Esto de los V8 de alto rendimiento es algo innato de la cultura americana, no lo vamos a discutir. Da igual que hablemos de muscle cars de los 60, 70 u 80 o de los muscle cars más recientes, el tener un V8 rugiendo es algo en Europa tampoco hemos hecho tan mal.
Vamos con una pequeña lista de esos muscle cars europeos que perfectamente podrían encandilar al público yankee.
Jensen interceptor
Primera rareza: Jensen Interceptor, un muscle car que desafió las normas convencionales con su diseño elegante y rendimiento impresionantes. Fabricado en Reino Unido, su carrocería coupé combinó líneas suaves y curvas con una parrilla distintiva.
Bajo el capó, albergaba un motor V8 Chrysler, lo que le proporcionaba una aceleración rápida y un ronco rugido. Curiosamente, el Interceptor también presentaba un techo solar eléctrico, una característica innovadora para su época.
ISO Grifo
El ISO Grifo, otro fascinante muscle car europeo. Este coche fusionó la artesanía italiana con potencia americana. Su diseño elegante y aerodinámico, obra del carrocero Bertone, presentaba una combinación única de curvas suaves y detalles agresivos.
En cuanto al músculo, podía montar una variedad de motores V8 de gran cilindrada, incluidos los motores Chevrolet y Ford, que entregaban una impresionante potencia en línea recta, al más puro estilo Drag. El «7 litri» producía 435 CV a 5800 rpm y la fábrica afirmó que podía alcanzar una velocidad máxima de 300 km/h.
Este ISO Grifo ofrecía un interior bien lujoso y equipado, lo que lo distinguía de otros muscle cars que a menudo priorizaban el rendimiento sobre la comodidad.
TVR Griffith 200
El TVR Griffith 200 representó la esencia británica del muscle car europeo con su diseño audaz y su enfoque en el rendimiento. Su carrocería de líneas agudas y musculosas se combinaba con un chasis ligero, lo que le permitía una agilidad excepcional en las curvas.
En este caso nos encontramos con un motor V8 Rover de 4.0 litros, que ofrecía una potencia impresionante en un paquete compacto con 289 CV y 423 Nm de par. Lo mejor es que el Griffith 200 hacía alarde de su naturaleza purista al ofrecer una experiencia de conducción emocionante sin muchas de las comodidades y asistencias modernas.
De Tomaso Pantera
El De Tomaso Pantera, una fusión de diseño italiano y potencia estadounidense, es un muscle car europeo único en su clase. Su carrocería diseñada por Ghia era audaz y angulosa, capturando la esencia del estilo italiano que nos recuerda a Ferrari.
Debajo de su capó trasero, podemos ver un motor Ford V8 de alto rendimiento. Esta combinación ofrecía una apariencia exótica con un rendimiento brutal. El Pantera fue uno de los pocos autos del momento en combinar con éxito la artesanía italiana con la potencia americana.
Mercedes 300 E 6.0 AMG ‘The Hammer’
El Mercedes 300 E 6.0 AMG, apodado ‘The Hammer‘, fusionó la sofisticación alemana con la potencia de un auténtico muscle car. Su diseño exterior era sutil pero imponente, manteniendo la estética clásica de Mercedes pero a lo caballero oscuro.
Sin embargo, su corazón latía (y el nuestro) con un motor V8 de 6.0 litros y más de 375 CV de fuerza, lo que le permitía alcanzar altas velocidades en autopistas. ‘The Hammer’ era un sedán deportivo que desafiaba las expectativas de rendimiento de la marca, demostrando que la elegancia y la velocidad podían coexistir. Y vaya si lo hicieron…
Lexus IS F
El Lexus IS F, proveniente de Japón, destacó como un muscle car asiático con un toque de lujo y desembarcó en Europa. No es 100% europeo, pero si de adopción. Su diseño exterior elegante y aerodinámico cifraba un motor V8 de 5.0 litros y más de 400 CV de potencia.
Esta potencia se combinó con detalles de lujo y comodidad en el interior, creando una mezcla que nos recuerda al Mercedes 300. Curiosamente, el IS F fue el primer intento de Lexus en el mercado de automóviles deportivos de alto rendimiento, lo que marcó un cambio en su enfoque de fabricación.
BMW M3 GTR
El BMW M3 GTR se ganó la reputación de ser un muscle car europeo de alto octanaje. Su diseño agresivo, con aletas ensanchadas y detalles aerodinámicos, reflejaba su enfoque en la pista.
Debajo de tanto ensanche, el muscle car bávaro montaba un motor V8 de 4.0 litros que generaba más de 400 CV. Destinado principalmente para competiciones de carreras, el M3 GTR era una versión extrema de la serie M3 de BMW.
Como dato decir que esta versión de la serie M3 estaba tan orientada a la pista que su producción estuvo limitada para cumplir con las regulaciones de homologación, amén de ser el coche de tus sueños por el Need For Speed.
Aston Martin Vantage V8
El Aston Martin Vantage V8 encarnó la elegancia británica con un toque de músculo. Su diseño exterior equilibrado y sofisticado, con líneas limpias y proporciones armoniosas, mantenía la esencia emblemática de la marca.
Con su motor V8 de 4.7 litros (posteriormente actualizado a 4.0 litros) desarrollado en colaboración con Mercedes-AMG, destacaba por su maravillosa aceleración.
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