Desde hace tiempo se viene hablando de la necesidad de un cambio en el etiquetado ambiental de la DGT. Muchas organizaciones, incluida la OCU, han criticado que los microhíbridos se beneficien de la etiqueta ECO a pesar de tener consumos y emisiones mayores que muchos con etiqueta C. El Gobierno reconocería estar de acuerdo y prometía una modificación del sistema, aunque sin aclarar el cómo ni el cuándo. Ahora sabemos que las etiquetas ambientales se mantendrán un tiempo más.
Pere Navarro, director general de Tráfico, confirmó recientemente que el etiquetado aguantará esta legislatura sin cambios. Eso significa que, al menos, hasta 2023 se mantendrá el sistema actual a pesar de las críticas obtenidas. También ha dicho que es necesario consensuar los cambios con el sector y que no era el momento ideal, pues podría suponer un mayor grado de confusión para los usuarios en un momento bastante peliagudo por la crisis de los microchips y las bajas ventas.
A pesar de todo, Pere Navaro y la DGT reconocen estar estudiando el ajuste de las etiquetas ambientales. Algunas medidas podrían ser un mayor nivel de exigencia para obtener la etiqueta CERO, señalando directamente a los híbridos enchufables. Siempre se ha dicho que esta tecnología no es demasiado beneficiosa si el coche no es cargado y utilizado en modo eléctrico de forma habitual. Los microhíbridos también quedan en tela de juicio, pues esa etiqueta ECO es demasiado premio en algunos casos.
Por otro lado, se ha hablado de la creación de una nueva etiqueta D que sería de color morado y serviría para identificar a los coches con emisiones inferiores a los 95 g/km de CO2, dando igual su tecnología. Sería una especie de recambio a la etiqueta ECO. En todo caso, todavía habrá que esperar un par de años para la reforma del etiquetado actual. Además, será una medida que no tendrá carácter retroactivo, es decir, que los coches que se hayan vendido anteriormente no tendrán que cambiar de pegatina y mantendrán la anterior.
Fuente: Europa Press