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Mario Nogales

Mercedes Clase V 300d, a prueba: el shuttle perfecto

Cuando pensamos en Mercedes, lo más habitual es que se nos venga a la cabeza lujosas berlinas y refinados SUV, que son los principales representantes que ha tenido la marca de la estrella en los últimos años. Pero no hay que olvidar que el fabricante alemán también le da mucha importancia a los vehículos comerciales. Del más mítico, del Mercedes Vito, deriva un monovolumen que bien podría ser el el shuttle perfecto para llevar a pasajeros con garantías. Se llama Mercedes Clase V y lo hemos estado probando en su versión más aprovechable.

Aunque no lo parezca, se vendieron más de 210.000 unidades del Clase V desde su lanzamiento en 2014 hasta que se presentó su actualización en 2019. Ahora estamos a punto de conocer la segunda generación del modelo, pero podría ser un momento ideal para hacerse con este modelo. Tiene un precio de partida de 62.398 euros en su versión más básica, aunque puede llegar a superar los 120.000 euros en el caso de optar por el tope de gama. Un abanico muy amplio en sus tarifas, lo mismo que en la configuración que se puede llevar a cabo y en los usos que se puede dar a este vehículo.

Exterior

A nivel estético lo cierto es que no vamos a encontrar detalles demasiado reseñables. Es un modelo de Mercedes sí, pero también es una furgoneta con las limitaciones de diseño que eso implica. La parte más destacada es el frontal debido a que queda resuelto con una parrilla de grandes dimensiones que sigue la línea de otros modelos de la marca. Tiene el logotipo de la estrella en el centro, surcada por un listón horizontal y con un marco cromado; además de un entramado en 3D gracias al nivel de equipamiento deportivo AMG Line.

Porque hay que destacar que la firma alemana le ha querido dar cierto carácter estético también a la Clase V, al menos estéticamente hablando. De ahí que veamos en la unidad de pruebas con paragolpes específicos y uin buen número de detalles en negro haciendo contraste con el resto de la carrocería. Llaman la atención las molduras que cruzan las tomas de aire, el splitter delantero e incluso las llantas de 19 pulgadas que son las que más carácter le dan a este modelo. La iluminación corre a cuenta de unos faros más convencionales con tecnología LED de forma opcional.

Como decíamos, el lateral y la zaga de la Mercedes Clase V presentan una imagen más plana y tradicional, con esas formas cuadradas típicas de estas carrocerías. En el perfil se aprecian a la perfección unas puertas correderas, que pueden llevar tecnología eléctrica para una apertura y cierre mucho más cómodo. En la trasera se pueden apreciar unos pilotos LED verticales que quedan justo a los laterales del portón. Probablemente de lo más destacado sea la luneta practicable, que resulta muy útil al poder abrirse sin tener que levantar todo el portón, que tiene unas dimensiones y peso muy considerables.

Hay que destacar que este ejemplar se ofrece con varias medidas de carrocería para llegar a ser realmente polivalente. Puede elegirse en tres longitudes, empezando por la Compacta y sus 4,90 metros, siguiendo por la Larga con 5,14 metros y terminando con la Extralarga de 5,37 metros. Las dos primeras tienen una distancia entre ejes de 3,20 metros y la última crece hasta los 3,43 metros. Todas ellas comparten comparten una anchura de 1,93 metros y una altura de 1,88 metros. Eso le permite tener un interior muy funcional.

Interior

La crítica fácil a este tipo de vehículos siempre fue que su interior estaba por detrás del de los turismos. Es cierto, más en el caso de la marca de la estrella que tiene modelos mu muy exquisitos, pero hay que reconocer que ya no se queda tan atrás. Si hablamos de tecnología, vemos el sistema multimedia MBUX con una pantalla táctil de 10,25 pulgadas (de serie lleva una de ocho), con todas las facilidades. Destaca por su conectividad con Apple CarPlay y Android Auto, además del reconocimiento de voz «Hey Mercedes».

