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Toyota Proace Verso Family prueba – 37.6
Pruebanoticias/
Luis Ramos Penabad

Toyota Proace Verso Family, a prueba: ¿quién quiere un monovolumen?

En los últimos meses hemos estado probando coches de gran tamaño de orientación claramente familiar con hasta siete plazas. Hemos probado un monovolumen compacto como el Volkswagen Touran, un monovolumen algo mayor como el Seat Alhambra y un SUV grande como el Kia Sorento. Pero hay una alternativa que cada vez más familias de más de seis miembros apuestan, las furgonetas para pasajeros, como esta Toyota Proace Verso.

Lanzada en 2016, es fruto de la alianza de Toyota con PSA, de ahí que sea un modelo muy similar, en lo técnico, a los Citroën SpaceTourer y Peugeot Traveller. Todos ellos (y sus variantes destinadas a un uso comercial y profesional), salen de la línea de montaje de Sevelnord, en Francia.

Habíamos tenido un contacto en Polonia con motivo de su presentación. Entonces nos decidimos también por la variante de pasajeros… pero su acabado no nos pareció el más adecuado para quien busque un sustituto de un monovolumen grande. Por ello hemos podido pasar un par de semanas con el Toyota Proace Verso Family, la más adecuada para este uso, como su denominación indica.

Es hora de saber si estas furgonetas son una buena alternativa a la hora de mover a la familia o si, por el contrario, no pueden deshacerse de su origen comercial. ¿Nos acompañas?

Exterior

Cada cierto tiempo alguien me pregunta por un coche en el que puedan viajar con sus cuatro hijos… y con equipaje. Y me veo “obligado” por el mercado a dirigirlos hacia el SsangYong Rodius o estas furgonetas. Los tiempos de monovolúmenes como el Voyager hace tiempo que se acabaron. Los monovolúmenes grandes acaban ofreciendo buen espacio para siete… pero no para sus maletas.

Esto viene a cuento en este apartado porque en numerosas ocasiones la respuesta es que ninguna alternativa de las que les propongo les resultan atractivas. Y es que, en el apartado estético, es casi imposible de ocultar el origen industrial de la Proace Verso… y de cualquiera de sus rivales.

Las marcas han jugado al marketing, empleando en muchos casos denominaciones diferentes para las versiones de uso profesional y las de pasajeros o, como el caso que nos ocupa, añadiendo el apellido Verso al nombre. Pero es difícil engañar al ojo humano: no dejan de ser modelos más bien rectangulares para aprovechar el espacio interior al máximo.

Las mayores diferencias estéticas respecto de sus hermanos las encontramos en el frontal. Cuando ves imágenes de las tres observas cómo el capó, la parrilla superior y el paragolpes delantero tienen una forma muy diferente, siempre buscando alejarse del mundo de los vehículos comerciales.

Visto de perfil es innegable que estamos ante una furgoneta. Sus formas lo delantan. Se juega un poco con los pasos de rueda marcados, con llantas de aleación (que muy pocas veces verás en un coche profesional de reparto) o con los cristales traseros tintados, que obviamente le dan mucho más caché, pero que no disimilan su origen.

Nuestra unidad de pruebas mide 4.956 mm, ya que se trata del tamaño medio. Existe un todavía mayor, de 5.306 mm y una menor, la Compact, de 4.606 mm que puede ser una buena alternativa a un monovolumen compacto pero que no cumple lo que buscamos hoy: espacio para siete y sus maletas.

En la zaga nos encontramos con un portón enorme. Con esto la marca pretende separarse de las versiones comerciales, que tienen dos puertas laterales. Está genial contar con todo el espacio diáfano a la hora de cargar y, cuando llueve, sirve de refugio improvisado, pero necesitas mucho espacio libre tras el coche para abrirlo debido a sus dimensiones.

De acuerdo, no se trata de un vehículo de esos que atraen nada más verlo. No es tampoco lo que pretende. Su baza está en el espacio que ofrece dentro y lo versátil que puede llegar a ser, como verás a continuación.

Interior

Nada más abrir la puerta y subir al puesto de conducción (sí, subir, está más elevado que un monovolumen o todoterreno), nos llama la atención lo cuidado del habitáculo. De acuerdo, no hay lujos, pero tampoco los acabados espartanos que uno acostumbra a ver en un vehículo destinado a un uso profesional.

