El mundo de los prototipos y las mulas de pruebas es de lo más curioso que se puede encontrar dentro del sector de la automoción. Los fabricantes intentan mantener el misterio con ejemplares altamente camuflados y que emplean partes de otros vehículos de producción para que sean indistinguibles. Aunque pocos casos tan llamativos como este prototipo del Ferrari LaFerrari que acaba de salir a la venta. Usa la carrocería del 458 Italia y varios paneles para guardar el secreto que hay en su interior.
Hay que recordar que el LaFerrari fue un vehículo muy innovador para su época. Lanzado en 2013, se colocó en la cúspide de los superdeportivos junto a otros modelos como los McLaren P1 y el Porsche 918 Spyder. Este ejemplar de tirada limitada fue el primer Ferrari en incorporar un sistema híbrido y consiguió un rendimiento a la altura de muy pocos al combinarlo con el mítico motor V12 de la marca. Aunque para llegar a eso fue necesaria una una extensiva fase de desarrollo en la que entró en acción el prototipo que hoy nos ocupa.
Este prototipo, conocido como «M6», se asentó sobre la plataforma Tipo F142 de Ferrari, la que dió vida al 458 Italia. Se puede apreciar con ver los paneles laterales, que permanecen inalterados. Aunque lo cierto es que el chasis ha sido altamente modificado para introducir el motor V12F140FB, un antecesor del que llevó el LaFerrari de producción. Por no hablar del motor eléctrico que completaba el sistema híbrido del superdeportivo y que sumaba peso al conjunto de este prototipo.
Llama la atención cómo desde Ferrari lo quisieron ocultar sumando una serie de paneles que se quitaban y ponían. Su acabado no era nada bueno y estaban cortados a mano, por lo que es muy singular que se vendan junto al prototipo. Este ejemplar que saldrá a subasta gracias a la casa RM Sotheby’s fue utilizado entre mayo de 2011 y diciembre de 2012 como prototipo de desarrollo. Gracias a él se pudieron mejorar algunos puntos del LaFerrari como los frenos, dirección, suspensión o integración de neumáticos.
El prototipo fue visto en los alrededores de la sede de Ferrari en Maranello y también en Alemania, en el mítico trazado de Nürburgring. Fue vendido en 2016 a un coleccionista privado, pero no estaba homologado y no era matriculable para circular en carretera abierta, por lo que su uso ha sido muy limitado. Ahora vuelve a salir a la venta con la correspondiente certificación Ferrari Classiche y con el Libro Amarillo que lo acompaña. Se estima que su valor podría estar entre 1,4 y 1,8 millones de euros.
Fuente: RM Sotheby’s
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