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Mario Nogales

Opel Corsa 1.2 Turbo 101 CV, prueba a fondo

Corría el año 1982 y en España estaba volcada de lleno con aquel inolvidable Mundial y su mascota, Naranjito, estaba presente por todos los lados. Este año también pasaba a la historia por efemérides como el lanzamiento de ET el extraterrestre de Spielberg en cines o el álbum Thriller de Michael Jackson. Relacionado con el motor hay que mencionar la muerte de Gilles Villeneuve en plena clasificación en Fórmula 1. Bueno, y no nos podemos olvidar del lanzamiento del Opel Corsa, el vehículo de nuestra prueba de hoy.

Todos los que nos estáis leyendo seguro que habéis tenido un Corsa en vuestra vida, bien sea vuestro o de algún familiar o conocido. No es para menos, pues en estos últimos 37 años se han vendido más de 13,6 millones de unidades del utilitario. Nacía como un pequeño ejemplar ligero y sin pretensiones, apto para gustar al gran público. Después de un gran éxito en la primera generaciónse fue transformando poco a poco, cambiando su diseño, creciendo en dimensiones y avanzando en tecnología hasta llegar a la sexta generación que tenemos ante nosotros.

Y una de las particularidades del Opel Corsa es que ha sido un producto nacional desde sus orígenes. Desde el Corsa A hasta este Corsa F se han estando produciendo en la planta de la marca en Figueruelas, Zaragoza. Aunque la marca del rayo ya no pertenezca a General Motors, sus nuevos propietarios, el Grupo PSA, ha decidido mantener en España la fabricación del utilitario. Incluso la de la versión eléctrica del modelo, el Opel Corsa-e que intentaremos probar más adelante. Pero de momento vamos a contaros nuestras impresiones de este ejemplar de gasolina, que será el que más se venda.

Exterior

El primer Opel Corsa medía apenas 3,62 metros de largo, pero desde entonces todos los segmentos han ido creciendo y este no es una excepción. Tenemos un utilitario que ahora tiene 4,06 metros de largo, 1,76 metros de ancho, 1,43 metros de alto y una batalla de 2,54 metros debido a que se asienta sobre la plataforma CMP de PSA. Como dato curioso, el Corsa A tenía un coeficiente aerodinámico de 0,36 Cx y este Corsa F se queda en 0,29 Cx.

Como decíamos, es más largo, ancho y bajo que su antecesor y ahora vamos a hablar de diseño puro y duro. Atrás quedan las formas redondeadas y simpáticas de aquel Corsa B, en este se ha buscado ganar carácter y madurez. Por el camino también se ha quedado la carrocería de tres puertas, ahora solo lo tenemos con cinco puertas.

En el frontal el protagonismo recae en estos nuevos faros con una firma lumínica bien reconocible y la opción a llevar la tecnología Intellilux, de iluminación LED matricial. Entre ellos aparece una parrilla con acabado en negro en este acabado, que va surcada por un listón cromado y tiene el logotipo del rayo en el centro. En la parte inferior hay otra rejilla y tiene los antinieblas a los lados enmarcados en unas molduras negras.

El lateral del nuevo Opel Corsa llama la atención por algunos detalles. El primero no podía ser otro que las llantas de 17 pulgadas “Diamond Cut” que le dan un extra de deportividad. Lo segundo que destacaríamos sería que se puede escoger con carrocería bitono, en nuestro caso con este techo en negro haciendo contraste.

La zaga del Corsa comienza con un pequeño spoiler de techo, también en el color de contraste y justo por debajo una luneta bastante estrecha. En la parte central estrena unos nuevos pilotos traseros más estrechos y alargados. No están conectados por en centro por una luz, pero sí por una línea de tensión. En la parte inferior el paragolpes se ensancha ligeramente y vemos una pequeña salida de escape circular en la esquina derecha.