El puesto de mando está bien conseguido. El asiento está ligeramente más bajo que en una Volkswagen Multivan o Mercedes Clase V, pero las sensaciones son idénticas. Te sientas muy erguido, prácticamente como lo harías en una silla. El volante está bastante vertical y, en esta unidad, con cambio automático, no es preciso contar con una palanca.

Entre los asientos encontramos un espacio que quizá podría aprovecharse más que para ubicar la palanca del freno de mano. No por falta de espacio para dejar objetos, pues contamos con una buena doble guantera ante el asiento del acompañante y otro hueco con tapa en el centro de la parte alta del salpicadero. También reposabebidas en los extremos de este… y las habituales bolsas de las puertas, pero algo alejadas (quedan muy abajo) para usarlas mientras vas conduciendo.

Por lo demás, todos los mandos tienen una ubicación muy lógica en el salpicadero. El orden es máximo y la pantalla del sistema multimedia y navegación está en una posición adecuada, si bien es algo lenta en su funcionamiento.

La segunda fila de asientos, en nuestra unidad, cuenta con un acceso muy cómodo a través de las puertas correderas a ambos lados de la carrocería (y con apertura eléctrica, algo que ayuda sobre todo cuando la furgoneta está aparcada en cuesta). Se hace con el mando o con un toque en la manilla desde el exterior y, desde dentro, desde unos botones en el cuadro de mandos o bien otros en el lateral de las puertas.

En este acabado Family los asientos van montados sobre railes por los que además de retirarse del coche pueden deslizarse (no como en la Shuttle que habíamos conducido en la presentación, con anclajes fijos). Es por eso que el espacio par las piernas puede ser bueno o muy bueno. Se dividen en dos partes, uno de un asiento y otro de dos.

La altura disponible es también muy buena comparada con cualquier monovolumen o SUV grande. Eso facilita el paso a la tercera fila de asientos, con otras tres plazas distribuidas de igual modo que la segunda. Se abaten los respaldos de la segunda fila (o se desplaza hacia delante si tienes montada una sillita infantil, con facilidad). El espacio es suficiente, al menos en esta versión de tamaño intermedio. En la más corta, que pudimos conocer en la presentación internacional, es más justo.

Además de poder moverse por los railes, los asientos de esta versión Family son más cómodos que la Shuttle. Ganan regulación en el respaldo, lo que facilita el descanso de sus ocupantes… pero no tienen reposabrazos como los delanteros. Muchos me han preguntado por la anchura disponible. Ha podido viajar un adulto sin problema alguno en un viaje de 650 km entre dos sillas infantiles, pero si comparas con otros competidores, es algo menor.

Hemos de destacar también algunos elementos interesantes que esta versión tiene si hemos de viajar con niños. Además de los anclajes Isofix, tras los respaldos delanteros, unas mesas tipo avión. También tomas de 12V e  incluso una de 220 V, cortinillas en las ventanillas o los mandos propios del climatizador. En la tercera fila también podemos ubicar una silla infantil, pero no cuenta con todos estos elementos (apenas la toma de 12 V y los cristales oscurecidos).

Maletero

Como los asientos pueden desplazarse longitudinalmente al gusto del consumidor, la capacidad de carga es variable. De todos modos, si se desea usar las ocho plazas para que los ocupantes viajen cómodamente este tamaño de carrocería medio se quedará algo escasa. La ficha técnica nos indica 603 litros de capacidad empleando todos los asientos.

Si usamos dos filas de asientos el volumen del maletero crece hasta los 1.000 litros. Para ello es necesario retirar los asientos. Pesan lo suyo, sobre todo el asiento doble, por lo que es recomendable hacer esta operación entre dos personas. Una opción para no tener que hacerlo es abatir por completo los respaldos de la tercera fila de asientos y, en esa posición, pegarlos por completo a la segunda fila.

Cuando se precisa la mayor capacidad de carga posible, cabe la posibilidad de retirar las dos filas de asientos traseras. Consigues de esta forma un espacio de 2.700 litros de capacidad.

Para emplear este espacio ha de abrirse el enorme portón trasero. Su tamaño limita las posibilidades de apertura cuando tenemos un coche aparcado detrás, por ejemplo. Además, para cerrarlo queda bastante alto y hay que hacer bastante fuerza al cerrarlo. Es opcional la luneta practicable, que permite acceder al espacio de carga, para guardar y sacar objetos pequeños, abriendo solamente la parte acristalada.

