematado en la parte inferior por una especie de difusor.
Interior
En el exterior veíamos una evolución muy notable, pero es que en el interior tenemos que hablar directamente de revolución. El nuevo Hyundai i20 cambia por completo su diseño también aquí dentro y renueva su tecnología. Tiene un aspecto más desenfadado y que busca mejorar la sensación de espacio usando líneas horizontales. Es fácil percibir esto con solo mirar al salpicadero en esta zona entre las salidas de aire e incluso en las puertas.
Y ya centrándonos en la tecnología, vemos que de serie cuenta con una instrumentación digital. Está compuesta por una pantalla de 10,25 pulgadas que tiene una definición muy buena y unos gráficos avanzados. Se puede modificar la información que vemos a través de los mandos del volante multifunción, también con un diseño llamativo de cuatro radios. También destaca su cambio de diseño con los distintos modos de conducción.
En cuanto al sistema multimedia habrá varias opciones. De serie viene con una pantalla muy básica y monocroma, en los acabados intermedios aparece esta táctil a color de 8 pulgadas y por encima queda otra de 10,25 pulgadas. Con la intermedia tenemos un tacto bueno y unos gráficos correctos, pero hay pocas opciones. La parte positivas es que tiene conectividad con Apple CarPlay y con Android Auto, de forma que nuestro móvil puede ser el punto neurálgico del infoentretenimiento. Una doble ventaja en el de Apple, que es inalámbrico.
Los controles de la climatización siguen siendo analógicos y son muy fáciles de manejar. Todavía nos quedarían algunos botones adicionales en la zona de la palanca de cambios con cosas más relativas a la conducción. Por cierto, destacar que este hueco portaobjetos cuenta con carga inalámbrica, un detalle que nos ha gustado, y que también aparecen en esta zona dos tomas USB y una de 12V.
La calidad del Hyundai i20 es bastante buena en términos generales, siempre teniendo en cuenta que es un modelo generalista y que es un utilitario. La mayoría de partes van en plástico, pero el tacto no es malo, sobre todo en las zonas más expuestas. En este caso tenemos la parte inferior en gris, que destaca algo más que el negro. La tapicería de tela está bien resuelta, sus acabados parecen sólidos y tenemos una iluminación ambiental en azul que le hace ganar atractivo.
La habitabilidad es bastante correcta en este modelo, manteniéndose en la media del segmento. En las plazas delanteras no hay problema, pues tenemos espacio en todas las cotas. El asiento se tiene que regular manualmente y por suerte también podemos modificar la altura y profundidad del volante, así como la altura de los cinturones. Entre ambos asientos hay un pequeño reposabrazos.
Si pasamos a la segunda fila vemos las carencias típicas del segmento. El acceso no es incómodo y una vez dentro vemos un espacio correcto para las piernas y algo justo para la cabeza. Hay que tener en cuenta que yo quepo bien, pero mido poco más de 1,70, los usuarios que superen los 1,85 metros lo tendrán complicado aquí dentro. La plaza central, como viene siendo habitual, carece de forma y cuenta con un prominente túnel de transmisión, así que mejor viajar cuatro que cinco en este habitáculo.
Maletero
Si el aumento de dimensiones del Hyundai i20 quedaba demasiado patente en el interior, parece que sí lo estará en el maletero. Este ejemplar tiene una capacidad de 352 litros, que son 26 litros más que su antecesor y con ello está entre los mejores del segmento. Cuenta con unas formas rectas bastante aprovechables y se puede fijar la carga con ganchos y redes. La boca de carga es generosa y no queda a una altura demasiado elevada
Bajo el piso encontramos un doble fondo en el que podemos meter algunos objetos pequeños y también encontramos el kit antipinchazos, no hay espacio para una rueda de repuesto en este i20 debido a que en esta zona también tenemos la batería del sistema de 48V. En el caso de que necesitemos más espacio en este maletero, bastará con abatir la segunda fila de asientos en dos partes (60:40) para tener una superficie casi plana y con hasta 1.165 litros de capacidad.
