Somos unos cuántos los que pensamos que el Grupo Stellantis tienen muchas marcas tras la integración de PSA con FCA para formar este nuevo conglomerado industrial, en el que diversos productos comparten componentes. ¿Cómo distinguir unos con otros? Pues con el diseño y con el tacto de conducción… y el Citroën C5 X lo consigue.
Realizado sobre la misma base que el Opel Astra, el Peugeot 308 o incluso el DS 9, la plataforma EMP2, la verdad es que ninguno de ellos se parece entre sí. Como vimos en nuestra prueba del Citroën C5 X este es una especie de crossover, con buena altura libre al suelo y una carrocería tipo fastback. Puedes verlo mejor en este vídeo:
Es un diseño que se sale de los cánones, pero ofrece un buen interior, con acabados sorprendentemente buenos para la marca y un maletero muy amplio, incluso en la variante híbrida enchufable que probamos. En marcha resulta cómodo. Mucho, gracias a esos topes de la suspensión hidráulicos. De contar con una mejor suspensión trasera, que hace que se noten bastante los resaltos, estaría al nivel de berlinas de marcas premium, ojo.
Los acabados altos van muy completos, lo que hace que su precio sea tentador y no sea de los más caros de su tamaño con ese sistema de propulsión. Lástima de sistema multimedia, pues en eso es algo que queda por detrás de otros competidores. ¿Llegarán versiones con tracción total para aprovechar esa altura libre al suelo? No se las espera, pero tampoco casan mucho con el enfoque cómodo del coche, mientras sus rivales apuestan por un tacto más dinámico.
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