Equipamiento

Este tipo de vehículos cuentan con una gama muy amplia. A las tres longitudes de carrocería mencionada, uno puede elegir entre la versión destinada a un público profesional Proace Van o la Proace Verso, con un enfoque para transportar pasajeros. A diferencia de sus “hermanos”, Toyota no ha optado por nombres muy diferenciados como es el caso de Citroën  (Jumpy/SpaceTourer), Peugeot (Expert/Traveller) o el futuro Opel (Vivaro/Zafira Life). Nos parece una buena táctica comercial para que la gente no tenga la idea de que conduce una furgoneta, sino algo mas cercano a un monovolumen).

En la Toyota Proace la marca ofrece tres variantes muy diferenciadas. Por un lado, la Proace Verso Shuttle, que combina capacidad de transporte de personas y equipaje con confort y equipamiento. Está pensada más bien para prestar servicio a hoteles y presume ya de elementos como la doble puerta lateral, las llantas de 16 pulgadas y puede tener doble puerta trasera o portón… junto al Pack Active que suma climatizador bizona, sensores de luz y lluvia, navegador o sensores de aparcamiento  traseros.

Nuestra unidad de prueba es una Proace Verso Family, el auténtico monovolumen de la gama para familias numerosas. Con ocho plazas de serie, es posible elegirla con las tres longitudes de carrocería y todos los asientos sobre raíles. Luce llantas de aleación de 17 pulgadas, cámara de visión trasera, o el Toyota Safety Sense, el conjunto de sistemas de seguridad que integra sistema de precoslisión con detección de peatones y frenada automática de emergencia, detector de vehículos en el ángulo muerto, alerta por cambio involuntario de carril, detector de señales de tráfico o un programador de velocidad activo.

Además esta unidad sumaba el Pack Plus, que suma  faros de xenón, techo panorámico, luces diurnas LED, apertura de las puertas laterales sin manos y sistema de navegación. No faltaban los elementos del interior ya mencionados (bandejas, cortinillas…)

Por encima solamente podemos encontrar la Proace Verso Vip, con elementos más de lujo y un enfoque más de oficina sobre ruedas que de transorte familiar.

Destaca la segunda fila de asientos plegables y reversibles, asientos delanteros calefactables y el del conductor con masaje, mesa auxiliar en la segunda fila de asientos, tapicería de piel… entre otros elementos.

El precio de una Toyota Proace Verso Family parte de los 42.000 euros, asociada al motor menos capaz. Esta es una tarifa sin descuento de ningún tipo, es muy sencillo pasarte por nuestra sección de coches nuevos, donde los concesionarios de la marca de toda España publican sus ofertas de Toyota Proace Verso. El precio recomendado se ve reducido considerablemente. También es recomendable que eches un vistazo a nuestro comparador de seguros para dar con la póliza que mejor se ajusta a tus necesidades y presupuesto.

Motor

Esta Toyota Proace Verso Family puede asociarse a las tres mecánicas diésel de la gama. Por un lado contamos con el motor 1.5D de 120 CV (88 kW) como mecánica de acceso. Por encima tenemos el 2.0D de 150 CV (110 kW) o bien con 2.0D de 180 CV (132 kW).

Es precisamente este último propulsor el que tenemos entre manos. Se trata de una mecánica de cuatro cilindros y 1.997 cc, colocado en posición delantera transversal, turboalimentado. Entrega sus 177 CV de potencia a 3.750 rpm y un par máximo de 400 Nm a 2.000 rpm.

Con él bajo el capó, a pesar de su aspecto el Toyota Proace Verso Family anuncia una buenas prestaciones, pues es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 8,8 segundos y alcanzar 170 km/h. Todo ello con uno consumo homologado de 6 l/100 km y 159 g/km de emisiones de CO2. Emplea un depósito de Adblue.

¿Por qué elegir este propulsor antes que, por ejemplo, el de 150 CV que, como vimos en nuestro contacto en Polonia, más que suficiente para moverla con brío? Pues porque es el único que puede contar con la transmisión es automática de ocho velocidades por convertidor de par (de muy buen funcionamiento), mientras que las versiones menos potentes cuentan con uno manual de seis relaciones en el resto de versiones.

También ofrece el Toyota Traction Select, un dispositivo que actúa sobre el control de tracción con más funciones para que el vehículo se mueva mejor en zonas de poca adherencia. Mediante un mando giratorio en la parte izquierda del salpicadero puede elegirse entre cinco modos Normal, Nieve, Todo Terreno, Arena y ESP desconectado).

