El vehículo eléctrico está realmente desarrollado en otros países. Mientras que en España todavía presenta problemas claros como la insuficiente infraestructura de recarga o la falta de incentivos a la compra, en otros mercados han llegado a un tercio del total de las ventas. Hablamos de Noruega, un país con apenas cinco millones de habitantes que vendió nada menos que 46.143 coches eléctricos en 2018. Y la idea es acabar con los de combustión para 2025.
Eso también incluye un sector importante como el del taxi. De hecho, a partir de 2023 todos los taxis de Oslo tienen que ser eléctricos. Y una medida así no puede ser tomada a la ligera, por eso en la capital del país nórdico quieren dar un incentivo importante y que será puntero en su ámbito. Ya han propuesto una infraestructura de carga inalámbrica para dar servicio a los taxis eléctricos y aportan una serie de ventajas.
Oslo será la primera ciudad del mundo en contar con esta novedad y con ello pretende que la recarga de sus taxis sea más rápida y eficiente. El problema al que se enfrentaban los taxistas era el de encontrar un cargador disponible y perder parte de su tiempo hasta que las baterías se llenaban. Con esta solución, los taxis podrían ir cargándose en las paradas con carga inalámbrica mientras están esperando su turno de recoger clientes.
Ya ha habido algunas marcas como BMW o Hyundai que han puesto sus esfuerzos en la carga por inducción, pero esta es la primera vez que un ente público se propone desarrollar algo así. Contarán con la ayuda de la empresa Momentum Dynamics, de origen estadounidense y con experiencia en el campo. Lo cierto es que se trata de una medida interesante y que podría ser implementada en todas las grandes ciudades en el futuro. Que Oslo sea la primera es lo más lógico teniendo en cuenta la aceptación que tienen los eléctricos en Noruega.
Fuente: Reuters