Fijaos, Peugeot tienen una larga tradición fabricando cabrios. A lo largo de su historia ha sido vanguardista en este aspecto, creando modelos que son iconos, que rompieron moldes y ha sido capaz de dotar de un acabado cabrio hasta al pequeño 108.
Sin embargo, hoy por hoy, Peugeot no tiene ningún cabrio en su catálogo, toda una anomalía si echamos la vista atrás y hacemos un repaso por todos los descapotables de Peugeot. ¡Empezamos!
Los primeros cabrios
A principios del siglo XX Peugeot comenzó a vender varios modelos en los que el techo era una opción, aquí recordamos al spider Peugeot Tipo 91 (curiosamente de 6 plazas), al Tipo 136 y al 144. Esto digamos que eran los modelos primigenios que nacieron para sentar las bases.
Adelantando un poco el tiempo llegamos a 1934, llegamos al tiempo del Peugeot 401 Eclipse, considerado por muchos como el primer Coupé-Cabrio de la historia. El 401 revolucionó el concepto de «vehículo convertible» al sustituir la lona de tela por el techo rígido del mismo color que la carrocería. Para más sacada, esta capota se recogía y plegaba de forma automática. Un trabajo que sentó un estándar para la industria de manos de Georges Paulin (diseño) y Marcel Pourtout (Carrocero).
Se fabricaron 79 unidades de este cabrio con base de berlina de 4,45 m de largo y motor de 44 CV y tras el éxito, se sumaron a las versiones Eclipse los modelos 202 (a.k.a «El Bizco»), el 301, 402 o el 601.
El periodo de guerra y posguerra
Aunque el parón en la producción mundial fue más que notable y más hablando de vehículos cabriolet, Peugeot creó otro vehículo descapotable en plena II Guerra Mundial, citemos en este punto histórico al Peugeot VLV.
Se trataba, apunta, de un mini-cabrio eléctrico de 2 plazas y 80 km/h de autonomía, pensado para asegurar los servicios esenciales durante la contienda, a saber correos o asistencia médica, en un periodo donde los hidrocarburos estaban reservados para lo que estaban reservados.
En la posguerra llegó el 203, que incluyó una variante cabrio en su catálogo y que no tuvo el éxito deseado.
Su posterior evolución, el Peugeot 204 sí tuvo más suerte y tuvo una mejor acogida en general.
Los bailongos 50 y 60
Los 50 y los 60 fueron década de recuperación económica, de rock n´roll, de Hollywood y de movimientos pacifistas. La globalización empezaba a pronunciarse y cada vez era más fácil que vehículos europeos llegasen al continente americano.
La suma de estos factores hizo que el Peugeot 403 saltáse al celuloide americano con la serie de Colombo, ese señor detective con voz ronca y métodos cuestionables escogió al 403 como su compañero de faenas, un 403 en un estado bastante deplorable. Como curiosidad, años más tarde esta unidad se subastó por unos 30.000€.
Ya entrados en 1960 se presentó el Peugeot 404 en el Salón de París, de perfil refinado y elegante este CC estaba firmado por Pininfarina y destacó por su fiabilidad y su comportamiento notable en carretera. Flancos lisos, un gran parabrisas y unas aletas de tiburón siguiendo el cánon estético americano fueron sus 3 principales características para triunfar en varios mercados.
1970 y 1980
Protagonistas de la primera década citada: Peugeot 304 Coupé Cabrio y Peugeot 504, tambíen CC. Siendo este último el más innovador y vanguardista. Es más, el diseño del 504 sigue siendo fuente de inspiración para los modelos y conceptos actuales de Peugeot, como por ejemplo el Peugeot e-Legend Concept.
Destacamos también de este clásico los faros traseros triples y su frontal con faros cuadrados. Sin duda un vehículo legendario y robusto a partes iguales ya que la base del 504 compitió en el Rally Safari del 81 y en el Rally Bandama del 76 y del 78.
Vistos los modelos de la década de los 80 tenemos que hablar del 205. MÍTICO. ICÓNICO. Lo llames como lo llames, lo etiquetes como lo etiquetes, este pequeño número revolucionó el cotarro en la casa del León. Su versión cabrio, el Peugeot 205 CTi nació en 1986, firmado de nuevo por Pininfarina y se basaba en el legendario 205 GTi con el que compartía motor, de ahí sus siglas C-T-i. En otro orden de curiosidades, este CTi tuvo su versión Roland Garros, como otros tantos vehículos de la marca.
Los años noventa
Tras el éxito en el segmento con el 205, la gama cabriolet salto de categoría con el Peugeot 306, otro clásico atemporal de Pininfarina en este caso caracterizado por las 4 plazas, parabrisas inclinado y una infinita gama de colores.
Durante esta década no hubo más representantes descapotables pero a finales de la misma se presentó el concepto Peugeot 20Coeur en 1998 y que sentó las bases de lo que sería los cabrios de Peugeot en el siglo XXI.
Los 2000 y los… ¿últimos cabrios?
Retomando la estela del 401 y lo presentado en «París – 1998», Peugeot recopiló lo mejor de sus cabrios para trasladarlos a la nueva generación de los 200. La innovación se bautizó como Coupé Cabrio con techo rígido presentándose como carrocería variante de la base del 206 que tuvo su continuidad con la evolución lógica en el Peugeot 207 CC de 2007.
Este concepto saltó de nuevo de segmento con la llegada de la versión 307 CC del que fue coche en Europa en el año 2002. Este CC, hermano mayor, destacó por sus mecánicas de hasta 177 CV y cuatro plazas bastante amplias. Más tarde el 308 CC también ofreció una alternativa con techo plegable rígido y una mecánica THP que rendía 200 CV.
El título de «Último de los Cabrios de Peugeot» cae en el 108 Top!, esta vez con menos aspiraciones y una capota de lona en el techo.
Veremos si la marca del León nos sorprende en un futuro con un diseño conceptual de lo que podrá ser su nuevo cabrio. Fans de los cabrios, dejad en los comentarios si tuvísteis uno de estos modelos o si simplemente os hacían girar la cabeza cuando los veías pasar.
Fuente: Alamy, Sothebis y Peugeot