Comportamiento

Hacía mucho tiempo que no me movía con un vehículo de estas dimensiones, pero desde luego no supone ningún trauma conducirlo. Sus formas son tan rectangulares que adivinas sin mayor problema dónde están los límites del vehículo. En este sentido, la cámara de visión trasera y los sensores de aparcamiento son también de gran ayuda. Se trata de algo que, si puedes permitirte, suma al equipamiento de un vehículo así.

No es problema moverse incluso por ciudad… salvo que su radio de giro no es demasiado bueno y obliga a maniobrar bastante. Si se lo sumas a que la dirección no cuenta con tanta asistencia como un turismo o un monovolumen… si te toca enlazar unas cuantas maniobras agradecerás esas horas de gimnasio.

Eso sí, es sacarlo a autovía y comenzar a disfrutar de la capacidad del propulsor. Mantiene ritmos altos aunque la carretera se ponga cuesta arriba. Viajas con aplomo, incluso con viento (por suerte no padecimos rachas extremas) y no se descoloca al pasar por juntas de dilatación o asfalto en mal estado. La transmisión automática trabaja de manera fenomenal y, de necesitar algo más de viveza en alguna situación, siempre puedes hacer uso de las levas tras el volante para bajar una marcha.

En carreteras secundarias, que tanto nos gusta visitar, no cuenta con la agilidad de otros vehículos de siete plazas, en parte debido a su gran distancia entre ejes, su peso y su altura. Eso hace que los cambios de apoyo en curva sean más lentos que un turismo, pero nada extraño en comparación con furgonetas similares. A pesar de que el eje trasero tiene unas suspensiones más duras, con el objetivo de soportar mejor las cargas, cuando vas vacío tampoco sufres rebotes extraños que te hagan sentir inseguro.

¿Y el consumo? Pues para tratarse de un vehículo con un tamaño. Recorrimos con él más de 1.800 km y los registros fueron bastante comedidos. Devolvimos el coche con un gasto de 7,8 l/100 km. Más del homologado (las cifras son con el ciclo NEDC), pero teniendo en cuenta los ritmos a los que viajamos, cargados la mayor parte del tiempo, no parecen disparatados. Un monovolumen de potencia similar (el Seat Alhambra de 184 CV, también con cambio automático) y en condiciones muy parecidas nos gastó 6,7 l/100 km de media… pero no ofrece tanta capacidad de carga.

Opinión coches.com

No nos extraña que las marcas hayan desatendido el segmento de los monovolúmenes grandes. No, al menos, cuando pueden ofertar productos tan buenos como esta Toyota Proace Verso Family. Puede que de primeras la estética no sea tan agradable (piensas de manera irremediable en una furgoneta), pero los acabados interiores son buenos y el equipamiento cuenta con todo lo que una familia (de muchos miembros) precisa para viajar cómodamente.

La industria evita grandes costes de desarrollo a la hora de crear modelos enfocados a familias de cinco o más miembros… y les ofrece un vehículo con mayor espacio para los pasajeros y la carga. Y si no hay tanta gente en el núcleo familiar, la versión compacta es todo un acierto.

Penalizará algo sus desplazamientos urbanos (por suerte la tecnología ayuda) y los consumos, pero cuando si el número de niños que hay en el hogar son más de tres, esta Toyota Proace Verso Family es el perfecto aliado. Además, en esta sociedad envejecida en la que nos ha tocado vivir es una alivio saber que pueden adaptarse sin problemas para personas con movilidad reducida.

El motor es capaz en cualquier situación ya que nunca te sentirás lento… y sus reacciones (si tenemos en cuenta el vehículo que llevas), no son torpes. Pena que el cambio automático, con el que ganas mucha comodidad, solamente se ofrezca con este propulsor tan potente. Sería fabuloso disponer de él en el 2.0 de 150 CV, que ofrece unas buenas prestaciones y los consumos serían algo más bajos.

Toyota Proace Verso Family Medio 2.0D 180 CV Aut
7.6Nota
Lo mejor
  • Mecánica que ofrece rendimiento y confort, con un gasto bajo
  • Equipamiento al nivel de un monovolumen
  • Calidad de algunos plásticos interiores muy de vehículo comercial
Lo peor
  • Radio de giro mayor que el de sus rivales
  • Asientos muy pesados para sacarlos y meterlos cómodamente
  • Cambio automático sólo con el motor más potente
Diseño7
Habitabilidad9
Acabados6.5
Maletero8
Equipamiento8
Motor8
Comportamiento7
Calidad Precio7.5

Galería de fotos:

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