Los gráficos son muy buenos y su control bastante sencillo. Se puede hacer desde la propia pantalla, pero también desde el trackpad, ese panel táctil que queda en la consola central en una posición muy natural. También aparecen algunos botones físicos en esta Mercedes Clase V, pues hay algunas funciones de la climatización que se pueden realizar de esta forma, así como otros detalles relativos a la conducción.

Y si vimos que la tecnología estaba a la altura, la calidad no se va a quedar atrás. Me atrevería a decir que es de las furgonetas que mejor resueltas están en ese apartado gracias a los buenos acabados y a materiales bastante agradables. En una unidad bien configurada como la nuestra destaca una tapicería de cuero con un tacto exquisito que se extiende en asientos y puertas, así como la moldura plástica que imita a la fibra de carbono. Es cierto que hay materiales menos agradables, pero no desentonan en demasía.

Sin embargo, lo más destacado de esta Clase V es la sobresaliente modularidad que se consigue en el habitáculo. Hay varias configuraciones en su interior, dejando que sea el cliente el que elija el número de pasajeros, que puede estar entre cinco y ocho. Nuestra está justo entre medias con sus siete plazas repartidas en una configuración de 2+2+3. Es ideal para  desplazamientos cómodos, pues la segunda fila son dos butacas completas que ofrecen un confort sin igual gracias a tener también reposabrazos integrados.

La tercera fila no se queda atrás, pues también son asientos individuales, aunque no haya tanto espacio por anchura. Si que lo hay para las cabezas gracias a las formas rectilíneas de su carrocería, mientras que se puede jugar con el hueco que queda para las piernas moviendo los asientos. Es relativamente fácil adaptar el espacio a las necesidades e incluso se podrían retirar los asientos por completo para cargar objetos. Eso sí, su peso es elevado y la maniobra compleja para hacerlo solamente una persona.

Maletero

El maletero de este tipo de modelos depende de cómo se configure el interior. Ya hemos hablado de la facilidad de mover asientos hacia adelante o hacia atrás, haciendo que varíe la capacidad del maletero en función. También depende de la carrocería elegida, pero en el caso de la Larga que llevamos nosotros se habla de hasta 1.030 litros de maletero usando las siete plazas. En la Compacta se queda en 670 litros, lo cuál no está nada mal.

Esa capacidad aumenta considerablemente según vamos quitando asientos. Se dice que con las cuatro plazas (o cinco) llegaría hasta los 2.820 litros y ya si las quitamos es capaz de hacer cualquier mudanza que se resista. Otro detalle que gusta en este ejemplar es la posibilidad de acceder al maletero a través de la luneta, de forma que no hace falta abrir ese gigantesco portón para meter algunos objetos.

Motor

La gama mecánica del Mercedes Clase V introdujo novedades muy importantes. La base la ponía el motor diésel OM 654, un bloque de cuatro cilindros y 2.0 litros que está disponible en tres niveles de potencia. De los 163 CV del 220d, a los 190 CV del 250d, hasta los 237 CV del 300d; se ofrece por defecto con tracción a las ruedas traseras y la tracción total 4MATIC disponible de manera opcional. Se sumó a la gama la Mercedes EQV, versión eléctrica del modelo con 204 CV y una autonomía de hasta 363 kilómetros gracias a su batería de 90 kWh. Aunque hoy nos vamos a centrar en otro.

El Clase V 300d que estamos probando se coloca como una variante bastante prestacional gracias a su nivel de potencia y también a las prestaciones que consigue. Son 237 CV y 500 Nm de par, siempre ligado a la transmisión automática 9G-Tronic y con opción a llevar la tracción total. Este modelo tiene potencia de sobra para lo que haga falta, de hecho, presume de unas prestaciones bastante buenas. Acelera de 0 a 100 km/h en 8,5 segundos y su velocidad máxima es de 215 km/h.

