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Mario Nogales

Suzuki Swace 1.8 Hybrid, prueba a fondo del híbrido reconvertido

«Unirse o morir». Esa frase sacada de una caricatura atribuida a Benjamin Franklin podría ser el reflejo del sector de la automoción en la actualidad. En los últimos años hemos visto como muchos fabricantes se iban uniendo para dejar un panorama en el que predominan los grandes conglomerados y apenas quedan marcas pequeñas que no tengan un respaldo por detrás. Son movimientos motivados por la situación económica, pues ayudan a reducir costes en la producción.

Esto lleva a que muchos coches de diferentes marcas compartan componentes y plataformas, ya no nos va a pillar por sorpresa. Sin embargo, hay pocos ejemplos tan evidentes como el que está presente en este Suzuki Swace (suace para los amigos) que probamos esta semana. Sí, no hace falta que os diga que este modelo familiar es clavado al Toyota Corolla Touring Sports. Es fruto de una colaboración que hay entre las marcas japonesas en la que ambas salen beneficiadas.

Mientras que Toyota accede al mercado indio, Suzuki se beneficia de la tecnología híbrida gracias a este Swace y a la híbrida enchufable con el Across, que deriva del RAV4. Eso va a permitir que Suzuki reduzca las emisiones medias de su gama y por lo tanto que pague menos multas de la famosa normativa anticontaminación. Además, supone la vuelta de la marca al segmento C con una carrocería familiar que va a dar de qué hablar.

Exterior

Como decíamos, estamos ante un familiar compacto que mide 4.655 mm de largo, 1.790 mm de ancho y 1.490 mm de alto; con una distancia entre ejes de 2.700 mm. Lo cierto es que las dimensiones cambian ligeramente respecto al Toyota debido a las modificaciones en los paragolpes y, curiosamente se posiciona como el vehículo con mayor longitud que hay en Suzuki.

Dejando a un lado este detalle, la estética de este coche es prácticamente idéntica a la del Corolla. Cualquiera que esté un poco familiarizado con el mundo del motor percibirá el “rebadging” y por la calle se notarán las caras de incredulidad al ver el logotipo. Porque sí, en el frontal vemos el logo de Suzuki por debajo del capó, justo encima de esta tira negra que sirve como nexo de unión para unos faros delanteros alargados y con tecnología Bi-LED en los acabados superiores.

Aunque en el frontal casi todo el protagonismo se lo lleva la parrilla hexagonal de grandes dimensiones con entramado de panal de abeja que integra la matrícula en el centro. El paragolpes tiene una forma ligeramente distinta a la del Toyota Corolla e integra unos faros antiniebla circulares en estas aberturas laterales tan llamativas. Ya si nos vamos moviendo por el lateral del Swace nos topamos con unas llantas de 16 pulgadas, otra diferencia sustancial. Son las más grandes que ofrece este modelo, mientras que en el Corolla las hay de hasta 17 pulgadas.

Desde el perfil vemos esa silueta tan reconocible de familiar y se percibe que el espacio interior va a ser generoso. ¿Cosas que llamen la atención? Pues que el logotipo Hybrid que va en la aleta lo han cogido directamente del Toyota y que tiene otros detalles como las barras de techo cromadas o la antena tipo aleta de tiburón que le ayudan a ganar cierto atractivo.

La zaga queda rematada por un pequeño spoiler sobre la lunera trasera. Por debajo quedan los pilotos típicos del Corolla con un acento cromado en el medio y entre ellos el logotipo de Suzuki que otra vez nos vuelve a chirriar. En la parte inferior queda un paragolpes más sobrio con los catadióptricos en posición vertical en los laterales y con la salida de escape parcialmente oculta tras esta moldura negra. Nosotros lo tenemos en blanco perlado, pero el Swace se puede escoger en otros seis colores de carrocería.

Interior

Si ya vimos que en el exterior era clavado al Toyota Corolla, en el interior apenas vamos a ver que cambia el logo del volante. Justo desde el puesto de conducción alcanzamos a ver ese volante multifunción con bastantes botones, que es precisamente el que controla la instrumentación mixta. Está compuesta por una media esfera para las revoluciones y otra para el nivel de combustible y la temperatura del aceite. Entre ambas hay una pantalla LCD a color de 7 pulgadas en la que podemos ir visualizando los distintos datos del ordenador de a bordo.