Interior

Si en el exterior ya veíamos una evolución bastante notable, en el interior no se queda atrás. Lo primero que llama la atención es la nueva ubicación de la pantalla táctil, que puede llegar hasta las 10 pulgadas opcionalmente. Ahora está más arriba y no hace falta desviar tanto la mirada de la carretera para acceder a ella. También se nota una mejora de tacto y respuesta. Los menús son claramente PSA y cuenta con la navegación con información del tráfico en tiempo real de TomTom, además de conectividad con Apple CarPlay y Android Auto.

La climatización monozona (sí, monozona) tiene sus controles en la parte baja, algo más alejados. Tenemos que achacar que, a pesar de tener botones físicos, hay algunas funciones que se tienen que hacer desde la pantalla táctil, un error desde nuestro punto de vista. Desde el asiento del conductor queda a mano un volante con un grosor adecuado, aunque la parte inferior ligeramente achatada. Es multifunción y desde sus botones se puede controlar el control de crucero y otras cosas. La instrumentación es mixta, con dos grandes esferas para velocidad y revoluciones, algo que nos gusta. La pantalla TFT a color queda en el centro para dar la información del ordenador de a bordo, algo que podemos cambiar desde la caña de los intermitentes.

En el apartado tecnológico lo es cumplidor, pero sin aportar grandes novedades. Donde sí que se aprecia el salto respecto a la generación anterior es en la calidad percibida. Vemos unos acabados mejor rematados y el uso de materiales más agradables al tacto. Un ejemplo es este plástico más acolchado que aparece en la parte superior del salpicadero o la tapicería en este acabado. Sigue habiendo predominio de los plásticos duros, sobre todo en la parte baja, y sigue sin convencernos el negro piano alrededor de la pantalla y en consola central. Pero en general, el Corsa cumple.

Hemos mencionado que el acabado condiciona algunos puntos del Opel Corsa. Nuestra unidad de pruebas cuenta con el nivel de equipamiento GS Line, el que busca una estética más deportiva sin necesidad de optar por motores más potentes. En el habitáculo se nota a través del volante, de esta moldura en rojo que recorre el salpicadero o de los asientos de corte deportivo con detalles en contraste y una tela bien resuelta gracias a la tapicería Marvel Black.

Y desde las plazas delanteras también tenemos que hablar de la habitabilidad de este modelo. Cabe destacar que la posición de conducción se ha rebajado ligeramente para compensar esa altura más reducida. Es fácil hacerse a ella, aunque las costuras del asiento sean bastante prominentes, además no hay problemas de espacio en ninguna de las cotas. Veamos lo que pasa por la segunda fila.

Saltamos a las plazas traseras del Opel Corsa para comprobar que el acceso no es demasiado holgado debido a la apertura de las puertas y por la forma del pilar C. Una vez dentro no es que mejoren mucho las cosas, pues encontramos un espacio bastante justo para las piernas y eso que yo no llego al 1,75 y el asiento delantero está configurado para mí. Por altura no vamos tan justos, pero tampoco es un aspecto en el que destaque demasiado este Opel Corsa.

La plaza central, como en la mayoría de modelos, carece de forma y cuenta con túnel de transmisión, por lo que será más recomendable que viajen cuatro adultos y no cinco. Llama la atención que en esta parte trasera no haya salidas del aire ni reposabrazos, aunque hay que alabar que podamos encontrar dos tomas de USB en la parte inferior. Eso sí, pasando por caja previamente, pues son un extra.

Maletero

Si el crecimiento en dimensiones de este modelo no se notaba mucho en el espacio interior, sí que se puede percibir un poco más en el maletero. Aquí tenemos 309 litros de capacidad, un incremento de 24 litros respecto al anterior que se quedaba en 285. Se mantiene en la media del segmento sin llegar a destacar y cuenta con unas formas bastante rectas y aprovechables.

La boca de carga queda un poco elevada y no encontramos ganchos ni redes para distribuir el equipaje. Cuando nos asomamos bajo el piso de este maletero vemos que habría espacio para una rueda de repuesto de emergencia, pero nuestra unidad no la lleva. De montarla se reduciría la capacidad. Por otro lado, podríamos abatir los asientos traseros en dos partes (60:40) y nos quedaría un volumen de 1.081 litros. Eso sí, no queda una superficie plana, los asientos forman este pequeño escalón.