Equipamiento
El Hyundai i20 se ofrece en hasta cinco niveles de equipamiento, teniendo opciones prácticamente para todos los públicos. De serie nos encontramos con el acabado Essence, el más sencillo, que cuenta con aire acondicionado, elevalunas eléctricos, cierre centralizado con mando, encendido automático de luces, pantalla de 3,8 pulgadas con radio DAB+, USB y Bluetooth, además de ayudas como el aviso pre-colisión, frenada automática en ciudad, detector de fatiga, alerta de cambio de carril o limitador de velocidad.
Por encima está el Klass, que suma luces diurnas con LED, llantas de aleación de 16 pulgadas, sistema multimedia con pantalla táctil de 8 pulgadas con Apple CarPlay y Android Auto, cámara de visión trasera, sensores de aparcamiento o instrumentación digital de 10,2 pulgadas. Le sigue el Tecno, que gana climatizador automático, faros Bi-LED, cristales traseros oscurecidos, sensor de lluvia, acceso sin llave y arranque por botón, cargador de móviles inalámbrico, un puerto USB trasero, control de objetos en ángulo muerto, asistente de carril o el SmartBeam.
Para los que no se conformen pueden elegir el Style, que es más completo gracias a llantas de 17 pulgadas, detalles cromados, parabrisas acústico, carrocería bitono, navegador integrado, control de crucero adaptativo inteligente con asistente en atascos, asistente de frenado en cruces o selector de modos de conducción. El tope de gama es el Stylux, que añade más detalles cromados, techo solar panorámico deslizante, sistema de sonido BOSE con amplificador y subwoofer o sensores de estacionamiento delanteros.
Motor
Otra de las novedades de la tercera generación del Hyundai i20 era la actualización de su gama mecánica. Se dice adiós definitivamente al diésel en este modelo y se tiene una oferta bastante justa, pero adecuada a las necesidades del segmento. Arranca con el 1.2 MPI, una mecánica atmosférica de cuatro cilindros que entrega 84 CV y que va ligado a una caja de cambios manual de cinco velocidades. Por encima ya está el 1.0 TGDI, un motor de tres cilindros turbo que ofrecerá varias opciones.
Tiene una versión con 100 CV convencional que va ligada a una caja de cambios manual de seis velocidades. Luego también con 100 CV hay dos opciones Mild Hybrid con el sistema eléctrico de 48V que se benefician de la etiqueta ECO de la DGT. Una viene con la transmisión manual de seis velocidades y otra con la automática 7 DCT de doble embrague. Por encima queda el 1.0 TGDI de 120 CV que por defecto es Mild Hybrid y viene con el cambio automático. Mención aparte para el Hyundai i20 N, que tendrá 204 CV gracias al motor 1.6 TGDI.
En nuestro caso, tenemos una unidad intermedia, con el 1.0 TGDI de 100 CV y 172 Nm de par con el sistema microhíbrido de 48 V y la caja de cambios manual. Con esta configuración, el i20 es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 10,4 segundos y lograr una velocidad máxima de 188 km/h. Por otro lado, homologa un consumo medio de 4,9 l/100km y unas emisiones de CO2 de 114 g/km.
Comportamiento
Ya al volante de este Hyundai i20 1.0 TGDI de 100 CV con sistema de 48V, hay que decir que creemos que es la opción más razonable. Primero por esa etiqueta ECO que recibe y que trae consigo algunas ventajas y segundo porque tiene prácticamente las mismas prestaciones que el de 120 CV con cambio automático y en este caso nos gusta más el manual. Se puede percibir que es microhíbrido gracias a un arranque más rápido, suave y con par adicional. En general consigue rebajar las emisiones y los consumos, mientras que también contamos con una función Start/Stop aumentada hasta los 30 km/h.
