Este es el nuevo Bentley Flying Spur V8. Es una versión menos potente y cara de la berlina de lujo de la firma británica, cuya principal diferencia la encontramos en su corazón mecánico: en lugar de 12 cilindros, hay ocho. Siguiendo los pasos de su hermano de dos puertas, el Continental GT, está alternativa no solo ofrece un medio para llegar a un público más amplio, también es más dinámico. Piénsalo, dos cilindros menos ahorran peso.
En el vano de la nueva vertiente del Flying Spur se encuentra un motor V8 biturbo de 4.0 litros, la misma unidad que da vida a otros coches del Grupo Volkswagen como el Lamborghini Urus, el Porsche Panamera o el Audi RS 6. Eso se traduce en una potencia y un par máximos de 550 CV y 770 Nm a poco menos de 2.000 rpm, 85 CV y 130 Nm menos que el W12. Puede parecer mucha la diferencia, pero con 100 kilos menos de masa para mover, las prestaciones no se ven mermadas, aunque sigue siendo un conjunto de 2.330 kg.
El sprint de 0 a 100 km/h necesita 4,1 segundos, mientras que la velocidad máxima es de 318 km/h. Son tres décimas y 15 km/h de diferencia respecto al 12 cilindros. Y, además, al perder unos kilitos, el vehículo se siente más ágil y receptivo, “con una personalidad distintiva propia”, dice la marca. Al igual que el resto de los modelos que componen la gama Bentley, el Flying Spur V8 hace gala de una caja de cambios automática de ocho relaciones que gestiona la energía del propulsor a las cuatro ruedas, preponderando las traseras.
También consume hasta un 16 % menos de gasolina que el W12, en gran medida gracias a su tecnología de desconexión de cilindros, que actúa cuando la demanda de par es inferior a 235 Nm y la velocidad del motor es inferior a 3.000 rpm. La transición es imperceptible, ya que se ejecuta en 20 milisegundos, una décima parte de lo que dura un parpadeo. Las emisiones de CO2 también bajan un 17 %, y a pesar de que Bentley tiene que confirmar las cifras oficiales, podemos esperar una cifra de, aproximadamente, 280 g/km.
Para adaptarse al nuevo peso en vacío y las diferentes características del motor, Bentley también ha ajustado los amortiguadores adaptativos, el sistema de vectorización de par y la dirección de asistencia eléctrica del Flying Spur. Para los clientes que quieran una mayor sensación de control, es posible optar por el sistema de estabilización de balanceo activo y la dirección en las cuatro ruedas. Durante las maniobras a baja velocidad, el sistema dirige las posteriores en la dirección opuesta a las delanteras, reduciendo el radio de giro, y a velocidades más altas, las traseras giran en la misma dirección que las delanteras, mejorando la estabilidad.
No hay mucho que separe al Flying Spur con motor V8 de los W12 en el exterior. Además de las obvias insignias “V8”, también cuenta con cuatro salidas de escape del W12. Sentado sobre unas llantas de 20 pulgadas, ciertamente se ve un coche con aplomo. Y al ser un Bentley, la pintura se puede especificar a gusto del consumidor con más de 60 colores disponibles y un paquete de detalles cromado al alcance de la mano. El interior es muy similar, con una gran variedad de materiales y colores para elegir, así como el salpicadero con pantalla giratoria de la marca.
La parte trasera se puede especificar con un banco de tres asientos o dos sofás, y está equipada con un panel de control que brinda a los ocupantes la posibilidad de manejar las cortinas de las ventanillas, la temperatura del climatizador, la iluminación ambiental y las funciones de masaje del asiento. La última opción también agrega una consola central extendida y un control remoto adicional con pantalla táctil de cinco pulgadas. Los clientes también pueden optar por un nuevo enfriador de botellas ubicado detrás del apoyabrazos central (de +6 a -6 ºC).
La última generación de Bentley Continental GT V8 ofrece un equilibrio casi ideal de comodidad, control y rendimiento. Tenemos pocas razones para sospechar que su pariente el Flying Spur V8 sea diferente. La marca dice que ya se puede pedir a la fábrica de Crewe, Reino Unido, con las primeras entregas previstas hacia finales de este año. Sin embargo, Bentley no ha mencionado por el momento ningún precio de venta. En España, la berlina de producción más rápida del mundo, parte en 249.780 euros.
Fuente: Bentley
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