Equipamiento

Si nos centramos en el equipamiento del Opel Corsa hay que distinguir entre los tres acabados que están disponibles en nuestro país. Ya de serie la dotación es bastante completa, pues el Edition ya incluye aire acondicionado, cierre centralizado, sistema multimedia con pantalla de 5 pulgadas, ordenador de a bordo con pantalla de 3,5 pulgadas, volante multifunción, alerta de cambio de carril, lector de señales o aviso precolisión.

Un escalón por encima está el Elegance, el acabado más enfocado al confort, que suma a lo anterior elementos como las llantas de 16 pulgadas, parrilla y detalles exteriores cromados, faros antiniebla, elevalunas eléctricos traseros, espejo electrocrómico, sensores de luz y lluvia, sistema multimedia con pantalla de 7 pulgadas y conectividad con Apple CarPlay y Androir Auto o el volante y palanca de cambio con tapicería de cuero.

En el tope de gama se colocaría el acabado GS Line que ya hemos mencionado. Es el que lleva nuestra unidad y se beneficia de una imagen más deportiva gracias a las llantas específicas, los detalles exteriores en negro, salida de escape cromada, asientos deportivos, tapicería específica, detalles interiores en rojo, faros LED, chasis más rígido y selector de modos de conducción (modo Sport).

Motor

Este modelo hemos dicho que se asienta sobre la plataforma CMP y eso lo podemos traducir en que comparte arquitectura y gama de motores con el Peugeot 208. Si comenzamos a hablar de la gasolina, el combustible más demandado en la actualidad, vemos tres opciones con la misma mecánica. El 1.2 de tres cilindros es el protagonista absoluto de la gama. Lo podemos elegir con 75 CV en una versión atmosférica con cambio manual de cinco velocidades. La versión intermedia es precisamente este 1.2 Turbo de 101 CV, que puede ir con cambio manual de seis velocidades, como es nuestro caso, o con la transmisión automática EAT de ocho velocidades. El tope de gama por el momento es el 1.2 Turbo con 131 CV, que solamente puede ir con el cambio automático.

Aunque la demanda de diésel haya caído en picado en los últimos tiempos, el Corsa mantiene una opción de este combustible. Se trata del 1.5D, un cuatro cilindros que entrega 100 CV y que será apto para los que hagan muchos kilómetros. Como novedad, con esta generación ha llegado el Opel Corsa-e, la versión eléctrica con 136 CV de potencia y una autonomía de 330 kilómetros. Tenemos muchas ganas de echarle el guante, pero de momento vamos a comentar cómo se comporta este ejemplar con su mecánica de gasolina.

Comportamiento

Bueno pues ya estamos al volante de nuestro Opel Corsa 1.2 Turbo de 101 CV y 205 Nm de par. Tenemos el botón de arranque al lado derecho del volante algo escondido y para que el tres cilindros cobre vida hay que mantenerlo pulsado un tiempo, al principio me dio la sensación de que su respuesta era muy lenta. Al hacerlo nos regala el traqueteo típico de los bloques tricilíndricos, aunque no es excesivamente ruidoso ni llegan demasiadas vibraciones al interior.

Mirando sus prestaciones oficiales la verdad es que no impresiona. Este Corsa es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 9,9 segundos y su velocidad máxima es de 188 km/h. Así que no nos vamos a centrar en lo que corre, sino en cómo lo hace. La mecánica nos ha resultado algo lenta así de primeras. Con esto nos referimos a que parece que le cuesta subir de vueltas, incluso acelerando en punto muerto la aguja tarda un mundo en llegar a la zona alta.

