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Cadillac Sixteen – 8
Luis Ramos Penabad

Cadillac Sixteen: así era el primer V16 de producción del mundo

Hay muchos coches especiales y el Cadillac Sixteen es uno de ellos, al ser el primer coche de producción en el mundo con motor V16. Eso lo convirtió en uno de los automóviles más caros y prestigiosos de los Estados Unidos en la década de 1930… y hoy sigue siendo uno de los clásicos de la época más perseguidos por los coleccionistas.

Y es que las claves de su éxito entonces siguen vigentes hoy. Además de su motor V16 con una gran potencia y suavidad sin igual… es uno de esos coches listos para presumir con él. Por desgracia, se fabricaron muy pocos. En parte por su exclusividad, en parte por que se diseñó en la década de 1920 para ser lanzado al mercado en 1930, poco antes de la Gran Depresión, época en que la ostentación no era demasiado bien vista.

También conocido como Cadillac V-16 (el guión es imprescindible), el motor del Cadillac Sixteen fue desarrollado por los ingenieros de la firma en un momento de prosperidad económica tras la Primera Guerra Mundial que parecía que no iba a tener fin. Los coches de lujo tenían muchísima demanda y tenía sentido lanzar algo así. Nadie esperaba el Crac del 29.

Cadillac era uno de los fabricantes de automóviles más importantes a principios del siglo XX. Fueron los primeros en producir en masa un coche con un motor V8 (allá por 1915) y en lanzar novedades como el arranque eléctrico o las transmisiones sincronizadas. No es de extrañar que trabajasen en algo como un V16 con el que dejar atrás a rivales con «simples» motor V8 o V12.

No eran los únicos con un V16 en desarrollo. Marmon Motor Company trabajaba en su propio diseño y Peerless se uniría poco después. Mientras el flujo de dinero siguiese, todos querían subirse al tren de los coches de lujo. Es posible que Cadillac llegase primero tras fichar a uno de los ingenieros de Marmon, Owen Nacker.

De este modo, el primer coche con motor V16 llegó al mercado y la compañía se convirtió en la más destacada de Estados Unidos. En 1930, antes del desplome del mercado de valores, vendieron 2.500 unidades. Un año después apenas 750, que pasarían a 300 en 1932 y a menos de 50 en 1937. 

El V16 bajo el capó del Cadillac Sixteen era una maravilla de la ingeniería Los 16 cilindros a 45º con válvulas en cabeza, cigüeñal contrapesado de cinco rodamientos, dos válvulas por cilindro, taqués hidráulicos… dos bloques de hierro de ocho cilindros montados sobre un cárter de aleación de aluminio.

Puede que los 185 CV y 344 Nm de par (a 1.400 rpm, 407 Nm desde el ralentí) no asusten hoy en día, pero el motor era tan suave y silencioso que las revistas de la época aseguran que los carburadores hacían más ruido que la combutión. El motor se ligaba a una transmisión manual de tres velocidades, pero con esa cifra de par era casi posible arrancarlo en la marcha más alta desde parado y conducirlo casi como si fuera automático.

Pese a lo poco afortunado del momento de lanzamiento, existieron dos generaciones, la primera de 1930 a 1937 y la segunda de 1938 a 1940. No se trató de una puesta al día como los coches actuales. Compartían pocas piezas de carrocería (se parecía mucho más a los automóviles de la década de 1940 que a los de 1920) e incluso los V16 que los impulsaban eran completamente diferentes, de cabeza plana –un diseño más simple–, con 7,1 cilindrada (y los mismos 185 CV que el motor anterior).

Las imágenes que acompañan a este artículo corresponden a un modelo de segunda generación, llamada Serie 90, con ese estilo de carrocería más moderno… aunque había variedad de estilos de carrocería entre los que elegir, con varias distancias entre ejes (se dice que los de batalla más corta podían superar los 160 km/h).

Y sí, Cadillac perdió mucho dinero por cada unidad vendida. Pero se mantenía en producción como modelo halo de la marca, esperando que la Gran Depresión pasase pronto. No ocurrió, de ahí que se lanzase esa segunda generación. Hoy en día no resultan tan caros como los originales y muchos coleccionistas ponen en ella sus ojos.

Ojo, que precisamente esta unidad no es lo que digas económica, pues la puja arranca en 190.000 dólares. Pero tras conocer su historia y saber que en 1938, el año del que data, solamente se fabricaron 315 unidades (y de ellas apenas 10 con esta carrocería coupé convertible estilo Fleetwood)… pues entiendes un poco más su precio. Está en estado de colección (ha ganado varios premios y con esa carrocería marrón y tapicería de cuero color canela, a juego con la capota, sigue haciendo girar cuellos a su paso.

Fuente: Bring a Trailer

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