Ya lo hemos visto y tocado. El coche que promete traer la revolución eléctrica a la industria europea. Porque, si bien es cierto que ya hay unos cuántos coches eléctricos en venta, hasta ahora Volkswagen, la marca que más vende en el Viejo Continente (y con otras cuántas satélites, todo sea dicho), no contaba con un modelo con una plataforma exclusiva para esta tecnología. Hasta que llegó el Volkswagen ID.3.
En realidad, las primeras unidades llegarán en verano, pero ya nos hemos subido (aún no conducido, esperemos que sea pronto) a la primera unidad que ha llegado a nuestro país. Ha costado, desde que en septiembre de 2016, en el Salón de París se vio el primer portotopo y se comunicó que llegaría toda una familia ID (tras el ID.3 verá la luz un SUV, que llegará a final de este año).
Desde entonces, se ha desarrollado una plataforma (MEB) en tiempo récord, con un cambio a todos los niveles que pretende que este seael primero coche con emisiones de CO2 neutras en todo el proceso y, en 2050, todo el Grupo alcance ese objetivo. Porque aunque las emisiones del tráfico suponen apenas un 14% de las totales del globo, hay que aportar.
Como reconocía Laura Ros, directora general de Volkswagen España, «2020 marca el punto de inflexión de los eléctricos en España; el ID.3 llega en el momento oportuno». Podría ser ya, pero hasta primavera no comienzan los pedidos. Y el precio, como el de todos los eléctricos, resulta un poco caro: La versión de entrada, Pure, está por debajo de 30.000 euros. La gama se estructura por capacidad de baterías (copiando el esquema de las gamas de móviles):
- Pure: 45 KWh, 330 km de autonomía. Por debajo de 30.000 €
- Pro: 58 KWh, 420 km de autonomía. Menos de 36.000 €
- Pro S: 77 KWh, 550 km de autonomía
Además, puedes optar a una cuota de renting razonable, de 275 euros al mes más IVA (y una entrada de 3.325 euros). No, no es barato, pero sí accesible a muchas más personas. La verdad es que ha despertado mucha expectación. La edición de lanzamiento 1ST cuenta con 30.000 reservas y hay más de 3.000 clientes en lista de espera. Y ojo, que fueron realizadas antes incluso de conocer el coche.
A partir de ahí la idea es poder configurar el coche en 10 clicks. Seleccionar color, llantas y asientos y, después existen 5 paquetes que mejoran el confort, diseño, multimedia, sistemas de seguridad o le dan un toque deportivo. De cada uno existe uno estándar y otro Plus (algo más completo).
En Volkswagen son optimistas. Todavía no han empezado pero esperan alcanzar su objetivo de un millón de coches eléctricos cada año en 2023, dos ejercicios antes de lo previsto. La marca Volkswagen espera fabricar 1,5 millones de vehículos de la nueva gama ID. en 2025.
¿Pero qué ofrece el Volkswagen ID.3? Pues, en un tamaño similar al de un Golf, un mejor espacio interior. La marca asegura que como en un Passat, pero después de subirme creo que prefiero las plazas traseras del Passat (ver prueba). Quizá no tanto porque el espacio sea menor, sino por la forma en que vas sentado… aunque algunos puedan preferir esa forma de ir más reclinado. Es innegable que la ausencia de un túnel de transmisión ayuda a que vaya cómodo un tercer ocupante… pero esa plaza es algo más incómoda que las laterales.
La posición de conducción nos ha parecido buena y el diseño diferente a lo habitual. Hay una pantalla tras el volante –eso no es nuevo– y otra de 10 pulgadas para el sistema multimedia –eso tampoco es novedad–, pero en el espacio entre los asientos no encontrarás el selector del cambio, que se ubica muy cerca del volante (una solución muy similar al BMW i3, otro coche elétrico poco convencional).
Los acabados de las partes superiores son buenos, con materiales muy vistosos, que no lujosos, pero nos hemos quedado con la sensación, al menos con esta unidad, que no se cuenta con esos ajustes y materiales tan buenos como, por ejemplo, el Golf, en otras zonas. De todos modos, es pronto aún para juzgarlo con serenidad. Esperamos pasar algo más de tiempo con él y, sobre todo, conducirlo, antes de valorarlo.
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