Parece algo propio de los motores de tres cilindros actuales, que nada tiene que ver con los de antaño. En todo caso, este 1.2 Turbo es bastante aprovechable y no resulta perezoso en bajas, los 205 Nm de par están disponibles desde las 1.750 rpm. La parte media es la más aprovechable mientras que la alta pasa desapercibida. De hecho, antes del corte ya tiene una marca roja en torno a las 5.000 rpm que sirve como aviso de que no hay mucho más a partir de ahí.

Como decíamos, nuestra unidad va ligada a una caja de cambios manual de seis velocidades, probablemente la opción más demandada por el público. El pomo nos resulta algo grande, pero el tacto es bastante correcto. Nos ha parecido que los desarrollos del cambio son muy largos y podemos estar en segunda rodando a casi 100 km/h y que la sexta sea prácticamente de desahogo. Cosas que también se hacen para favorecer los consumos.

Y hablando de esto, recuerdo de haber leído un consumo homologado de 5,5 l/100km en su ficha técnica. A sabiendas que iba a ser difícil igualar ese dato, nos hemos quedado con una media de 5,8 litros, una cifra nada descabellada en la que ha habido recorridos de todo tipo y no se ha buscado una conducción eficiente precisamente.

Aunque estemos conduciendo el escalón intermedio de potencia, nos parece que el Corsa se mueve bastante bien. Esto es porque la nueva generación se puso a dieta y ha perdido de media unos 100 kg respecto a su antecesor. Este en concreto se queda en 1.165 kg de peso, lo que supone un valor muy logrado que le ayuda a tener un comportamiento dinámico aceptable. Para conseguirlo tiene elementos como el motor 15 kg más liviano, un capó de aluminio que pesa 2,4 kg menos o unos asientos que ahorran 5,5 kg los delantero y 4,5 kg los traseros.

Hay que dejar claro que ningún caso nos podemos atrever a hablar de deportividad. A pesar de que tenemos un modo Sport, seleccionable desde este botón de la consola central, el carácter del Corsa apenas cambia. La puesta a punto del chasis ha buscado un equilibrio, aunque siempre premiando la comodidad por encima del dinamismo. La suspensión busca precisamente eso, no destacar ni para bien ni para mal, siendo un coche cumplidor y fácil de conducir.

No nos termina de convencer esta dirección demasiado asistida, con un tacto muy chicloso que no transmite correctamente lo que está pasando bajo nosotros. El ser tan blandita facilita las maniobras en ciudad, uno de los terrenos donde el Corsa se sentirá como pez en el agua, pero resta confianza en carreteras reviradas. Este modelo también acepta algún que otro viaje largo, aunque hemos notado que aparecen algunos ruidos aerodinámicos a partir de los 100 km/h.

Opinión coches.com

Llegamos al final de la prueba del Opel Corsa con sensaciones encontradas. Se trata de un modelo con casi cuatro décadas a sus espaldas a través de las seis generaciones y quizá es por eso que esperábamos una mayor revolución en él. No vamos a mentiros, este utilitario es muy polivalente y cumple en prácticamente todos los aspectos. Aunque al no destacar en nada en especial nos deja un poco planos.

En términos de diseño hay una mejora evidente y cumple con los cánones que sigue el sector. En el interior es más tecnológico y gana en calidad, a pesar de que la habitabilidad queda relegada a un segundo plano. La gama de motores es bastante amplia, más ahora que hay una versión eléctrica, y el chasis es cumplidor, aunque poco emocionante. Quizá lo que más destacaríamos de nuestra versión 1.2 Turbo de 101 CV es esa facilidad con la que se conduce y unos consumos bastante contenidos.

Opel Corsa 1.2 Turbo 101 CV
7.4Nota
Lo mejor
  • Estética llamativa
  • Tecnología mejorada
  • Comportamiento neutro y aprovechable
Lo peor
  • Plazas traseras justas
  • Algunos materiales del interior
  • Solo tres cilindros entre los gasolina
Diseño7.5
Habitabilidad7
Acabados7.5
Maletero7
Equipamiento7.5
Motor8
Comportamiento7.5
Calidad Precio7.5

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