Comportamiento

En el comportamiento del Clase V 300d tenemos que decir que tiene un tacto muy particular marcado por la mecánica diésel. Desde el principio queda claro que su par máximo está disponible entre 1.600 y 2.400 rpm, en la zona baja del cuentarevoluciones es donde se siente más cómodo. Es bastante contundente y no va justo en las recuperaciones en esta versión diésel con un poco más de potencia. Suponemos que la de acceso será más perezosa en el caso de viajes largos y con alta carga.

En todo caso, nos ha sorprendido para bien el refinamiento del bloque turbodiésel de cuatro cilindros. Apenas llegan las vibraciones al interior y tampoco suena demasiado, aunque en altas es algo más estridente. Habla bien del aislamiento del interior, pues incluso a altas velocidades no hay demasiados ruidos aerodinámicos y eso siempre favorece al confort en marcha. Y después, tenemos a la transmisión automática 9G-Tronic que gestiona los 237 CV a la perfección.

Buscando unos consumos un poco más favorables, suele ir en marchas largas, pero lo que es indudable es su rapidez al hacer los cambios. Si bien es cierto que tiene unos modos de conducción que adaptan ligeramente su comportamiento y que eso también afecta a la transmisión. De hecho, junto con la dirección es el punto donde más se nota, pues el resto se mantiene prácticamente igual. Y lo cierto es la Clase V, a nivel de chasis, tiene una puesta a punto muy agradable.

Lo primero que notamos es que es un vehículo más fácil de conducir de lo que podía parecer inicialmente. Sus formas cuadradas y sus 5,37 metros de largo claramente no favorecen en este apartado. Pero ofrece un radio de giro de 12,5 metros que hace que las maniobras no sean nada complicada. Nos atrevemos a meterlo a algún parking subterráneo y la experiencia no fue mala, conseguimos salir airosos. Lo mismo ocurre en la ciudad y en entornos más complicados a priori.

Y luego en vías rápidas como autovías y autopistas es realmente donde se siente como pez en el agua. Ahí es cuando sale a relucir su carácter de viajero incansable y cuando nos muestra de lo que es capaz de hacer. Su confort en marcha es sobresaliente por su tarado de la suspensión, muy equilibrado y conseguido. Además, el aplomo que ofrece es envidiable. Si nos metemos en carreteras de curvas salen a relucir sus carencias, sus balanceos y su falta de agilidad debido a esos 2.220 kg de peso; pero contábamos con ello.

Y con lo que no contábamos era con dejarlo con un consumo medio de 8,5 litros. Lo cierto es que es una cifra muy buena para un vehículo de estas características, sobre todo por el extra de potencia del V 300d y por el extra de peso de la carrocería Larga. No se queda demasiado alejado del homologado y ese depósito de 70 litros hace que no tengamos que parar a repostar en muchos kilómetros, siendo la autonomía otro punto fuerte.

Opinión coches.com

El Mercedes Clase V es un vehículo muy destacado. En España le tenemos un cariño especial debido a que se fabrica en la planta de Vitoria y, tras una semana con él, nos ha demostrado ser merecedor de todos los elogios. Hay muy pocos que sean tan útiles para el transporte de pasajeros y ninguno llega a su nivel de distinción a día de hoy. Habrá que ver cómo son los futuros modelos eléctricos que están a punto de llegar, como el Lexus LM, que quieren establecer nuevos estándares.

Serán problema de la próxima generación del Clase V, que sigue siendo un modelo que no está al alcance de todo el mundo. Una unidad en la versión tope de gama 300d y con el acabado AMG Line como la nuestra supera los 100.000 euros gracias a su exquisita y completa configuración. Es el precio a pagar por semejante shuttle, que también puede ser encontrado algo rebajado en coches.com, donde tenemos las mejores ofertas tanto de vehículo nuevo, como de renting; además de financiación.

Mercedes Clase V 300d
8Nota
Lo mejor
  • Modularidad del interior
  • Calidad por encima de la media
  • Confort en marcha
Lo peor
  • Peso de los asientos
  • Falta de agilidad
  • Precio final con extras
Diseño7.5
Habitabilidad9.5
Acabados7.5
Maletero9
Equipamiento8
Motor7.5
Comportamiento8
Calidad Precio7

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