El motor de tres cilindros es bastante refinado para su condición. No hace demasiado ruido y las vibraciones casi no se filtran al interior. A priori puede parecer un poco pobre en bajas, es cierto que se desenvuelve mejor en la zona media. A partir de las 2.500 vueltas es cuando mejor se mueve este i20 y resulta más que satisfactorio para el día a día. Cuando lo aceleramos a tope se suman entre 5 y 13 CV adicionales que nos servirán en situaciones como adelantamientos o incorporaciones. Eso dependerá del estado de la batería, que se va recargando por inercia o gracias a las frenada.
Como decíamos, este ejemplar va ligado a una caja de cambios manual de seis velocidades. Pero no es una cualquiera, es la nueva transmisión iMT que presentó recientemente Grupo Hyundai. El i20 es de los primeros en tener disponible esta transmisión manual inteligente que solo puede ir en los microhíbridos y que cuenta con sistema clutch-by-wire (embrague por cable). Al tener ese embrague electrónico permite funciones que hasta ahora solo veíamos en los automáticos, como es el caso de la conducción a vela cuando levantamos el pie del acelerador.
Este elemento hace que se reduzcan las emisiones y cumple perfectamente su cometido. Es cierto que los recorridos de la palanca son algo largos, pero el tacto es preciso y satisfactorio. De hecho, tendremos que recurrir bastante a ella para sacar su máximo rendimiento. Y también podemos “jugar” con los modos de conducción disponibles en este ejemplar. Son Eco, Normal y Sport; y no cambian demasiado el carácter del coche, solo un poco la reactividad de acelerador o dirección. También la vista de la instrumentación, como dijimos anteriormente.
A nivel de chasis el pequeño coreano destaca bastante. De la dirección decíamos que dependía del modo de conducción, pero en general la notamos demasiado asistida y poco informativa. Más nos ha gustado la suspensión, de tipo McPherson en el eje delantero y barra de torsión en el trasero, pues consigue un equilibrio bastante notable. Las reacciones son nobles y ofrece una gran facilidad de conducción, por lo que es un coche para todos los públicos.
Tenemos un peso de apenas 1.090kg, lo que se traduce en una agilidad sobresaliente que destaca cuando maniobramos en ciudad y también en algunos cambios de apoyo en tramos de curvas. No podemos concebir este coche como deportivo, pero no queremos ni imaginarnos cómo irá el Hyundai i20 N. Y su ligereza también afecta a sus consumos, que se notan bastante contenidos tras una semana de uso. Lo dejamos con una media que ronda los 6 litros, algo por encima de lo homologado pero una cifra muy buena teniendo en cuenta sus características.
Opinión coches.com
La evolución en los coches suele ser notable generación tras generación. Pero lo cierto es que hay pocos que hayan mejorado como este Hyundai i20. Si lo comparamos con el que salió en 2008 no tienen nada que ver y el salto cualitativo es brutal. En el exterior además ha buscado diferenciarse de sus rivales y estrena lenguaje de diseño. Por dentro pasa lo mismo, cambia su estética y se presenta con una tecnología muy adecuada para el segmento. La calidad y la habitabilidad están bastante en la media, teniendo un coche cumplidor.
La gama mecánica, aunque justa, es inteligente y da opciones para la mayoría de necesidades. Con el 1.0 TGDI Mild Hybrid 48 V de 100 CV nos encontramos ese punto intermedio con el que podemos movernos con solvencia en el día a día. El chasis es equilibrado y tampoco decepcionará a nadie. Además, el Hyundai i20 tiene muchas opciones de equipamiento gracias cinco acabados disponibles y un abanico de precios que también está adaptado para todos los bolsillos.
- Diseño exterior atrevido
- Mejora tecnológica notable
- Comportamiento con la mecánica intermedia
- Algunos materiales del interior
- Gama mecánica poco variopinta
- Precio algo elevado
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