Y si seguimos hablando de la tecnología puramente Toyota destaca la pantalla táctil principal de 8 pulgadas que sobresale en el salpicadero. Tiene unos gráficos bastante buenos y los menús son claros e intuitivos. Los botones de acceso directo benefician su manejo y la conectividad ya es completa gracias a Apple CarPlay y Android Auto. Lo único que no termina de convencer es la mala calidad de la cámara de marcha atrás en este modelo.

Por otro lado, tenemos unos controles de la climatización bizona analógicos que son fáciles de operar y una consola central con unas formas prominentes. Me gusta este hueco de carga inalámbrica para el móvil, pues además de cargarlo lo deja en una posición algo escondida para evitar la tentación de mirarlo mientras se conduce. En esta zona también hay unos botones para los asientos calefactables, un equipamiento que en el Toyota no aparece ni de forma opcional. En la zona de la palanca de cambios también hay algún botón para los modos de conducción.

En general el Suzuki Swace ofrece una calidad bastante buena, por encima de la media de los generalistas del segmento me atrevería a decir. Sorprende el diseño envolvente de este salpicadero, que va cubierto con plásticos blandos con costuras en contraste, algo que se repite en las puertas. La tapicería de tela también está bien resuelta y lo único que nos chirría un poco más es el uso del Piano Black en las zonas de alrededor de la pantalla y en la consola central.

Estamos ante un vehículo familiar del segmento C y eso se traduce en una habitabilidad más que correcta para la mayoría de usos. En las plazas delanteras vamos sobrados gracias a unas cotas generosas en todos los ángulos. Los asientos con confortables y recogen bien el cuerpo. La única pega que podemos sacar a esta zona es que no abundan los huecos portaobjetos, teniendo algunos de pequeño tamaño como los de las puertas o el del apoyabrazos central.

Las plazas traseras están dentro de lo esperado. El acceso no es el mejor del segmento debido al ángulo de apertura de las puertas, pero una vez dentro la verdad es que tenemos bastante espacio para las piernas y para la cabeza. A mí con poco más de 1,70 me sobran varios centímetros en todas las direcciones. La anchura será algo justa para tres adultos, además la plaza central carece de forma y tiene un túnel de transmisión, así que mejor viajar cuatro aquí atrás.

Maletero

Uno de los puntos fuertes de los familiares en general y del Suzuki Swace en particular es el maletero. Cuenta con una capacidad de 596 litros, lo que le hace estar por encima de la media. Además, goza de unas formas rectas que lo hacen realmente aprovechable. La boca de carga es muy amplia y no queda a una altura demasiado elevada. También permite fijar la carga gracias a ganchos y redes en los laterales.

El piso se puede colocar a dos alturas para aprovechar mejor este maletero y bajo él nos encontramos el típico kit antipinchazos, no hay hueco para la rueda de repuesto en este ejemplar. En el caso de que necesitemos de todo su potencial, bastará con abatir la segunda fila de asientos en dos partes (60:40), algo que se puede hacer desde unos tiradores en los laterales del maletero. De esta forma se quedará una superficie plana con una capacidad de hasta 1.232 litros.

Motor

El Suzuki Swace es como un Toyota Corolla, pero solo con una de las opciones mecánicas. Está disponible con la mecánica híbrida de acceso que se corresponde con el 125H. Eso quiere decir que cuenta con un motor de gasolina de ciclo Atkinson de cuatro cilindros y 1.8 litros de 98 CV combinado con un pequeño bloque eléctrico de 72 CV que se alimenta de una batería de 3,6 Ah. Ambos van colocados en el eje delantero, justo bajo el capó y se combinan para conseguir una potencia de 122 CV y 142 Nm de par. En el de Toyota hay un 180H que probamos recientemente y que no está disponible aquí.

Como suele ser habitual en estos modelos, va ligado al cambio CVT de engranaje planetario. Se trata de un híbrido convencional, no enchufable, que consigue la etiqueta ECO de la DGT y unas prestaciones bastante comedidas. Acelera de 0 a 100 km/h en 11,1 segundos y su velocidad máxima es de 180 km/h. Por otro lado, destacarán sus consumos y emisiones, con una homologación en WLTP de 4,5 l/100km y 103 g/km de CO2. Ahora vamos a pasar a conducirlo para contarte de qué es capaz.

Comportamiento

Cuando nos ponemos al volante de este Suzuki Swace híbrido lo primero que nos va a llamar la atención es el refinamiento que nos ofrece. Es muy silencioso en términos generales, lo es sobre todo cuando nos movemos en el modo eléctrico, pero tampoco es estridente cuando se enciende la mecánica de gasolina. Eso también habla bien de la insonorización que tiene el habitáculo o de su aerodinámica trabajada.

