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BMW 328 Roadster Mille Miglia 1939 (13)
Luis Blázquez

BMW 328 Superleggera, el coche que llevó a la marca a la cima de los deportivos europeos

Carrozzeria Touring Superleggera ha estado proporcionando carrocerías a medida durante casi un siglo y, contrariamente a lo que puedas pensar, no todo ha sido para Aston Martin y Ferrari. Caso en cuestión: el BMW 328 Roadster Mille Miglia Superleggera. Porque hubo una época en la que la casa alemana no se proponía diseñar a propósito algunos de los coches más horribles del mercado, sino que se esforzaba por hacer exquisitas obras de arte rodantes.

BMW rememoró al 328 con motivo de justificar los riñones verticales en los últimos M3/M4. Y si bien puede establecerse un tenue vínculo entre ellos, no hay duda de que la parrilla vertical de la pareja actual se ve ridícula, mientras que en el 328 luce con orgullo y elegancia. Mostrado por primera vez en 1939, la vertiente Superleggera es aún más especial si cabe dentro del éxito que fue el modelo 328 para BMW, un coche que colocó la firma bávara en la cima del mundo de los deportivos en Europa a finales de la década de 1930.

El secreto del 328 se debió a dos factores principales: peso y potencia. Los diseñadores, Rudolf Schleicher y Fritz Fiedler, crearon un chasis tubular muy ligero de dos tubos longitudinales que tenían forma de marco en “A” cuando se veía desde arriba: la parte trasera era más ancha que la delantera. Esto permitió instalar una suspensión delantera independiente y acomodar atrás una de ballestas. Y todo se vistió con una carrocería de aleación de excelentes características aerodinámicas para una época sin acceso a un túnel de viento.

BMW 328 Roadster Mille Miglia Supeleggera en el 1º Mille Miglia Grand Prix, Brescia (25/04/1940)

Bajo el largo capó delantero se escondía un motor de seis cilindros en línea de 2.0 litros en una configuración de válvulas en cabeza (OHV) La potencia no era escandalosa, pero 80 CV y 126 Nm con ese tamaño, era una cifra sólida para la época, y el conjunto apenas marcaba sobre la báscula 780 kilogramos en su versión de competición, o 830 kg en la de carretera. Su sprint de 0 a 100 km/h rozando los 11 segundos y su velocidad punta de 150 km/h no impresionan hoy, pero con la ausencia de parabrisas, seguro que se siente mucho más rápido.

Por otro lado, el estallido de la Segunda Guerra Mundial sentenció la producción del BMW 328 antes de tiempo, y solo se hicieron seis ejemplares con la carrocería Touring Superleggera. La empresa que dicha la carrocería también quebró en 1966, aunque reabrió en Milán en 2006. Todos esos factores significan que este es uno de los BMW más raros, bonitos y puros jamás fabricados; ya podría tomar nota BMW ahora. Si te interesa, en el momento de escribir estas líneas hay uno en venta por 795.000 dólares (721.500 euros, aprox.).

La unidad en cuestión reside en Texas, Estados Unidos, y ha tenido una vida fascinante. Para empezar, en la década de los 50, la carrocería fue despojada de su estructura para trasladarse a un chasis Simca por razones de suministro de piezas. Por fortuna, se reunió de nuevo con el chasis original en los años 90, arrejuntando la carrocería, el chasis y el bloque por primera vez en décadas. La restauración integral no comenzó hasta la entrada del nuevo milenio, cuando el experto en restauraciones de Chicago, Fran Roxas, se hizo cargo de él.

Fuente: Driversoucre

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