Ya veíamos que su única opción mecánica era la híbrida de 122 CV y eso limitará un poco su uso. Es un nivel de potencia más que suficiente para el día a día, pero habrá usuarios que hagan más kilómetros o que vayan cargados que echarán de menos la opción de 184 CV que sí está en el Toyota. Este sistema de propulsión invita a una conducción tranquila, incluso invita a ser eficiente y a buscar bajos consumos haciendo el uso de su modo eléctrico siempre que se pueda.

Tiene la peculiaridad típica de la que hemos hablando siempre en los Toyota, que es el cambio CVT. Cuando la potencia de demanda es baja no hay ningún problema, pero cuando pisamos a fondo el acelerador nos da esa sensación de resbalamiento, de que suena más de lo que realmente está empujando. De todos modos, esa algo que se ha ido mejorando en las sucesivas generaciones y actualmente no es tan marcado como hace tiempo.

De todos modos, su comportamiento varía ligeramente con los distintos modos de conducción que equipa. Se puede escoger entre Eco, Normal y Sport, notando diferencias entre la entrega de potencia o en la dirección principalmente. También hay un modo EV que intenta forzar el movernos solo con energía eléctrica, aunque la autonomía es muy limitada, apenas 2 kilómetros, y en cuanto pisemos fuerte el acelerador se encenderá el motor de gasolina. La palanca de cambios tiene una posición B que sirve para aumentar el nivel de retención y generar más energía en las deceleraciones.

Porque hay que decir que, como híbrido convencional, no se recarga con un enchufe, sino cuando rueda por inercia o con la frenada regenerativa. Eso hace que la batería tenga energía para que se arranque y vaya en modo eléctrico cuando la demanda de potencia es baja. Cuando queremos un mayor rendimiento entra el motor de gasolina y ambos motores mueven el vehículo o incluso puede llegar a recargar la batería a través del generador, en función del nivel de carga.

En general, sorprende la cantidad de tiempo que vamos en eléctrico a pesar de tener una batería tan pequeña. Puede entrar incluso a velocidades elevadas, por encima de los 50 km/h para mantener cruceros, lo que siempre es de gran ayuda. En trayectos urbanos se puede estar más del 50 % del tiempo en ese modo y eso hace que al final el consumo se rebaje notablemente. Nosotros hemos registrado a lo largo de la semana una media de 5,8 litros, lo cuál no está mal para sus características.

Y hay que decir que el Suzuki Swace es un coche muy polivalente. Aunque ya hayamos mencionado que invita a una conducción tranquila y placentera, su chasis está muy bien resuelto y nos ha parecido un coche bastante ágil. Esto se debe a un peso de 1.420 kg en orden de marcha, a un centro de gravedad bajo y a sistemas como el Active Cornering Assist, que aplica pequeñas frenadas a las ruedas interiores en un giro brusco para evitar que aparezca subviraje. También ayuda a este respecto su esquema de suspensiones, con una tipo McPherson delante y una de doble trapecio detrás.

Opinión coches.com

Suzuki no se esconde con la estrategia llevada a cabo con el Swace. Claramente es un Toyota Corolla Touring Sports al que le han cambiado los logotipos y poco más, así que la personalidad brilla por su ausencia en este modelo. Pero, al fin y al cabo, era un movimiento necesario para ellos y les permite entrar en el segmento con un coche muy competitivo que destaca por su habitabilidad, por su tecnología accesible o por su buen comportamiento con la mecánica híbrida.

Quien necesite más potencia comprará el Toyota, porque este Suzuki solo viene en la versión de 122 CV. A quien le interese tendrá que saber que los precios son muy parecidos en ambas marcas. El Swace parte de 23.545 euros con el acabado básico y se queda en 25.350 euros con el acabado tope de gama que viene realmente completo como hemos podido ir viendo, teniendo incluso detalles que en Toyota no están presentes como el caso de los asientos calefactados.

Suzuki Swace 1.8 Hybrid
7.9Nota
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Lo mejor
  • Buen espacio interior y maletero
  • Equipamiento completo
  • Refinamiento y bajos consumos
Lo peor
  • Sin personalidad
  • Algunos materiales interiores
  • Solamente un opción mecánica
Diseño7.5
Habitabilidad8
Acabados8
Maletero8
Equipamiento8.5
Motor7.5
Comportamiento8
Calidad Precio7.5
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